Cuando estaba en tercero de veterinaria, María Pérez Hernández, miembro del Servicio de Neurología/Neurocirugía y Rehabilitación de Fénix HV, de Elche (Alicante), y de la Clínica Veterinaria Natura, en San Javier (Murcia), tuvo su primera toma de contacto, casi sin querer, con esta especialidad de rehabilitación. Una perrita, a la que ...
Cuando estaba en tercero de veterinaria, María Pérez Hernández, miembro del Servicio de Neurología/Neurocirugía y Rehabilitación de Fénix HV, de Elche (Alicante), y de la Clínica Veterinaria Natura, en San Javier (Murcia), tuvo su primera toma de contacto, casi sin querer, con esta especialidad de rehabilitación.
Una perrita, a la que posteriormente adoptó, había sido atropellada y presentaba paraplejía con pérdida de sensibilidad profunda, debido a una fractura vertebral. En este momento, como no podía ser de otra manera, quiso hacer todo lo posible para que ella volviera a caminar, a pesar de que los pronósticos que le dieron los veterinarios que la exploraron habían sido bastante desfavorables. "En ese momento, frustrada por las malas noticias, comencé a buscar información sobre rehabilitación y me esforcé no solo en aplicar fisioterapia a esta perrita, sino en tratar de ofrecerle una mejor calidad de vida y que disfrutara todo lo que pudiera, a pesar de su minusvalía", comenta María Pérez. Como ella misma señala, eran otros tiempos y los perros (o los animales, en general) parapléjicos no tenían muchas opciones.
Por este motivo, y "con ansias por aprender más sobre este tema para poder ayudar a otras mascotas que se encontraran en unasituación similar", buscó un centro de rehabilitación donde poder formarse y profundizar más en esta especialidad. "Desgraciadamente, no encontré ninguna oportunidad ni en España ni en Europa, por lo que me vi obligada a viajar a Estados Unidos. Lo encontré en Aiken (Carolina del Sur), donde María Glinski, veterinaria, me abrió las puertas de su centro, para poder ver, por primera vez, un hospital especializado en rehabilitación, acupuntura, quiropráctica y medicina deportiva en pequeños animales", destaca. Una experiencia que supuso un punto de inflexión, tanto en su vida personal como en su carrera profesional. "Un giro de 360º respecto a todo lo que había visto relacionado con la medicina veterinaria hasta ese momento, por lo que decidí volcar mi profesión a esta especialidad", concluye orgullosa.
A partir de este momento, vino todo lo demás. El certificado en rehabilitación veterinaria por la Universidad de Tennessee y Scholss Seminars, en 2008; la puesta en marcha, ese mismo año, de su propio centro de rehabilitación veterinaria, la Clínica Veterinaria Fisiovet, en Murcia; el certificado en Quiropráctica Animal (AIQA), en el año 2010, y el traspaso de dicha clínica en 2012 para viajar a EEUU y continuar su formación en el campo de la neurología veterinaria. "Es entonces cuando realicé un internado de especialidad en neurología (2012-2013) y residencia en neurología y neurocirugía (2013-2017) en la Universidad de Mississippi State (USA), donde completé los credenciales del ACVIM (Neurología/ Neurocirugía)". Además de la docencia y colaboraciones en diversos programas de formación avanzada en neurología.
Diagnósticos complicados
Porque como señala María Pérez, desde pequeña siempre había mostrado mucha curiosidad e interés por esa parte de la neurología en la que un paciente, humano o no, volvía a caminar después de haber perdido la movilidad de sus extremidades. "Con la rehabilitación comencé a experimentar esto en mis pacientes neurológicos y cada vez me remitían más casos. De hecho, yo creo que la rehabilitación va de la mano de especialidades, como son la neurología, la traumatología o los cuidados paliativos", afirma.
La experiencia con sus pacientes le vino a demostrar que muchos de ellos volvían a caminar sin fisioterapia, solamente recibiendo el tratamiento instaurado por el neurólogo, ya fuera un tratamiento quirúrgico o médico, por lo que la combinación de ambas especialidades puede garantizar el éxito de la terapia. De ahí la importancia de hacer un buen seguimiento para poder detectar, desde el principio, qué pacientes no progresan como deberían y tratar de desarrollar un manejo adecuado. "La clave para ofrecer al paciente eurológico con dificultades motosensoriales la mejor opción terapéutica es el seguimiento desde el principio, para proporcionarles el mejor tratamiento con ejercicios de rehabilitación, con accesorios específicos o educando al propietario en el cuidado de su mascota", destaca.
Un papel, el de los dueños de los animales, que también es fundamental en dicha recuperación, ya que, según nos indica la especialista, las atenciones y el manejo en casa del paciente de rehabilitación van a ser parte del plan de rehabilitación creado para éste. Si bien, cada plan está adaptado, meticulosamente, tanto para la mascota como para su propietario. "Las consideraciones serán diferentes para cada caso, ya que, por ejemplo, el plan de rehabilitación será diferente para un paciente de 60 kilos que vive en un tercer piso sin ascensor con un propietario que tiene limitaciones físicas, que para otro de 4 kilos, que vive en un bajo y con propietarios con total disponibilidad. Respecto a los ejercicios en sí, suelen ser sencillos y se van modificando a lo largo de la evolución del paciente", afirma.
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