El objetivo de la European School of Veterinary Postgraduate Studies (ESVPS) fue la transmisión de conocimiento, el intercambio de experiencias y la creación de una nueva comunidad de profesionales que comparte en su mayoría titulaciones CGCert. Cerca de 300 veterinarios se trasladaron, el viernes y el sábado pasados, hasta Faunia Parque de la Naturaleza para asistir a las diferentes ponencias de la ESVPS Conference España 2016, la primera que se organiza en nuestro país. El programa científico se centró en dos grandes pilares de la medicina veterinaria, como son la medicina interna y la cirugía, en pequeños animales.

Uno de los temas que se trataron fue el de laevaluación clínica del paciente con insuficiencia cardiaca, síndrome clínico caracterizado por una incapacidad del corazón para asegurar la perfusión de los tejidos en cada momento.Mª Josefa Fernández del Palacio (en la imagen), profesora titular del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la Universidad de Murcia, responsable del Servicio de Cardiorrespiratorio del Hospital Veterinario de la Universidad de Murcia y presidenta del Comité Científico de la ESVPS Conference España 2016, describió que, en la mayor parte de los pacientes, está ocasionada por lesiones que afectan al pericardio, al miocardio, al endocardio, a las válvulas o a los vasos sanguíneos. El abordaje clínico de estos pacientes deberá ir encaminado, inicialmente, a la detección de la cardiopatía, seguido de la identificación y finalmente la determinación de la severidad de la misma. Este último aspecto contribuirá a que el clínico pueda emitir un pronóstico e instaurar el tratamiento. Fernández del Palacio hizo hincapié en que todo hay que plasmarlo en la historia clínica y en que, cuando se han interpretado los síntomas, hay que pensar en hacer “diagnósticos diferenciales”. A su juicio, el examen físico es algo que se aprende en consulta, más allá de los libros.

Giordana Zanna, responsable del Servicio de Dermatología del Instituto Veterinario de Novara (Italia), abordó el tema de la alopecia en gatos y perros por enfermedades del folículo piloso. Subrayó que el de la alopecia es un problema muy generalizado, pero que no está bien enfocado. “Hay que aprender a leer los signos a través de la patogenia. No sólo hay que mirar, sino que hay que interpretar. Además, existen ‘perlas clínicas’ para un abordaje correcto”, expuso. Aseveró que la piel comparte muchas informaciones con otras especialidades en general y que es muy importante para las interacciones sociales. De acuerdo con sus palabras, en condiciones normales, se sintetizan los melanosomas en los melanocitos y se transfieren a los queratinocitos a lo largo de los filamentos de actina. Comentó que los investigadores han visto que, cuando hay un problema de alopecia, hay un fallo en los filamentos de actina. Glosó que las enfermedades más características de esta práctica clínica son la dermatofitosis, la demodicosis y la foliculitis bacteriana. Insistió en que la biopsia, que ofrece mucha información tanto en las alopecias inflamatorias como en las no inflamatorias, es la última herramienta a utilizar, cuando los hallazgos clínicos no son suficientes para identificar la enfermedad. Con todo, el manejo de las alopecias debe basarse en un abordaje amplio y flexible basado en un esquema racional de administración de fármacos, dependiendo de la enfermedad diagnosticada.

Otra interesante ponencia fue la de Valle Sánchez Ráez, diplomada en Fisioterapia y licenciada en Veterinaria, directora del servicio de rehabilitación de numerosas clínicas veterinarias de la Comunidad de Madrid, sobre fisioterapia en el paciente geriátrico y sobre la importancia en el manejo de la osteoartrosis. Destacó que el dolor por osteoartrosis se produce por el deterioro del cartílago articular y que el 20% de la población canina padece esta enfermedad. En los gatos, la incidencia es de hasta el 99%. Muchas veces, ésta no se diagnostica. “No solemos evaluar a los animales que presentan una osteoartrosis leve. El dolor es el primer síntoma que aparece, aunque la enfermedad se da antes. Se trata en su mayoría de animales geriátricos”, indicó. Recomendó que cada vez que un animal vaya a vacunarse a la clínica a partir de los 5-6 años se palpe la columna. “Os va a sorprender el número de animales que tienen dolor. Si conseguimos anticiparnos a ese problema, la calidad de vida de ese animal va a mejorar de manera exponencial. Cuando se diagnostica precozmente la osteoartrosis, el índice de satisfacción del propietario es muy alto”, aseguró. “En el caso de la osteoartrosis, el diagnóstico temprano es fundamental. Para mí, es muy importante la observación. Mi forma de trabajo es muy tranquila. Tengo por costumbre recibir al animal fuera de la clínica, porque ésta no es su hábitat natural. Para el diagnóstico, lo más importante es la observación, la anamnesis y la exploración del paciente. Los perros que no entran al interior y viven en un jardín, en invierno tendrán más complicaciones. A día de hoy, no existe un método establecido para valorar el dolor ni en medicina humana ni en veterinaria”, sostuvo. Dejó claro que hay que ver la osteoartrosis como un proceso crónico y que es necesario un manejo multidiscipliar. El dolor es un síntoma, no es el problema. Así, es fundamental que, en cuanto se detecten los primeros síntomas, se instaure un tratamiento. “De lo contrario, nos metemos en un círculo vicioso que se retroalimenta”, advirtió. También apuntó a que un enfoque importante del tratamiento de la fisioterapia es mantener masa muscular. Asimismo, se mostró sorprendida con los beneficios de las células madre en proceso de osteoartrosis. “Es recomendable empezar con sesiones de corta duración y no debemos olvidar establecer recomendaciones al propietario. Por ejemplo, poner ayudas como rampas para subir al coche, cuando éste es alto”, ultimó.

Éstos, y otros temas sobre los que profundizaremos en nuestra edición en papel, se abordaron en la ESVPS Conference España 2016.