Desde que se licenciara hace 27 años, Jacobo Castro ha ido cosechando una gran experiencia como veterinario y como gestor. Un día decidió establecerse por su cuenta junto a dos conocidos de la facultad y un amigo, y ahí nació su clínica en Ponteareas: "A lo largo de estos años, el proyecto ha ido creciendo hasta tener cinco centros. El último cambio se ha producido hace seis meses, cuando nos integramos en el grupo IVC Evidensia".

Como veterinario generalista, su trabajo diario consiste en pasar consulta a las mascotas, realizar medicina preventiva, cirugía y traumatología. "Soy lo que podríamos llamar un veterinario de familia, sin especialidad, pero a la vez `especialista´ en todo", detalla. Y es que la prevención en veterinaria es crucial en la detección precoz de enfermedades como la leishmaniosis canina, la enfermedad periodontal o las afecciones cardiovasculares. "Tratamos de concienciar a los propietarios de que mantener sanos a sus animales revierte directamente en su propia salud", comenta Jacobo Castro, y resalta el concepto de One Health. No en vano, el 60% de las enfermedades de etiología infecciosa que afectan al hombre son de origen zoonótico.También resulta de vital importancia el diagnóstico temprano de enfermedades propias de la edad y razas determinadas, "siempre sirviéndonos de la medicina interna, que considero una de las disciplinas más complicadas, pero, al mismo tiempo, más gratificantes de la veterinaria".

Esta labor de educación del propietario, sin embargo, entra en colisión con la cantidad de información disponible en internet. Así, Javier Castro considera que "el cliente tenga más información no quiere decir que necesariamente esté mejor informado". Precisamente, aquí es donde actúa el veterinario, aportando información veraz en base a la evidencia científica. "Debemos ser fuentes de información de calidad, solo así conseguiremos que el propietario acuda a nosotros en busca de soluciones y respuestas cada vez que tenga un problema", señala.

Por otra parte, este veterinario recuerda algunas de las ya tradicionales demandas del sector: "Que, de una vez por todas, se nos reconozca como lo que somos: una profesión sanitaria". Junto a ello, se debe tener más en cuenta a los veterinarios clínicos "en la elaboración de la Ley de Bienestar Animal, en la Ley del Medicamento, etc." Pero también hay urgencias en clave interna: "Necesitamos profesionales", advierte, y añade: "Hoy en día, es alarmante la falta de veterinarios e incluso auxiliares. Es muy difícil cubrir vacantes y puestos de nueva creación".

A todo ello, considera que hay que añadirle, también, una mejor conciliación personal y laboral. El objetivo es lograr unos horarios más racionales, "de manera que las nuevas generaciones acepten el reto de hacer avanzar la clínica de pequeños animales". Sabia nueva que contribuya al crecimiento de una veterinaria basada en la excelencia. "Soy positivo de cara al futuro. La sociedad cada vez demanda más servicios y está más implicada en el cuidado de las mascotas. Debemos aprovechar esa tendencia para seguir creciendo", concluye.

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