Irene Alfonso (Hospital Veterinario Conde Orgaz, Madrid) Irene Alfonso lleva 10 años ejerciendo lo que más le gusta: la veterinaria. Su espíritu de emprendedora le ha llevado a dirigir varias clínicas veterinarias, hasta que hace cuatro años dio el salto e inauguró el Hospital Veterinario Conde Orgaz. "Estoy al frente de ...
Irene Alfonso (Hospital Veterinario Conde Orgaz, Madrid)
Irene Alfonso lleva 10 años ejerciendo lo que más le gusta: la veterinaria. Su espíritu de emprendedora le ha llevado a dirigir varias clínicas veterinarias, hasta que hace cuatro años dio el salto e inauguró el Hospital Veterinario Conde Orgaz. "Estoy al frente de un hospital veterinario 24 horas en el que atendemos a perros y gatos con diversas patologías. Mi especialidad es la dermatología, obteniendo el Certificado por la European School of Veterinary Postgraduate Studies en 2011".
La dermatología es una de las especialidades más demandadas, pues cada vez hay más pacientes tanto caninos como felinos con problemas de piel. "En 2011, cuando me certifiqué, aun había pocos veterinarios especializados en esta rama. Afortunadamente hoy en día somos muchos los veterinarios con formación especializada, disponiendo incluso de centros veterinarios exclusivamente dermatológicos".
Pero no solamente la especialización es importante, sino que el veterinario destaca también por contribuir a la prevención y al mantenimiento de la salud tanto de animales como de personas. "En concreto en el área de medicina de pequeños animales, somos los responsables de mantener sanos a las mascotas -que se han convertido en un miembro más de la familia-, y de esta forma prevenir la zoonosis, es decir, la transmisión de diversas enfermedades de mascotas a personas". En este punto son clave la medicina preventiva y la educación sobre vacunación y desparasitación.
Una labor, la del veterinario, que ha sido esencial durante la pandemia. "Sí que hemos notado el reconocimiento a nuestro trabajo por parte de la sociedad, no así por parte del Gobierno", asegura Irene Alfonso, y añade: "Al principio del Covid-19, ni siquiera se nos tuvo en cuenta como servicio esencial ni como servicio sanitario que somos. Sí se nos tuvo en cuenta cuando hacía falta material clínico, batas, guantes, jeringas etc. y hasta nuestros respiradores".Todo este trabajo fue desarrollado por el colectivo como parte de su labor sanitaria, sin embargo, nunca fue reconocido públicamente. "Creo que el Gobierno sabe que somos sanitarios, simplemente prefiere no decirlo en alto".
Verónica Jiménez (HUVEMUR, Murcia)
Verónica Jiménez es veterinaria del Servicio de Urgencias y Hospitalización de HUVEMUR, además de tener su área de interés en diagnóstico por imagen, concretamente en TAC. "El trabajo veterinario diario en el hospital se divide en dos partes: por un lado, la atención de consultas de urgencias y diagnóstico de animales que son remitidos para hospitalización por otras clínicas socias y colaboradoras, y, por otro lado, el control de los animales que se encuentran en el servicio de UCI y de hospitalización".
El servicio de urgencias es una especialidad en continua evolución. "Cada día se apuesta más por mejoras tecnológicas, tanto para el diagnóstico de patologías como para el control de pacientes en UCI". Por ello, un hospital debe de contar con tecnología de última generación: ecógrafo, aparato de radiología digital directa, analizadores de parámetros sanguíneos y bioquímicos, medición de electrolitos y equilibrio ácido-base, analizadores urinarios, torre de anestesia inhalatoria con ventilación mecánica, monitor multiparamétrico, bombas y jeringas de infusión, pulsioxímetro, etc. "Nosotros, además de disponer de toda esa tecnología, incorporaremos en breve un nuevo servicio de diagnóstico por imagen mediante Tomografía Axial Computerizada (TAC) de 32 cortes, uno de los más avanzados en la zona de levante".
Durante el confinamiento por el Covid-19 aumentó el número de animales con enfermedades avanzadas. "Esto fue debido principalmente a la desinformación de los propietarios que dejaron de acudir a sus centros habituales, así como por la discontinuidad de las pautas vacunales que favorecieron enfermedades infecciosas, y la falta de esterilizaciones preventivas, provocando un aumento de patologías reproductivas".
