La veterinaria y especialista en cardiología, Iolanda Navalón, ha explicado que la hipertensión arterial pulmonar está influenciada por el flujo sanguíneo pulmonar, la resistencia pulmonar vascular y la presión venosa pulmonar. La hipertensión pulmonar se clasifica en hipertensión arterial pulmonar y venosa pulmonar.

Respecto al flujo sanguíneo pulmonar, da lugar a enfermedades congénitas, la resistencia vascular periférica produce disfunción endotelial pulmonar, remodelación vascularización pulmonar, inflamación perivascular, obstrucción vascular intraluminal, aumento de viscosidad en la sangre, rigidez en la pared arterial y destrucción parénquima pulmonar, mientras que la presión venosa pulmonar, "produce enfermedad cardiaca izquierda (disfunción sistólica o diastólica VI, obstrucción de entrada, enfermedades valvulares…)".

La experta ha hablado también de la presión de acuñamiento y la resistencia, y de la fisiopatología, "si tenemos un aumento del nivel de presión en el corazón, el ventrículo derecho va a trabajar más por ello y al final acaba hipertrofiándose y perderá su elasticidad, puede llegar a dilatar y aumentar el atrio derecho, y si ello supera la presión, podemos tener signos de insuficiencia cardiaca y situaciones complicadas".

La experta ha nombrado el consenso (consensus) de hipertensión pulmonar, cuyo propósito es dar un enfoque multidisciplinar para el diagnóstico, tratamiento y monitorización de la hipertensión pulmonar en perros. La clasificación consensus ACVIM 2020 realiza una división: grupo 1, hipertensión arterial pulmonar; grupo 2, enfermedad cardiaca izquierda; grupo 3, enfermedad respiratoria; grupo 4, émbolos pulmonares; grupo 5, enfermedad parasitaria; grupo 6, trastornos multifactoriales.

En cuanto a la presentación clínica, Iolanda Navalón ha explicado que es de naturaleza insidiosa, de aparición lenta y sin síntomas evidentes. Aparece tos, disnea, intolerancia al ejercicio, síncopes, insuficiencia cardiaca derecha, izquierda y soplo sistólico.

Las pruebas diagnósticas se basan en radiografías, donde se ve la hipertrofia excéntrica VD y en casos graves, la disminución del VI por el llenado ventricular insuficiente. Los objetivos del tratamiento son "reducir la presión pulmonar, mejorar los signos clínicos, la calidad de vida e identificar y tratar los problemas asociados". Y entre los fármacos se ha hablado de sildenafilo, pimobendan, milrinona, inhibidores de la tirosina quinasa. "En perros, sólo hay un único estudio con efectos adversos", según la experta.

El pronóstico varía, según la causa subyacente y la respuesta al tratamiento. La experta ha comentado que puede haber factores pronósticos negativos (disfunción grave del vehículo derecho, insuficiencia cardiaca derecha, niveles elevados de NT-proBNP) y el pronóstico disminuye con la gravedad y la cronicidad, la hipertensión pulmonar crónica conduce a una remodelación vascular permanente.