Elisa Reyna sabe bien que vender una clínica no es un proceso sencillo: "más allá de lo emocional, si se quiere tomar una decisión racional no es fácil. Los negocios son como nuestros hijos. Lo mejor para tomar una decisión adecuada es saber de qué estamos hablando y una vez que tienes el dato, decidir".

Quizá fuese uno de los motivos que llevó a esta veterinaria con más de un lustro de experiencia en la compraventa de clínicas a fundar Ayudavets a finales de 2021. Fue entonces cuando, cuenta, sale del grupo MiVet, a mediados de noviembre de ese año, con la firme idea de alcanzar su propósito: "crear un mundo mejor para las mascotas". Lo está haciendo a través de Ayudavets y gracias a su trabajo y al del resto de miembros del equipo: Noel Castillo, Javier León, José Fernández y Elena Decataldo.

A sus 45 años, Reyna ya ha montado siete empresas de todo tipo dentro del sector: desde la distribución; una central de compras (Petuky); tiendas online; físicas, y hasta también dentro de grandes cadenas como El Corte Inglés. Así que decidió coger toda esa experiencia propia y la específica de compraventa de los últimos años y ponerla "al servicio de los veterinarios".

"Les digo que me he pasado al lado de la luz", confiesa mientras esboza una sonrisa. "En vez de asesorar a fondos de inversión, asesoro al veterinario. Sé lo que piensan, lo que tienen… les aporto valor", añade Reyna. Más aún cuando el sector, analiza, "está cambiando bastante".

Al respecto, hay dos grandes escenarios que abarca Ayudavets. Por un lado, da servicio de compraventa de clínicas a grandes grupos que, según dice, "es el que más funciona ahora mismo" y que conoce en profundidad también "en la parte financiera" tras adquirir los conocimientos de gestión en un MBA cursado en Barcelona.

Por otro, la empresa se apoya en cuestiones legales en el despacho de abogados Pérez-Llorca, en que el reciben asesoramiento de fusiones y adquisiciones gracias a la hermana de Reyna, que trabaja en este bufete, consiguiendo dar un "soporte completo para los vendedores y muy cercano ya que yo soy veterinaria".

Precisamente, la parte en la que más cómoda se siente es la que engloba al profesional. "Me cuesta menos empatizar con él que un despacho de abogados", reconoce. De ahí que su recién creada empresa también tenga un servicio específico para veterinarios independientes, ayudándoles en tareas de gestión, digitalización o marketing, entre otras áreas.

Como equipo que son, "es ayudamos en lo que podemos", agrega. "Ahora nos enfocamos a conseguir ayudas: con el tema del kit digital, subvenciones locales a la digitalización, que subvenciona el 75% de cuota del registro de marca…", pone como algunos ejemplos de lo que hace Ayudavets.

Si bien en la parte de gestión, explica, de momento se enmarcan en ayudar en las zonas de Andalucía, Madrid y Cataluña porque creen en una "gestión presencial: para ayudar a una clínica hay que ir, estar, ver cómo está la gente…", prosigue.

El equipo que conforma la empresa está constituido "mayormente" por veterinarios o gente del sector, aclara. "Casi todos hemos sido propietarios de clínicas, con lo cual sabemos de lo que hablamos. Y también la experiencia de cuatro de nosotros, que hemos trabajado en grandes grupos. Tenemos una experiencia de los dos lados".

Por todo lo anterior, es por lo que Reyna impulsó esta startup: "es una decisión súper dura a nivel emocional, una decisión que hay que tomar con la cabeza porque con el corazón no se haría".

Nuevos proyectos en 2022

Ayudavets continúa y lo hará, si no hay imprevistos, con la expansión de su red de asesores en Oviedo y Valencia. Aunque una de las áreas donde van a poner más énfasis va a ser en la distribución. "Debería diferenciarse en los servicios que ofrece", analiza.

Por eso están en conversaciones que grandes distribuidores, como Centauro, para ofrecer servicio a sus clientes. De hecho, Reyna alude al programa `Gold´ de esta distribuidora para asegurar que ya "cree en este modelo" que se basaría en una "simbiosis comercial entre clínicas y distribuidoras dando servicios".

¿Hacia qué modelo va el sector en España?

Reyna pasó parte de su trayectoria profesional (de 2000 a 2003) en Inglaterra. Sabe, porque lo conoce, que el modelo británico "es un poco exagerado" al estar acaparado casi mayoritariamente por grandes compañías. En cambio, sí que ve un ejemplo a seguir en el que se aplica en los Estados Unidos, que "está consolidado al 50%".

Aunque alberga sus dudas porque en España "hay mucha clínica pequeña", es decir, aquella que tiene tres personas o menos que la sacan adelante. Sí que ve en las clínicas de mediano tamaño un camino que las obliga a "mejorar para no sufrir" o bien acabarán vendiendo sus negocios a grandes compañías.

Emprendedora por naturaleza

La veterinaria reconoce además que ya está inmersa en nuevos proyectos. Mascoverso es uno de ellos: una empresa B2C "para lo que pueda necesitar un propietario final", desde píldoras de formación, directorios o cuestiones relacionadas con seguros. Según adelanta, "está en marcha y saldrá este año".

Otra de las ideas que quiere materializar es una aplicación similar a una Fitbit (pulsera de actividad) para mascotas junto a una neotech (empresas de base tecnológica), con el objetivo final de poder medir parámetros como "dolor, ansiedad o epilepsia". Todo ello aplicando nuevas tecnologías como Inteligencia Artificial o Machine Learning y en colaboración con el veterinario colaborador en el Hospital Veterinario Puchol, Miki Cabezas.