Sin duda, la pandemia ha frenado muchos de los procesos médicos y sanitarios. En la práctica veterinaria ha supuesto el retraso de algunas de las mejoras puestas en marcha y la paralización de avances importantes. "Tengo la sensación de que 2020 ha sido un año perdido. Muchos de los proyectos que tenemos como profesión se han visto paralizados por el Covid-19, es el caso de la rebaja del IVA", asegura Julián Somalo, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de La Rioja.

También preocupa el exceso de facultades y el reconocimiento de la medicina veterinaria a todos los niveles. "El excedente de egresados al año es un problema que hay que resolver, además de la más que probable plétora que puede producir en la profesión". Otra cuestión pendiente es la consolidación de la especialidad, al tiempo que se afianzan algunos adelantos que han venido para quedarse. "Debemos afianzar la receta electrónica veterinaria, pues es un instrumento útil y necesario. Urge el reconocimiento de los centros veterinarios como centros sanitarios, el afianzamiento de la carrera profesional sanitaria y la visibilización de nuestra actividad ante la sociedad".

Sector clínico

Pero no todo han sido pérdidas. El 2020 también ha permitido poner en valor la esencialidad de los centros veterinarios que han permanecido abiertos. "Durante el año pasado, el sector clínico no se ha resentido económicamente. Los centros veterinarios han permanecido abiertos desde el minuto cero de la pandemia, se ha mantenido la clínica de campo, no se ha abandonado la seguridad alimentaria y hemos asistido a una creciente demanda de formación por parte de nuestros colegiados", asegura el presiden-te del Colegio Oficial de Veterinarios de La Rioja.

La oferta formativa ha sido posible gracias al esfuerzo realizado por el Consejo General de Colegios Veterinarios. Así, se han puesto en marcha cursos como el de rastreo epidemiológico Covid-19, que facilitan conocimientos de primera mano para la mejora de la práctica veterinaria.

Transformación tecnológica

Las mejoras han venido acompañadas de la incorporación de los adelantos técnicos a la práctica veterinaria. "Los avances en medicina humana deben arrastrar a la medicina veterinaria, aunque somos conscientes del grave problema que supone la inversión económica", sostiene Julián Somalo.

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