"Disponer de auxiliares bien formados y capacitados es la clave para el futuro de cualquier centro veterinario"

Vetformación lleva casi siete años de actividad siendo escuela de referencia en la preparación de la figura imprescindible del Auxiliar de Veterinaria. Más de 3.000 profesionales y la colaboración de más de 700 centros veterinarios avalan su experiencia.

02/06/2023

Un Auxiliar de Veterinaria es aquella persona que se encarga de todas las tareas de ejecución del día a día que considere el clínico cualificado. Para buscar el equivalente en humana, sería la figura de enfermería y auxiliar de enfermería. Sin embargo, actualmente es una profesión no reglada, por lo ...

Un Auxiliar de Veterinaria es aquella persona que se encarga de todas las tareas de ejecución del día a día que considere el clínico cualificado. Para buscar el equivalente en humana, sería la figura de enfermería y auxiliar de enfermería. Sin embargo, actualmente es una profesión no reglada, por lo que su formación tampoco lo está, tal y como expone Lara Domènech, veterinaria, Máster en Formación del Profesorado, fundadora de Vetformación y responsable académica de una entidad cuya misión es "capacitar a los alumnos para entrar al mundo laboral real, por lo que además de un un temario de calidad adaptada a la realidad del sector, nos basamos mucho en las prácticas en los centros, ofreciendo hasta 500 horas y en colaboración estrecha con dichos centros". Vetformación lleva algo menos de siete años de actividad, y en este tiempo "ya nos ha permitido formar a más de 3.000 profesionales, así como colaborar con más de 700 centros veterinarios acogiendo alumnos en prácticas", indica.

Respecto a las funciones potenciales de un Auxiliar de Veterinaria, la experta recalca que son "muy, pero que muy amplias e importantes". Dentro de las distintas áreas de trabajo de un centro (recepción, consulta, quirófano, hospitalización, laboratorio, diagnóstico por imagen...), expone, "existe una larga lista de tareas que puede realizar y que pueden aportar un gran valor en la gestión del día a día del centro, a la vez que descarga de muchas funciones rutinarias a los clínicos cualificados". Esto es, "desde una gestión integral del cliente (seguimientos, recordatorios, venta...), un control de stock eficiente del centro (tanto en material hospitalario, de tienda, consumo interno), unas funciones vitales en hospitalización en todas las tareas de mantenimiento y gestión del paciente, soporte en quirófano (preparación del paciente, ayudante en la cirugía, material, limpieza y esterilización...), preparación y realización de pruebas laboratoriales, preparación de pruebas de diagnóstico por imagen, etc.", agrega.

Las competencias del Auxiliar de Veterinaria

Estas funciones, en mayor o menor especialización y dedicación dependiendo de las características propias del centro (número de trabajadores, volumen de trabajo, dimensiones de las instalaciones, etc.), se pueden desarrollar en cualquier centro. Por contra, las labores que no puede desarrollar esta figura se limitan a toda la parte de diagnóstico y ejecución de algunas tareas clínicas. No obstante, toda la parte de ampliación de información, orientación y ayuda al cliente y paciente, "la puede desarrollar perfectamente, convirtiéndose en una parte fundamental", asegura Domènech.

Igualmente, prosigue, "algunos tratamientos o acciones clínicas deberán ser únicamente realizadas por clínicos capacitados, a la vez que algunas otras, a pesar de ser realizados por un auxiliar, deberán estar supervisadas y controladas por los veterinarios". Por todo, "en la mayoría de los protocolos de trabajo que se realizan en un centro, cerca del 70-80% de las acciones las debería realizar un auxiliar, separando las tareas de más valor clínico", manifiesta la veterinaria, recalcando que "todas las otras tareas que puede realizar la auxiliar, también son absolutamente imprescindibles para el buen funcionamiento del centro y la resolución de la incidencia clínica".

O lo que es lo mismo, "entender que disponer de auxiliares bien formados y capacitados en un centro es la clave para el futuro de cualquier centro veterinario". Y esto es algo que en la mayor parte del continente europeo lo tienen muy claro, declara Domènech. "Prueba de ello es que la ratio de veterinarios versus auxiliares allí es de 1:3 (por cada veterinario hay tres auxiliares trabajando). Actualmente en nuestro país es prácticamente al revés". A su juicio no es viable mantener esta estructura, "y menos en un momento en el que existen una enorme cantidad de facultades de veterinaria, pero hay una falta de profesionales que quieran dedicarse a la clínica". "Hemos visto anteriormente la cantidad de acciones que podemos delegar a un auxiliar. Pero no tan solo estamos descargando de trabajos rutinarios y repetitivos a los veterinarios, sino que el hecho de poder dedicarse a aspectos clínicos de valor, hace que el nivel sanitario que ofrecemos a nuestros pacientes mejore, a la vez que aumentamos mucho la motivación del veterinario que quiere profundizar más en dichos conocimientos técnicos", insiste.

