Desde que en 1906 el Colegio Oficial de Veterinarios de Cáceres obtuviera el reconocimiento como corporación oficial mediante la Gaceta de Madrid, muchos son las iniciativas que ha puesto en marcha el colectivo profesional. "Desde sus comienzos, el organismo colegial se ha guiado por la defensa de la profesión y por nuestro compromiso sanitario con la sociedad", afirma Juan Antonio Vicente, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Cáceres.

Y es que, entre sus objetivos está no solo proteger el sector veterinario, sino además garantizar que la praxis veterinaria preste un servicio a la sociedad para la protección de la salud pública, animal y medioambiental. Precisamente la diversidad de ámbitos de actuación del veterinario es lo que se pretende poner en valor. "A lo largo de los años, la profesión se ha ido diversificando y especializando, la sociedad ha evolucionado y, evidentemente, la veterinaria y la institución colegial también".

Exceso de veterinarios

Evolución que no ha hecho más que evidenciar la trascendencia sanitaria de la profesión veterinaria que, sin embargo, en España presenta una serie de problemáticas, entra las que se encuentra el exceso de veterinarios. "Somos conscientes de que nuestra profesión es imprescindible para la sociedad, pero no podemos negar que actualmente hay una plétora profesional impresionante y desequilibrada", asegura el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Cáceres.

Una labor, la veterinaria, que abarca áreas de actuación múltiples y diversas, todas ellas destinadas a garantizar la salud de la sociedad en su conjunto. "El inicio vocacional del veterinario casi siempre va encaminado hacia la clínica de animales de compañía", afirma Juan Antonio Vicente, y añade: "Ahora bien, existen grandes ámbitos de ejercicio en los que se puede correr el riesgo de dejar de ser competitivos, y de esta manera propiciar que otras especialidades lleguen a cubrirlos". Es el caso del veterinario que ejerce en la salud pública, la producción animal o el medio ambiente. "Son áreas que tenemos que reivindicar y en las que debemos llevar la voz cantante"

Colegiación

Para el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Cáceres, la colegiación no es opcional, es imprescindible. "Un aspecto esencial es el código deontológico que garantiza una buena praxis profesional; sin ella nuestra institución no tendría razón de ser". La pandemia ha puesto a prueba a un colectivo que ha sabido reaccionar, y con creces, a las necesidades de la sociedad en materia de salud. "La ciudadanía no nos ve como sanitarios, en parte porque el político no nos reconoce como tales, no pone en valor la labor que desarrollamos ni nuestra participación en estos años de pandemia".

One Health

Precisamente la veterinaria actual apuesta de manera decidida por la prevención. "En veterinaria contamos con una perspectiva preventivista y global en la sanidad que no comparten al mismo nivel el resto de las profesiones sanitarias que están más enfocadas a los aspectos asistenciales", advierte Juan Antonio Vicente, y continúa: "Esto no es una crítica, de hecho es una gran ventaja contar con diferentes enfoques dentro de la protección de la salud, pero para que esto sea una fortaleza real, hay que escuchar lo que se puede aportar desde cada una de las profesiones sanitarias". Se trata, ni más ni menos, de consolidar el concepto One Health. "Hemos mejorado en cuanto al reconocimiento público, pero aún nos queda mucho por hacer en la difusión de la función sanitaria completa y el papel trasversal que desempeñamos los veterinarios".

Digitalización

Una veterinaria que también ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos incorporando la tecnología más innovadora. "Los avances técnicos y científicos como la digitalización nos abren un mundo de posibilidades totalmente desconocido hasta este momento, el desarrollo de la tecnología tiene un gran potencial y es un motor de progreso en nuestro sector". Prueba de ello es la investigación biosanitaria. "La aplicación de estas innovaciones a la práctica veterinaria conlleva mejoras desde el diagnóstico y el tratamiento hasta la comunicación con el cliente, la monitorización de animales y el control de enfermedades".

Por un lado y en lo que se refiere a la disponibilidad de fármacos de uso veterinario, el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Cáceres se muestra tajante: "El veterinario tiene que disponer de todos los medicamentos necesarios para realizar su actividad, sin discusión. El mejor tratamiento es aquel que prescribe el veterinario y aplica el propio veterinario, con lo cual en su botiquín debe contar con el arsenal suficiente como para realizar tratamientos completos de las patologías en función de su criterio profesional y en la forma en que se determine por ley".

Por otro lado, y en relación con los medicamentos no sujetos a prescripción veterinaria: "No tiene sentido que se puedan adquirir libremente en cualquier tienda de alimentación de animales o incluso por internet, y no puedan ser dispensados en un centro veterinario".

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