Los posibles tratamientos adyuvantes a la cirugía en el abordaje terapéutico de la hernia discal

Este estudio realizado a 63 perros con hernia de disco intervertebral no demostró ningún beneficio del uso de polietilenglicol o succinato de metilprednisolona comparados con placebo como tratamientos complementarios a la descompresión quirúrgica en perros con hernia discal toracolumbar aguda severa, tratados en las primeras 24 horas tras el inicio de la parálisis.

21/06/2016

La hernia discal intervertebral aguda es una causa común de lesión medular en perros. El daño medular es consecuencia de efectos primarios (compresión y contusión) y secundarios (cambios bioquímicos que hacen progresar el daño medular). Actualmente, no existe un tratamiento médico probado que ayude a tratar esos efectos secundarios. Se ...

La hernia discal intervertebral aguda es una causa común de lesión medular en perros. El daño medular es consecuencia de efectos primarios (compresión y contusión) y secundarios (cambios bioquímicos que hacen progresar el daño medular). Actualmente, no existe un tratamiento médico probado que ayude a tratar esos efectos secundarios. Se ha propuesto el uso de succinato sódico de metilprednisolona (MPSS, siglas en inglés) y de polietilenglicol (PEG) como neuroprotectores, pero el uso de ambos es controvertido, ya que estas sustancias no se han evaluado en estudios aleatorizados, ciegos y controlados con placebo en perros.

El objetivo de este ensayo clínico multicéntrico, prospectivo aleatorizado, ciego y controlado con placebo era evaluar la seguridad y eficacia de MPSS y PEG como tratamientos adyuvantes a la descompresión quirúrgica en perros con daño medular severo causado por hernia discal aguda.

Se incluyeron perros <20 kg y edad entre 2-10 años con hernia discal toracolumbar aguda causando parálisis y pérdida de nocicepción (dolor profundo) en las 24 horas anteriores. Tras confirmar la hernia discal mediante diagnóstico por imagen, todos los perros fueron sometidos a una hemilaminectomía descompresiva. Los perros fueron aleatorizados a recibir MPSS, PEG o placebo (suero salino fisiológico), que fueron suministrados de manera ciega a los investigadores. Todas las medicaciones se administraron en forma de 2 bolos intravenosos e infusión continua intravenosa.

Las variables primarias fueron la función neurológica y la capacidad para andar a las 12 semanas, que se evaluaron usando una escala de marcha (open field gait score). Las variables secundarias fueron el posicionamiento propioceptivo, la presencia de nocicepción y los resultados de la escala a las 2, 4, 8 y 12 semanas. Se incluyeron 63 perros, de los cuales el 47.6% (30 de 63) recuperaron la capacidad de andar y el 50.8% (32 de 63) la nocicepción, al final de las 12 semanas del estudio. No se observaron diferencias significativas entre los 3 grupos de tratamiento para ninguna de las variables primarias o secundarias evaluadas (Tabla). Once perros (17.5%) desarrollaron mielomalacia y fueron eutanasiados durante la primera semana, sin mostrar diferencias entre los grupos (P = 0,32).

Este ensayo clínico prospectivo no demostró ningún beneficio del uso de MPSS o PEG comparado con placebo como tratamientos adyuvantes a la descompresión quirúrgica en perros con hernia discal toracolumbar aguda severa tratados en las primeras 24 horas tras el inicio de la parálisis. Tanto el tratamiento con MPSS como el tratamiento con PEG fueron bien tolerados. El número de perros que desarrolló mielomalacia fue elevado, sin diferencias significativas entre los 3 grupos de tratamiento. (…)

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