A lo largo de la historia, los gatos han sido injustamente tildados de ariscos, traicioneros y egoístas. Está en nuestras manos cambiar esta imagen si incidimos lo suficiente en la comprensión de la comunicación felina. Los gatos no suelen atacar sin motivo (a menos que padezcan un trastorno neurológico o un ...
A lo largo de la historia, los gatos han sido injustamente tildados de ariscos, traicioneros y egoístas. Está en nuestras manos cambiar esta imagen si incidimos lo suficiente en la comprensión de la comunicación felina.
Los gatos no suelen atacar sin motivo (a menos que padezcan un trastorno neurológico o un dolor muy intenso) y mucho menos sin un aviso previo. De hecho, son animales muy expresivos a la hora de comunicarse. Nuestro reto es aprender a interpretar la información que nos envían y poner mucha atención cuando interactuamos con ellos.
Debemos entender a los gatos en base a su propio lenguaje corporal, sin caer en la tentación de extrapolar el lenguaje corporal canino, porque los perros y los gatos tienen distintos rituales de comunicación y, al extrapolarlos, corremos el riesgo de malinterpretar determinadas conductas. Eso genera mucho estrés y frustración, tanto para los propietarios como para los gatos. Necesitamos saber exactamente lo que están intentando decirnos.
Los gatos utilizan las distintas posturas corporales para enviar señales. Son animales con un complejo, y muy completo, repertorio de comunicaciones: visual, auditiva, olfativa y táctil. En este artículo nos centraremos en la comunicación visual y mostraremos que sus gestos aportan muchísima información relevante. La posición de las orejas, el movimiento ocular, el posicionamiento de la cola o la muestra de uñas o dientes pueden ofrecernos información sobre su estado de ánimo: estrés, enfermedad, miedo, dolor, frustración…
Conocer dichos gestos nos permitirá mejorar las interacciones con nuestras mascotas y evitar que los animales lleguen al extremo de desencadenar su agresividad. También puede ayudar a prevenir que sufran ciertos procesos patológicos relacionados con el estrés: cistitis idiopáticas, impactación fecal, hígado graso…
A continuación, veremos algunos ejemplos.
Posturas corporales
Expresiones faciales
Postura de la cola
Los gatos son muy expresivos con la cola y es algo en lo que los propietarios se suelen fijar habitualmente.
En resumen, los gatos son animales muy expresivos en cuanto a gestos. Si nos tomamos el tiempo de aprender las formas de comunicación de nuestro gato, evitaremos su agresividad, seremos capaces de detectar que no se encuentra bien, podremos evitar problemas de comportamiento y tendremos la capacidad de intervenir a tiempo cuando se encuentre ansioso o asustado.
Conocer a fondo el lenguaje corporal de nuestro gato nos aportará un vínculo saludable con él y la posibilidad de proveerle con un entorno cómodo en el que se maximice su bienestar físico y mental.
Aoife Ortega O´Sullivan
Fuente: https://gemca.org/wordpress/comunicacion-visual-felina/