Domènech también aporta una razón económica para contar con un auxiliar. "Si tenemos que repartir la masa salarial entre los profesionales, es mucho más eficiente hacerlo entre auxiliares (que además estarán muy motivados de poder realizar este tipo de tareas del día a día en nuestra clínica), que entre veterinarios". De esta forma, añade, "nos permite tener pocos veterinarios con buenas condiciones laborales, y más carga de auxiliares también con buenas condiciones de trabajo".

Y es que, para la fundadora de Vetformación, una vez obtenida la primera cualificación, y como en cualquier otro trabajo, la motivación es la clave para ser un buen profesional. "Esta motivación puede pasar por una buena definición del puesto de trabajo y definir las funciones a realizar, una comunicación constante y asertiva, una formación continuada y especializada, un buen ambiente de trabajo, proporcionar los medios para poder desarrollarse, plan de carrera y desarrollo en la empresa, política de retribución atractiva... y un largo etcétera que daría para mucho".

Una profesión al alza

Durante los últimos años ha aumentado el número de personas que quieren formarse como auxiliares clínicos, una demanda que, en su opinión, se debe a la suma de varios factores. El primero es la tendencia en todo el sector del animal de compañía, ya que "hay un claro aumento en el número de mascotas y, especialmente, en la dedicación hacia ellas; alimentación, cuidados clínicos, complementos... y la formación no es una excepción".

El segundo punto que detalla es que estamos viendo un porcentaje elevado de alumnos de instituto que no quieren continuar sus estudios en Bachillerato o Universidad y quieren dedicarse a los cuidados de mascotas. A la vez, "las notas de acceso de las licenciaturas cada vez son más exigentes, lo que se traduce en un elevado número de personas que no pueden acceder al grado y optan por alternativas". Asimismo, cuentan en la escuela con un gran grupo de estudiantes que, "si bien está trabajando y hasta incluso pueden tener titulaciones superiores, prefieren elegir trabajos que les motiven y les aporten la ilusión que no encuentran en sus oficios actuales". Y, aunque puntualiza que no es lo más frecuente, la formadora revela que también hay casos que lo hacen por conocimiento personal. "Sienten una gran estima hacia los animales y quieren saber más de su mascota, de poder ayudar o contribuir en tareas como las protectoras o similares, etc."

De hecho, Lara Domènech considera que la profesión que enseña es tan atractiva porque permite trabajar con un contacto directo con las mascotas, lo cual se traduce en una satisfacción muy intensa. En palabras de la experta, "poder entregar a sus tutores una mascota que dos-tres días antes estaba casi bordeando la muerte, mientras ves la reacción en la consulta, moviendo su cola, y la sonrisa y los mimos que se entregan mutuamente, compensa cualquier situación vivida anteriormente donde la tensión, el estrés, la falta de sueño o el sacrificio de formarse constantemente son los protagonistas".

Sin embargo, su labor todavía no está suficientemente reconocida. Bajo su punto de vista, "estamos todavía en unos tiempos donde los auxiliares en muchos centros son considerados meramente recepcionistas o personal de limpieza, e incluso se eligen por su simpatía o su relación personal con algún posible familiar en lugar de su capacidad técnica". Pese a todo, puntualiza, "estamos percatando que poco a poco se le está dando la importancia que tiene, que es mucha". Explica que eso ya se está viendo en los hospitales y las clínicas grandes, "que una vez tienen los servicios veterinarios básicos cubiertos, su crecimiento de recursos humanos ya es con una clara tendencia a los auxiliares veterinarios y personal de atención al cliente". Su impresión es que esta percepción se irá extendiendo como mancha de aceite en todos los centros, y será habitual encontrar centros con mucho más personal auxiliar que veterinarios clínicos.

Pero el hecho de que actualmente no exista una formación reglada y mucha disparidad de centros formativos, lamenta Domènech, "no ayuda a posicionar la figura como se merece". "Si a esto le sumamos la poca tendencia a delegar por parte de los gerentes veterinarios, así como a las condiciones laborales de cierta precariedad que se ofrecen al veterinario y que en muchas ocasiones distan poco de las mínimas que puede recibir un trabajador auxiliar, hace que la mirada hacía el colectivo no sea de confianza", remarca.