Mari Carmen Martínez (Clínica Veterinaria Happy Pets, Murcia)
Mari Carmen Martínez terminó la carrera hace 15 años, y hoy en día está al frente de la Clínica Veterinaria Happy Pets, además de ser directora veterinaria de HUVEMUR. "Desde que finalicé los estudios en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia, comencé a trabajar en la clínica de pequeños animales como empleada. He sido una privilegiada porque he podido estar todos estos años en la misma empresacreciendo y madurandoprofesional y personalmente". Happy Pets cuenta además con un consultorio satélite a 15 km de la clínica principal situado en la Urbanización Camposol. "También pertenecemos como socias al Hospital de Urgencias de la Región de Murcia, proyecto pionero en cuanto a remisión de urgencias. Estos dos proyectos me ilusionan y me hacen estar siempre muy activa como profesional".
Mari Carmen Martínez se ha especializado en medicina felina a través de un Postgrado en esta especialidad, la acreditación en la International School of Veterinary Postgraduate Studies (ISVPS) y un Curso superior de Posgrado en Medicina y Cirugía Felina en la Universidad Veterinaria CEU-UCH. "La formación continuada es una pieza angular en la profesión veterinaria, tanto como generalista como especialista", asegura, y advierte: "Debemos de estar al día de todas las novedades terapéuticas para poder mejorar en los diagnósticos y tratamientos". Gracias, precisamente, a estos avances, se ha alargado mucho la esperanza de vida de las mascotas.
¿Cómo evoluciona la especialidad felina? "Parece ser que laboratorios e investigadores están apostando por la especie felina y se están desarrollando muchas líneas de investigación para la aparición de nuevos fármacos. Hay estudios bastante prometedores sobre el tratamiento de la peritonitis infecciosa felina que están dando buenos resultados". A ello se suma la creación de anticuerpos monoclonales específicos de felinos para ciertas patologías como la artrosis. "En un futuro, se esperan vacunas felinas que reduzcan el riesgo de sarcomas asociados al punto de inyección (SAPI) reduciendo la cantidad a inocular y estudiando nuevos adyuvantes".
Sara Trancón (Centro Veterinario Arakela, Madrid)
Sara Trancón es veterinaria colaboradora en docencia práctica en el Servicio de Oncología del Hospital Clínico Veterinario Complutense y desde 2016 también es propietaria del Centro Veterinario Arakela en Madrid. "Fue un gran salto, ya que invertí todo a nivel personal, emocional y económico para perseguir mi sueño. Los inicios son siempre duros, pero, a día de hoy, no puedo estar más contenta de haberme lanzado a la piscina y de seguir avanzando en este proyecto que para mí es ilusionante".
Sara Trancón se define esencialmente como especialista en oncología. "El hecho de haberme formado en diagnóstico citológico y cirugía oncológica me permite hacer todo el seguimiento del paciente: desde la toma de muestras citológicas, hasta la interpretación de las mismas y el tratamiento". Precisamente, esa relación tan estrecha profesional-paciente genera un vínculo que es absolutamente especial. "Es muy bonito poder ayudar y hacer más fácil el camino. Eso sí, la carga emocional también es amplia, ya que es imposible que no se te rompa un poquito el corazón con cada marcha".
Entregada y dedicada a su profesión, Sara Trancón nos cuenta cuáles han sido los cambios en la praxis veterinaria en los últimos años. "En oncología, sin duda, destacaría la introducción de la electroquimioterapia, y dentro de muy poquito la incorporación de los tratamientos de radioterapia".
Con el Covid-19 todo cambió, también, y, especialmente, la veterinaria. "Estuvimos al pie del cañón, tal y como tocaba. A pesar de los riesgos que experimentamos y la falta de protocolos, siempre me gusta sacar lo positivo de cada situación. Por un lado, resaltaría el hecho de que aprendimos a tener una mayor organización, y, por otro, la gente comenzó a respetar más las citas para intentar que todo fuese lo más seguro posible".
Sandra Nicolás (Clínica Veterinaria Distrito Animal, Murcia)
a trayectoria de Sandra Nicolás comienza en 2013, cuando decide dedicarse a su gran pasión: la medicina veterinaria. "Dentro de la clínica de pequeños animales, mi principal interés ha sido la medicina interna, concretamente en estos últimos años la felina".
Y es que esta especialidad veterinaria está en auge por varios factores. "Debido sobre todo al ritmo de vida que hace que cuidar a un gato sea mucho más fácil, lo cual ha incrementado su tenencia en casa y por lo tanto sus cuidados médicos". Ella desarrolla su labor en la Clínica Veterinaria Distrito Animal, en pleno centro de Murcia. "Existen cada vez más clínicas orientadas a cubrir las necesidades y particularidades de este tipo de mascotas, incluyendo el conocimiento profundo de sus patologías y cuidados".
