Cristina Hernández ejerce de forma conjunta como veterinaria en el ámbito de producción y en clínica de pequeños animales. Al frente de COTEVE, centro clínico veterinario en la provincia de Teruel, atiende a mascotas en el ámbito rural. ¿Cómo se vive la especialidad en el contexto que te rodea? "En la zona rural es complicado hablar de especialidad. Considero muy importante el trabajo en equipo tanto dentro de la clínica como con profesionales de otros centros que tanto nos ayudan en el diagnóstico y el seguimiento de los casos".

Y es que la integración en equipos multidisciplinares es fundamental. "Agradezco la aportación de otros compañeros. Es más, saber remitir un caso a tiempo puede salvar a la mascota, y el propietario agradece esa decisión".

En cuanto a la prevención, considera que "son esenciales los planes vacunales y desparasitación, además de las esterilizaciones preventivas. Nuestra prioridad es controlar enfermedades emergentes y hacer una vigilancia activa de enfermedades transmitidas por vectores". Este tipo de afecciones cada vez son más frecuentes, de ahí la necesidad de concienciar a los propietarios de su importancia, pues se pueden transmitir a personas, como es el caso de la leishmaniosis.

En este sentido hay grandes avances. "La ciudadanía en general está más mentalizada y toma medidas preventivas al respecto", nos comenta Cristina Hernández, y añade: "En muchos casos el tratamiento puede ser muy variable o incluso ya es tarde para instaurarlo debido al avance de la enfermedad".

Prevenir antes que curar, nunca mejor dicho. Y es que mediante la prevención de zoonosis protegemos a la población. "Hay que destacar aquí el papel del veterinario en salud pública, integrando el concepto de One Health dada la convivencia e interacción entre personas, animales y el medio ambiente".

¿Es internet un aliado o un competidor? "Es muy habitual que antes de venir a consulta los propietarios se informen por internet, pero siguen confiando en el trato personalizado de un profesional. Se dan cuenta de que la información puede no tener mucha fiabilidad, además de que cada paciente requiere una atención individualizada en función de su historia clínica, edad o síntomas".

Apostar por el trato personalizado, más aún en la zona rural. "Aquí se sigue promoviendo una relación estrecha, personal y de confianza recíproca entre el veterinario y el cliente". Cristina Hernández bien lo sabe, pues COTEVE hasta el año pasado era un consultorio veterinario para ofrecer la atención sanitaria a los animales de los pueblos de alrededor. ¿Qué cambios ha traído el Covid-19? "Muchas personas han vuelto al pueblo, y son conscientes de la importancia de los protocolos de desparasitación, sobre todo de parásitos externos. Estos cambios y movimientos nos hacen ver parásitos en la zona que antes no eran habituales".

A nivel de la profesión, "creo que hay mucho por hacer en el ámbito de los tratamientos antibióticos y las resistencias. Tenemos que hacer las prescripciones correctamente y realizar un uso racional de las mismas", asegura Cristina Hernández.

Se despide no sin antes apuntar algunas cosas pendientes. "Trabajar más en la prevención y en el uso de vacunas, puesto que ya se habla de que la primera causa de muerte en las personas será la resistencia a los antibióticos, y poner en valor nuestro papel en la salud pública".