ANFAAC (Asociación nacional de fabricantes de alimentos para animales de compañía) ha presentado este miércoles, 30 de noviembre, una formación en la que ha abordado el ´Etiquetado de petfood para el profesional veterinario´. Un encuentro presentado por José Manuel Ruiz, director de Administración y Marketing de esta asociación que busca "el firme compromiso de promover la tenencia responsable y bienestar de nuestras mascotas".

Mascotas que alcanzan la cifra, en España, de 29 millones, según el Estudio de Censos 2021 elaborado por ANFAAC y Veterindustria. De estos, más de nueve millones son perros; cerca de seis millones, gatos; casi ocho millones, peces; alrededor de cinco millones son pájaros, y los restantes son reptiles y pequeños mamíferos.

Por ello, durante la conferencia se ha destacado que el objetivo de los productos alimentarios abordados no es que se utilicen para "alimentar a nuestros animales desde un punto de vista productivo, sino de calidad".

Víctor Romano, coordinador del Comité Técnico de ANFAAC y licenciado en Veterinaria por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha sido el encargado de impartir esta formación. Con más de veinte años de experiencia en la alimentación de perros y gatos, y especializado en nutrición, ha dado cuenta de cómo en el etiquetado de cualquier producto veterinario se parte de la obviedad de que debe distinguirse de manera clara si se trata de un alimento o un medicamento.

Además, todo etiquetado de ´petfood´ debe incluir una serie de parámetros que deben ser respetados. Por ejemplo, ha explicado, deben indicar si son para animales adultos o cachorros. Después cada marca puede añadir "otra serie de rasgos que faciliten la vida del cliente, como por ejemplo si es un perro mini o un gato esterilizado".

Dentro del cumplimiento de la legislación básica también se deben señalar los ingredientes que contiene un alimento, una enumeración que puede realizarse especificando los ingredientes de manera decreciente en cuanto a la cantidad, o por categorías según las establecidas por la Comisión Europea. "Por ejemplo si indicamos que contiene pollo como ingrediente principal debemos, además, especificar en qué porcentaje aparece", ha explicado Romano.

Del mismo modo también se debe indicar de qué modo se introducen los ingredientes, por ejemplo, si aparecen de manera deshidratada, o previamente congelados. Entre las declaraciones obligacionales también se recogen las declaraciones nutricionales, como la presencia de fibra o de cenizas (minerales); al margen de que se puedan incluir otras declaraciones como es el calcio o la taurina. En el caso de la humedad, el agua solo se declara si su porcentaje es superior a un 14 %.

Los aditivos por su parte solo deben declararse cuando exista un máximo legal, un límite que cada vez se tiende más a implantar. "En el futuro cambiará porque se está tendiendo a poner máximos legales a casi todo", ha añadido el veterinario.

El etiquetado también debe incluir las condiciones de conservación. "Es muy importante en productos húmedos explicar que deben conservarse en nevera para evitar la contaminación y crecimiento de microorganismos", ha especificado.

Es obligatorio indicar las cantidades diarias recomendadas para los animales, así como tener en cuenta que dependen "del estilo de vida, de la temperatura exterior, de si es verano o invierno, etcétera". "No dejan de ser recomendaciones que sirven de orientación. Si el animal se engorda o adelgaza habrá que adaptar las raciones", ha matizado.

Dietas veterinarias

El veterinario ha advertido de que en el caso de alimentos indicados para dietas se debe atender a que se trata de productos "que están indicados para animales con ciertas enfermedades metabólicas o situaciones especiales en las cuales la nutrición puede suponer una ayuda significativa", requiriendo por lo tanto "de un alimento especial". "Deben cumplir con todos los requisitos legales como cualquier otro alimento para animales de compañía, pero también tienen características especiales a nivel de etiquetado, para aportar información tanto al propietario del animal de compañía, como al veterinario que prescribe el producto", ha agregado.

Además, en el caso de los productos específicos de dietas, solo pueden venderse dietas veterinarias que sean conformes "a alguno de los objetivos de nutrición específicos definidos por la legislación y siempre que se cumplan todos los criterios tanto nutricionales como de etiquetado".