¿Cómo contribuye la praxis veterinaria a la salud de la población en su conjunto? "Nuestra labor, aunque no trabajemos en sanidad directamente, repercute sobre la salud pública, ya que al prevenir a los animales también preservamos la salud de las personas tenientes de las mascotas". A ello hay que sumarle el vínculo tan estrecho a nivel emocional que existe entre el propietario y el animal. "El mantenimiento saludable de las mascotas influye en la salud emocional de los propietarios. No debemos olvidar que es un miembro más de la familia".
Lali Rojo (Clínica Veterinaria Happy Pets, Murcia)
Nos vamos hasta Mazarrón para conocer la Clínica Veterinaria Happy Pets, donde Lali Rojo lleva trabajando desde 2019. "Soy veterinaria generalista y responsable del Servicio de Fisioterapia. Con esta última tratamos de devolver al animal a un estado lo más parecido posible al que se encontraba previo a la lesión". Los avances técnicos se suceden en una medicina, la veterinaria, que crece a pasos agigantados. "La última incorporación en nuestra clínica es la terapia láser en la cual también me estoy formando, ya que no se trata de una herramienta que únicamente se puede utilizar para la rehabilitación,si n oque también es aplicable a otros ámbitos".
Entre las tareas como veterinaria generalista, Lali Rojo realiza vacunaciones, desparasitaciones, consultas, hospitalizaciones, cirugías y diagnóstico por imagen. "Somos un equipo y nos apoyamos mucho unos a otros". Este apoyo fue clave durante los meses de pandemia. "Hemos estado desde el minuto uno al servicio de nuestros pacientes como sanitarios que somos".
Y a pesar de la entrega y la dedicación, el colectivo no se ha visto reconocido socialmente. "Aflora entre nosotros un sentimiento de tristeza porque no se nos ha valorado todo lo que nos merecíamos y porque no se nos ha tenido en cuenta hasta mitad-final de pandemia, cuando se ha visto la importancia del profesional veterinario en la toma de decisiones del Covid-19". Claro está, pero ese respeto también tiene que surgir de los propios profesionales, es decir, de dentro. "Lo primero que tenemos que hacer es valorarnos entre nosotros. Tenemos que partir del respeto hacia la labor del profesional veterinario para que los demás así lo hagan".
Miguel Ángel Marín (Centro Veterinario Los Molinos, Madrid)
Los Molinos es un municipio de apenas 4.000 habitantes de la Sierra de Madrid. Hasta allí nos desplazamos para conocer la historia de Miguel Ángel Marín. "Llevaba varios años siendo veterinario, pero hasta el 2000 no compré el Centro Veterinario Los Molinos. También soy profesor asociado en el Servicio de Neurología del Hospital Clínico de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense".
Altamente cualificado, Miguel Ángel Marín dedica su día a día a atender la clínica diaria de pequeños animales, haciendo hincapié en la medicina preventiva y en la Atención Primaria. "Hay que derivar a los centros de referencia todo aquello de lo que no nos podemos hacer cargo. También en nuestro centro tenemos dedicación especial a la consulta de neurología".
La medicina de pequeños animales ha avanzado de manera espectacular. "Desde las vacunas de la leishmaniosis hasta la utili zación generalizada de la terapia con láser. En estos años, también he sido testigo de la aparición de especialidades como la etología veterinaria y la fisioterapia, fundamentales para nuestros pacientes, pero también para nuestros clientes". En cuanto a la tecnología, destacan la tomografía computerizada y la resonancia magnética que se aplican tanto en el diagnóstico como en los tratamientos.
Una profesión en pie por y para la sociedad, pero que, sin embargo, no ha sido plenamente reconocida. "El Gobierno nos ha ninguneado siempre, también durante la pandemia. Todos los veterinarios nos pusimos a disposición, facilitando material y cualquier cosa que se nos pidió", asegura el dueño del Centro Veterinario Los Molinos, y añade: "A cambio, recibimos tan sólo el agradecimiento sincero del personal de los hospitales a los que acudíamos a donar todo el material del que disponíamos".
Pese a todo ello, la sociedad sí que supo reconocer el gran esfuerzo realizado por parte de los profesionales veterinarios. "La sociedad nos ha agradecido que hayamos estado ahí en todo momento para atender a sus mascotas".
Puedes leer el artículo completo en el PDF adjunto.