Solo un tercio de los veterinarios españoles de pequeños animales emplean escalas de dolor

Un estudio señala que los veterinarios españoles de pequeños animales se preocupan por el dolor de sus pacientes, pero solo el 28% utiliza las escalas validadas disponibles.

05/01/2024

Un estudio sobre la valoración del dolor entre los veterinarios españoles de pequeños animales concluye que, si bien los veterinarios se sienten muy concienciados por el dolor de los animales de compañía que tratan, el uso de escalas de medición es muy limitado, principalmente por falta de capacitación, rutina, personal ...

Un estudio sobre la valoración del dolor entre los veterinarios españoles de pequeños animales concluye que, si bien los veterinarios se sienten muy concienciados por el dolor de los animales de compañía que tratan, el uso de escalas de medición es muy limitado, principalmente por falta de capacitación, rutina, personal y tiempo. No obstante, los profesionales conocen su existencia y expresan su voluntad de aplicarlas, abriendo así una ventana de oportunidad para la implementación de programas de capacitación en evaluación del dolor de pequeños animales a nivel nacional.

El estudio Attitudes to acute pain and the use of pain assessment scales among Spanish small animal veterinarians, realizado por Sandra Menéndez, Miguel Ángel Cabezas e Ignacio A. Gómez de Segura, investigadores del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la Universidad Complutense de Madrid, ha sido publicado recientemente en Frontiers in Veterinary Science. El objetivo fue caracterizar el nivel de preocupación de los veterinarios españoles por el dolor agudo en animales de compañía. Además, se buscó determinar si esta preocupación se correlaciona con la utilización de herramientas de evaluación óptimas. Contó con una participación de 292 veterinarios, que manifestaron un alto nivel de concienciación respecto al dolor en perros y gatos. Los autores del estudio señalan que "la mayoría de los veterinarios realizaron evaluaciones del dolor en todos los pacientes y mantuvieron intervalos apropiados para evaluar el dolor en animales hospitalizados, posquirúrgicos y medicados. Sin embargo, a pesar del conocimiento de las escalas de evaluación del dolor disponibles y validadas, su uso sigue siendo poco común entre los veterinarios".

De acuerdo con la investigación, el 44% de los profesionales encuestados evaluaron el dolor en todos los pacientes. No obstante, a pesar de conocer las escalas de dolor validadas, sólo el 28% las utilizó. Las escalas preferidas fueron la Escala de Glasgow (CMPS, por sus siglas en inglés) para perros (94%) y la Escala de Muecas Felinas para gatos (93%). Entre los encuestados que no utilizan estas herramientas validadas, el 85% manifiesta un interés considerable en incorporarlas. El 32% apunta la falta de capacitación como la razón más relevante, además de las limitaciones relacionadas con el tiempo, la dotación de personal y la necesidad de establecer un hábito.

Los autores recuerdan que la falta de comunicación directa con los pacientes veterinarios requiere del uso de escalas validadas para la evaluación del dolor. Con frecuencia se ha subestimado el dolor felino, hasta el punto de que, en procedimientos quirúrgicos comparables realizados tanto en perros como en gatos, los gatos han recibido menos analgesia, probablemente debido a la manifestación más sutil de los signos de dolor en los felinos. En consecuencia, la evaluación del dolor debe buscar la objetividad, empleando herramientas validadas y específicas para cada especie, especialmente en gatos. Estas herramientas se basan en la observación de conductas, como la Escala de Dolor de Medidas Compuestas de Glasgow para perros y gatos, la Escala de Evaluación del Dolor Multidimensional Felina UNESP-Botucatu para gatos y la Escala de muecas felinas, también para gatos.

El estudio sugiere una mayor formación de los veterinarios para garantizar una mejora en la calidad de vida de los pacientes, ya que la mayoría de los veterinarios que actualmente no utilizan estas escalas expresan interés en adoptarlas, lo que indica una necesidad de formación. El empleo de escalas no requiere de recursos adicionales ni aumenta significativamente la carga de las evaluaciones clínicas de rutina, pero evita el tratamiento analgésico subóptimo. La actitud positiva hacia la formación manifestada por los profesionales encuestados "requiere la respuesta adecuada de las asociaciones profesionales, instando al desarrollo de un programa integral de formación en evaluación del dolor, en el que participen no sólo los veterinarios sino también los técnicos y propietarios", concluyen los autores.

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