Con las mismas, los auxiliares se enfrentan a algo parecido al intrusismo laboral, o más bien a "personas que, con su mejor de las intenciones, no han sido correctamente formadas y se aventuran a encontrar trabajo". "Es una profesión eminentemente práctica y, si bien se necesita de una base teórica importante, no se puede basar toda la formación recibida en unas clases teóricas recibidas o unos apuntes virtuales y, en el mejor de los casos, pocas horas realizadas en cualquier centro", esgrime la especialista. Para que no queden dudas, desarrolla la diferencia entre un asistente técnico veterinario y un auxiliar de clínica veterinaria, uno de los aspectos que genera más dudas entre los alumnos.

Y para responder, recurre otra vez a la falta de formación reglada. Ello ha llevado a que, durante muchos años, todo tipo de escuelas, academias, centros formativo y empresas de formación hayan visto una oportunidad de negocio, o de facturación, introduciendo una cartera de estudios muy grande y diversificada para tratar de captar a todo tipo de alumno (o de cliente). Esto, continúa, "ha hecho que encontremos mucha variedad de títulos que sólo hacen que confundir al alumno interesado y que, hasta cierto punto, se puede entender como tener un catálago amplio de oferta formativa, pero sin poca salida profesional o especialización real".

Recuerda la fundadora de Vetformación al respecto que hace bien poco se redactó en el sector veterinario un convenio donde se recogían todas las condiciones laborales de los profesionales que trabajan en un centro veterinario. Además de plasmar horarios, categorías, rangos salariales, etc., apareció por primera vez, en un documento oficial del sector, la figura del Auxiliar. Y allí se habló únicamente de Auxiliar Clínico Veterinario. "Esta figura, al igual que se es licenciado en Veterinaria cuando se termina la Universidad, incluye todas las áreas de trabajo del personal auxiliar. No se hace una diferenciación entre ellas", aclara.

A su entender, "se terminará hablando de Auxiliar de Veterinaria y aparecerán las áreas de especialización una vez se haya realizado esta primera formación de capacitación o preparación al mundo laboral". Y dentro de la figura del auxiliar, si las condiciones del centro lo permiten, "habrá quién se dedique específicamente a la atención al cliente desde una parte más clínica, quien realice tareas de hospitalización, de quirófano, etc."E incluso piensa que "se podrán ver auxiliares de quirófano que se dediquen a ser ayudantes de cirugía y preparación del paciente, otros que lleven todo el control anestésico y monitorización (aplicando los protocolos establecidos por veterinarios especialistas en anestesia), otros que se encarguen de la parte de material, instrumental, esterilización, etc." Son muy grandes, repite, "las funciones que puede llegar a desempeñar un buen auxiliar formado".

El ejemplo de Vetformación

Y en ese contexto, Vetformación es una buena opción formativa, pues está únicamente enfocada al sector auxiliar veterinario. A partir de aquí, introduce su fundadora, diferencian entre capacitación, o lo que es lo mismo, entrada en el mundo laboral, y la formación continuada o de especialización.

En el caso de capacitación, que es el core principal de alumnos, "también hacemos la diferenciación entre formación semi-presencial y presencial", apunta. "En el primer caso, y resumiendo mucho, ofrecemos una formación a través de un campus virtual con seguimiento personalizado de un tutor veterinario, junto con 300 horas de prácticas en un centro de trabajo que nos ocupamos de elegir considerando las características de cada alumno y siempre buscando el máximo aprendizaje", explica.

En lo que se refiere a la formación presencial, además de lo anterior, se llegan a acuerdos con hospitales de referencia -actualmente más de 35 en toda la Península-, para que el alumno tenga una experiencia totalmente empírica en el mundo laboral real, "sumándole sesiones teóricas que las realizan los mismos profesionales de los hospitales, además de realizar más de 500 horas de trabajo (más de siete meses en media jornada), por todas las áreas de trabajo". Todo esto hace que salgan totalmente capacitados para poder empezar a trabajar desde el momento que terminan los estudios. Por lo que ocupa a la formación continuada a o de especialización, afirma Domènech, "nos basamos mucho en pequeñas formaciones muy prácticas para el profesional que está trabajando, en áreas como la etología (tanto canina como felina) nutrición, fisioterapia y rehabilitación, hospitalización y UCI, atención al cliente, intervenciones con animales de asistencia, etc."

Puedes leer el artículo completo en el PDF adjunto.

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