En la Comunidad de Madrid, se han registrado dos fallecimientos y se han identificado tres nuevos brotes de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE). Tras la identificación de los dos primeros casos el 22 de agosto pasado, la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la región ha confirmado estos nuevos casos, que han afectado a explotaciones de ganado bovino en las áreas de El Escorial y Torrelaguna, siendo uno de los brotes detectado en animales silvestres.

Hasta el momento, se han observado síntomas compatibles con la EHE en un total de 56 explotaciones, con 76 animales que presentan síntomas reportados por veterinarios. De estos casos, el laboratorio central de veterinaria de Algete ha confirmado 34, lo que representa un porcentaje relativamente bajo en comparación con el total de ganado bovino en la región.

A pesar de la baja tasa de mortalidad asociada con la enfermedad, la Dirección General de Agricultura y Ganadería y Alimentación está intensificando la vigilancia en las explotaciones de ganado bovino con el fin de detectar posibles casos sospechosos lo antes posible.

Se están llevando a cabo inspecciones clínicas y se están recopilando muestras serológicas e hisopos en las instalaciones registradas en el Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA) en los municipios cercanos a las áreas afectadas.

La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) es una infección viral no contagiosa que afecta a rumiantes, tanto domésticos como salvajes, con especial incidencia en el ciervo de cola blanca (Odocoileus virginianus) y el ganado bovino. Aunque también pueden ser susceptibles las ovejas, las cabras y los camélidos, generalmente no presentan síntomas evidentes de la enfermedad.

La transmisión del virus de la EHE (VEHE) ocurre a través de pequeños mosquitos hematófagos de la especie Culicoides, lo que hace que las infecciones sean estacionales. El ciervo de cola blanca es la especie más gravemente afectada, con una alta tasa de mortalidad en la forma hiperaguda de la enfermedad. En el caso del ganado bovino, los síntomas clínicos son poco comunes, aunque se han observado casos con fiebre, pérdida de apetito, dificultades para tragar, pérdida de peso, úlceras en la boca, cojera, problemas respiratorios y enrojecimiento de la ubre.