Desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Badajoz hemos querido contactar con una experta para que resuelva dudas acerca de una de las situaciones más frecuentes que se pueden dar en las clínicas de pequeños animales durante estas fechas navideñas: Antes de comenzar la entrevista, Carmen Mengibar nos explica que, durante ...
Desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Badajoz hemos querido contactar con una experta para que resuelva dudas acerca de una de las situaciones más frecuentes que se pueden dar en las clínicas de pequeños animales durante estas fechas navideñas:
Antes de comenzar la entrevista, Carmen Mengibar nos explica que, durante estas fechas debido a los estímulos que ocasionan los ruidos generados por los petardos y demás elementos de pirotecnia, algunos perros pueden presentar fobia a estos estímulos.
Aclara que una fobia es un miedo irracional, es decir, una respuesta desmesurada a un estímulo concreto. En el caso de las fobias en los perros, el miedo que el animal siente se relaciona con estímulos que no implican peligros reales, pero a pesar de ello, si el estímulo persiste, el miedo se hace más y más intenso, llegando a provocar reacciones muy extremas y dañinas para el animal y su entorno.
R: Personalmente creo que la herramienta más importante para tener un perro sin problemas de comportamiento es realizar un periodo de socialización correcto en la etapa de cachorros:
Una herramienta muy útil en fobias a ruidos es proporcionarles una zona segura donde refugiarse cuando sientan miedo. Buscaremos un lugar nuevo que pueda servir de escondite, algo que él no vaya a relacionar con su miedo. Un transportín sin puerta o una caja grande podría servir. Si el animal prefiere esconderse debajo de una mesa, la podemos tapar con una manta para intentar aislar más la zona y darles más sensación de seguridad. Igualmente, podemos cubrir el transportín y la caja con la manta. Dentro del refugio se puede colocar una cama que le guste, juguetes, premios… Cualquier cosa que incremente la confortabilidad. Este lugar tiene que estar a su disposición, pero no debemos obligarle a estar allí. Lo mejor es trabajarlo con anterioridad, mostrándole el sitio, jugando y administrándole premios comestibles.
Además, debemos insonorizar el lugar del exterior, en la medida de lo posible. Por ejemplo, cerrando las persianas, las cortinas, las ventanas y las puertas para amortiguar el ruido, aunque nosotros estemos fuera. También podemos poner música tranquila.
Es muy importante NO sacarle a pasear cuando ya se oigan petardos.
A ser posible estar con nuestro perro en los momentos que los que sufra las crisis de fobia, mantener la calma y actuar con naturalidad. Y, si no está demasiado asustado, podemos intentar distraerle con juegos.
Las terapias de modificación de conducta son la base del tratamiento a fobias, son complejas y tienen que adaptarse a cada caso. El procedimiento que suele tener mayor éxito para aliviar los efectos de las fobias implica mucha paciencia, tiempo y perseverancia. Consiste en dos diferentes pautas:
La desensibilización: consiste en acostumbrar al perro al estímulo exponiéndolo a él de forma lenta y progresiva, incrementando el tiempo o la intensidad del estímulo poco a poco para permitir que el perro lo asimile. Si lo hacemos correctamente, en ningún momento el perro llega a mostrar los signos de miedo.
El contra condicionamiento: consiste en enseñarle un comportamiento diferente al que el animal muestra en la situación problemática, como por ejemplo quedarse quieto. En una situación de relajada para el animal y utilizando premios, enseñamos al perro un ejercicio. Una vez aprendido el ejercicio, se practica su realización en presencia del estímulo problemático, premiando al perro por quedarse quieto. Esta técnica resulta más efectiva cuando se combina con la desensibilización.
R: El objetivo del uso de farmacoterapia en las fobias es:
Existen varios grupos de fármacos indicados para el tratamiento del miedo a ruidos en el perro:
Hay otros tratamientos farmacológicos que ayudan en las terapias:
*La acepromacina está contraindicada en el tratamiento de miedos y fobias, ya que disminuye las respuestas motoras, pero no afecta a la percepción sensorial, es decir, el perro no puede moverse pero percibe el estímulo amenazante, por lo tanto, se produce un incremento de ansiedad y un agravamiento de la fobia. Además, desinhibe la conducta agresiva.
Carmen Mengibar Fuentes es veterinaria licenciada por la Universidad de Córdoba (España) en 2007, posee 15 años de experiencia en Clínica Veterinaria de pequeños animales. Desde que finalizó sus estudios, he continuado su formación, especializándose en el campo de la etología realizando el postgrado "Etología clínica de pequeños animales" en Improve y estancias en Ethogroup en Barcelona.
Desde muy pequeña mostró un afecto especial hacia los animales. Antes incluso de saber que quería ser veterinaria, paseaba por la zona residencial donde vivía y con paciencia y mucho tiempo se hizo amiga de los perros más antipáticos. Lo que entonces era para ella un juego, hoy se ha convertido en su profesión: comprender el comportamiento de las mascotas y ayudarlas a ser felices.
Nos gustaría agradecer la colaboración mostrada desde el primer momento por GEMCA (grupo de especialidad en medicina del comportamiento animal de AVEPA) para la realización de esta entrevista.