El escenario pospandémico supone un reto para los gestores de clínicas veterinarias: a la importancia de sumar talento se contrapone la necesidad de hacer un negocio más rentable. Y los gastos que generan las plantillas son una de las partidas que más recursos consumen en el presupuesto. A su vez, los profesionales están superando los coletazos más duros de la pandemia que generaron un volumen de trabajo sin igual que ha conllevado, en algunos casos, a estrés postraumático o episodios de ansiedad.

Tres expertos se dieron cita en la primera edición virtual de Vetmadrid 2021 para compartir sus experiencias, y ofrecer recomendaciones y consejos de cara a la gestión humana y material. Con la pirámide de Maslow como referencia, la gerente de Wecan Salburua, Marisol Cuenca, analizó las claves para canalizar, captar y mantener el talento dentro del equipo clínico.

En esos cinco peldaños que componen las necesidades de una persona para estar a gusto en un entorno laboral, se esconden requisitos vitales como la delegación de responsabilidad, una remuneración justa o la ausencia de un liderazgo cercano. Es donde Cuenca quiso incidir durante su exposición.

"La persona que se fue de mi clínica, me contó que se fue que estaba como falsa autónoma; que tenía un exceso de guardias y falta de descanso, que trabajaba en muchos sitios; jefes que comunican sin respeto, que no escuchan, que no muestran empatía ni reconocen el esfuerzo realizado y exceso de carga de trabajo".

En base a la reflexión de su propia experiencia, la gerente de Wecan Salburua animó a sus compañeros a apostar por conocer más y mejor a los empleados, a través de una escucha activa "con mente abierta y con empatía", afirmó.

Estas habilidades permitirán asignar las tareas más adecuadas para los trabajadores de la clínica, sacando el máximo rendimiento del equipo y encajar las piezas del puzle. Sin olvidar que el conocimiento es poder: "como clínica generalista, como familia, debemos ir más allá en conocer a nuestro equipo, incluso interesándonos por lo que han hecho en el fin de semana". Si todo ello se traduce además en promover un buen ambiente laboral a través de muestras de afecto y cariño, mejor.

Y empezar a reconocer las cosas que se hacen bien. "No solo incidir en lo que hay que mejorar", continuó Cuenca. Otro de los comportamientos de un líder actual se basa en dar el beneficio de la duda al empleado si este ha hecho algo que no estaba previsto o se ha hecho mal. Y siempre, quiso dejar bien claro, "con respeto: a través del apoyo de sus decisiones delante de los clientes. También el cómo hablar con ellos, por lo que es importante gestionar nuestros sentimientos y los de los demás".

El talento, a veces, se va por mucho que encuentre un ambiente ideal. En ese caso, Cuenca aconsejó que lo mejor es celebrarlo y agradecer el trabajo del profesional que, en el futuro, "puede ser un colaborador".

Para que el negocio progrese y se mantenga, hace falta que ese talento encaje en los planes del diseño de una plantilla. En opinión de Jordi Calvo, de Blau Veterinaris Consulting: "la gestión de RRHH va a ser uno de los puntos trascendentes y altamente determinante en la rentabilidad de la clínica. La partida salarial puede suponer la mitad de los gastos de una empresa".

La pregunta que lanzó en su charla, "¿Con qué personal tengo que crecer?", es el paradigma al que se enfrenta el gestor de clínicas en plena pospandemia. Con "déficits" a la hora de diseñar plantillas, aseguró Calvo, estas deberían ajustarse al volumen de trabajo que se tenga. "Eso solo se puede saber echando un vistazo a los indicadores de rendimiento (KPI´s), entre ellos se incluiría la facturación total, la facturación de servicios por veterinario y la facturación por cliente o por paciente".

Recomendó el uso de herramientas como el test DISC o INSIGHT COLORS, que determinan el grado de compatibilidad de las personas que conforman la plantilla. "El uso de diferentes herramientas o metodologías diseñadas para obtener un equipo equilibrado, y perfiles psicológicos dentro de la empresa, es clave".

Después de los peores momentos de la pandemia, los equipos hacen repaso sobre lo vivido y pueden aflorar patologías psicológicas como estrés postraumático o ansiedad. Por ello, durante este panel la psicóloga General Sanitaria, especialista en Burnout, Ansiedad y estrés, Pilar Guijarro, ofreció una serie de consejos y recomendaciones para los profesionales veterinarios.

"La pandemia ha derivado en un aumento de las llamadas a veterinarios para consultas sobre sus mascotas, o hasta llegar al abandono de mascotas en la propia clínica. Esta serie de factores a los que ha estado sometido el veterinario durante la pandemia ha derivado en estrés postraumático. Cuando el estrés deja de ser adaptativo y pasa a ser invasivo, hay que poner en marcha estrategias para controlarlo. Entre ellas, aprender a afrontar situaciones difíciles en vez de evitarlas o protegerlas".

Por tanto, sí que se puede gestionar el estrés pospandémico. Desde el mindfullness hasta el yoga, cualquier actividad que influya en el organismo es beneficiosa para nuestra salud mental. Guijarro apuntó a los ejercicios de respiración como otra vía más para escapar de la ansiedad y el estrés.

Y remarcó que una buena gestión del tiempo puede aumentar la seguridad y la sensación de control sobre el trabajo: "puede ser un factor o minimizador del estrés. El grado de urgencia o importancia puede servir de guía para actuar o planificar, delegar o posponer", concluyó.