Embajador de la marca Olympus España y dedicado a la fotografía sobre naturaleza y viajes desde hace más de dos décadas, algunas de sus fotografías se encuentran en el banco de imágenes de National Geographic USA, además de haber publicado en diversas revistas de naturaleza españolas. Gran apasionado y defensor ...
Embajador de la marca Olympus España y dedicado a la fotografía sobre naturaleza y viajes desde hace más de dos décadas, algunas de sus fotografías se encuentran en el banco de imágenes de National Geographic USA, además de haber publicado en diversas revistas de naturaleza españolas. Gran apasionado y defensor tanto de los animales como del medioambiente, Andrés López puso en marcha el Proyecto Invisibles gracias a su relación con el mundo de los animales, lo que le llevó a conocer, de primera mano, la forma en la que protectoras y refugios difunden y `presentan´ a esos animales abandonados para buscarles familia. "Me di cuenta de que las fotografías realizadas por el voluntariado de esos lugares, en la mayoría de las ocasiones, son imágenes con poca calidad y en ellas los animales llaman poco la atención. Fue cuando valoré la posibilidad de hacer yo las fotos con una calidad de estudio, buscando un retrato profesional que llamara la atención del posible adoptante", comenta. De ahí que pusiera en marcha este proyecto, hace más de nueve años, para ayudar a las protectoras a dar más visibilidad a sus animales en adopción y que estos pudieran encontrar un hogar definitivo. Un trabajo que, como él mismo recalca en varias ocasiones a lo largo de esta entrevista, está totalmente a disposición "de cualquier refugio, centro de protección animal o asociación que lo necesite. No trabajo para particulares, ya que mi trabajo es solidario y solo lo realizo para ayudar a los animales que lo necesitan".
Labor altruista
Miembro activo y destacado de varias organizaciones ecologistas de nivel nacional, Andrés López ha sido cofundador de la Asociación de Fotógrafos de Naturaleza de Madrid (FONAMAD) y miembro de la junta directiva de la Asociación Española de Fotógrafos de Naturaleza (AEFONA). Actualmente desarrolla su actividad profesional entre la fotografía comercial y diversos proyectos fotográficos solidarios, al mismo tiempo que imparte charlas y ponencias por toda España. No es de extrañar, por lo tanto, que su labor como fotógrafo de estos animales abandonados sea totalmente altruista. "Desde el principio mi trabajo ha sido solidario para las asociaciones y protectoras, porque bastante tienen con pagar las facturas veterinarias, los gastos de alimentación, etc.", afirma. "Mi trabajo es gratuito, completamente y ayudo en la difusión desde mis propias redes sociales. Me gusta pensar que soy un voluntario más de esas protectoras y hago lo que mejor sé hacer, que es hacer fotografías.
Afortunadamente, con el paso de los años mi trabajo se ha hecho muy conocido y ahora mismo obtengo mucha difusión social, algo que realmente es muy importante y muy bueno para el objetivo de todo esto, que es llegar al mayor número de personas posibles. Nunca se sabe dónde puede estar la familia ideal para uno de estos animales", concluye. En ocasiones también ha recibido el encargo de algunas empresas que requieren de sus fotografías con fines comerciales, pero, en estos casos concretos, "les cobro en forma de donación a alguna de las protectoras o centros con los que colaboro".
Respeto y empatía
Obviamente, retratar el sufrimiento animal no debe ser fácil, por eso le preguntamos a Andrés López cómo consigue llevar a cabo sus sesiones fotográficas con estos animales. "Siempre respondo a esta pregunta de la misma manera: con mucha paciencia. Por mucho que sepas de fotografía, si no tienes paciencia para esperar la mirada, esa mirada que busco en mis retratos, no conseguirás nada. El truco, si es que hay alguno, es la paciencia y, por supuesto, el respeto por ese ser vivo, por encima de todo", afirma.
Por eso, lo que más destaca de su trabajo es el tiempo que lleva haciendo lo que hace y las satisfacciones personales que ello le ha reportado. "Quizás, si tengo que destacar algo de lo que hago, son los nueve años que llevo realizando este trabajo. Retratar animales abandonados y maltratados es una tarea muy complicada técnicamente, porque la mayoría de ellos están muertos de miedo o enfermos y, por consiguiente, muy poco colaboradores con el fotógrafo. Sin dejar de lado lo complicado que resulta anímicamente, pues cada sesión que realizo supone enfrentarme a la vida terrible de muchos de estos animales. Eso hace daño y, de hecho, llevo tiempo con tratamiento psicológico", afirma.
Una labor totalmente altruista y solidaria para las asociaciones y protectoras de animales, algo que Andrés López tuvo claro desde el principio. Sobre todo porque, gracias a que su trabajo se ha hecho muy conocido, está obteniendo mucha difusión social de esta labor totalmente gratuita, lo que le está ayudando a dar una mayor difusión a su Proyecto Invisibles a través de sus redes sociales. A pesar de todo, la satisfacción de saber que esos animales que él ha fotografiado han sido (o serán) adoptados, es enorme. "Durante los primeros años me entretenía de vez en cuando en contabilizar el número de animales retratados y cuáles habían sido adoptados gracias a mi trabajo. Aproximadamente, el 50% de ellos eran adoptados de forma directa o indirecta gracias a alguna de mis fotografías. Ahora mismo, después de casi nueve años de trayectoria, y cerca de diez mil animales retratados, sería imposible contabilizar los resultados. Lo que sí sé es que sigue siendo muy elevado. La mayoría de protectoras me suelen mantener informado de qué animales son adoptados y, más o menos, la cifra se mantiene. Un 50% puede parecer poco, pero si preguntamos a cualquier protectora, en seguida nos daremos cuenta de que ese número en absoluto es bajo", comenta orgulloso. De hecho, a veces, gracias a las fotografías que Andrés López publica diariamente en su perfil de Instagram, que a día de hoy cuenta con más de 11.000 seguidores, es cuestión de una semana o pocos días más para que ese animal abandonado encuentre una familia.
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