Invertir en ecografía y rentabilizar nuestro esfuerzo

La adquisición de un ecógrafo es una inversión importante que además precisa de una formación, pero la rentabilidad se consigue desde el primer momento, ya que es un elemento dinamizador del trabajo de todo el centro y de su equipo veterinario.

11/06/2021

Por Oriol Chimeno Durante más de 20 años, tengo relación con algunos compañeros veterinarios, y hemos estado hablando sobre sus necesidades y dudas respecto a qué equipamiento añadir para darle un nuevo impulso a su negocio, así como si esa incorporación será una inversión rentable o solo un equipo más. Los veterinarios ...

Por Oriol Chimeno

Durante más de 20 años, tengo relación con algunos compañeros veterinarios, y hemos estado hablando sobre sus necesidades y dudas respecto a qué equipamiento añadir para darle un nuevo impulso a su negocio, así como si esa incorporación será una inversión rentable o solo un equipo más.

Los veterinarios estamos evolucionando a pasos agigantados para dar un servicio completo y de calidad. Ahí es donde el uso de métodos complementarios para el diagnóstico y seguimiento de las patologías de nuestros pacientes, nos permite una praxis de alta calidad.

Uno de esos métodos es el diagnostico por la imagen mediante la ecografía, que nos permiten realizar exploraciones dinámicas consiguiendo una mejor precisión en nuestro diagnóstico.

Importante inversión, pero más rentabilidad

No se ha de negar que un ecógrafo es una inversión importante que, además, precisa de una formación, pero tenemos que tener en cuenta que la curva de aprendizaje se acelera cuantas más exploraciones realicemos. Es por eso que, una clínica con un cierto volumen de trabajo, puede valorar adquirir dicho equipamiento con la tranquilidad de que se trata de una inversión rentable.

La rentabilidad se consigue desde el primer momento, ya que es un elemento dinamizador del trabajo de todo el centro y de su equipo veterinario. La motivación de todos aumenta sin duda y se plantean nuevos protocolos diagnósticos que favorecen la realización de analíticas, radiografías, citologías o biopsias. A modo de ejemplo, un examen ecográfico con una imagen compatible con patología puede desembocar en una analítica, y a la inversa. Esto hace que las exploraciones consigan un beneficio directo y/o indirecto para el centro. La derivación de estas exploraciones a centros externos para realizar una ecografía ante posibles cirugías de urgencia moderada, como es el caso de la piometra, puede derivar a veces en que se realice esa cirugía allá donde ha ido el cliente referido ante nuestra imposibilidad de acabar de asegurarnos del correcto diagnóstico, cosa que disminuirá de manera evidente nuestros ingresos de esa jornada. No se ha de olvidar que nos encontraremos con clientes de baja fidelidad, que pueden creer que somos un centro que no va a poder resolver todos los cuidados que necesita su "querida" mascota y que les haga cambiar de profesional.

Existen infinidad de procedimientos ecográficos básicos que se pueden realizar con una sencilla formación, como son las cistocentesis, diagnóstico de alteraciones del aparato reproductor de la hembra o exploración general de todos los órganos abdominales principales.

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