Es importante difundir que la Leishmaniosis es una zoonosis; una enfermedad que se transmite de animales infectados, fundamentalmente el perro, a humanos mediante la picadura de un diminuto díptero llamado flebotomo.

El Dr. Ricardo Molina, jefe del Laboratorio de Entomología Médica del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (Majadahonda, Madrid), insiste en que la Leishmaniosis es una zoonosis en la que el flebotomo, diminuto díptero hematófago, es el responsable de la transmisión del parásito –Leishmania infantum en nuestro territorio– a un buen número de vertebrados, "entre los que se encuentran los seres humanos". Aclara que el reservorio principal es el perro, aunque en determinadas circunstancias algunos mamíferos como cánidos silvestres, lepóridos o roedores pueden desempeñar un importante papel como reservorios. Está presente en amplias zonas de todo el planeta y, en particular, en los países de la cuenca mediterránea. La Leishmaniosis es endémica en gran parte de España, tanto en la Península como en las Islas Baleares. Es de declaración obligatoria en todo el territorio desde 2015 a través de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE).

En nuestro país, se notifica una media de 140 casos en personas al año, con una tasa de incidencia de 0,62 casos/100.000 habitantes. Alrededor de la mitad de los casos corresponden a la forma visceral de la enfermedad. En cuanto a la Leishmaniosis canina, su prevalencia va aumentando conforme avanzamos al sur y este peninsulares, en especial a lo largo del arco mediterráneo, y en las Islas Baleares, zonas en los que los valores de seroprevalencia superan ampliamente el 17%.

Este martes se celebra el Día Nacional por la Prevención de la Leishmaniosis canina. "El principal mensaje que debemos transmitir a la población es que la prevención es sin duda la herramienta más potente que tenemos a nuestro alcance. Si vacunamos a nuestros perros frente a la enfermedad y los protegemos de la picadura del insecto vector, el flebotomo, mediante la aplicación tópica de insecticidas en sus diferentes formulaciones comerciales (collares, pipetas, pulverizadores, etcétera), habremos dado un gran paso", afirma. Del mismo modo, "deberemos protegernos de la picadura de los flebotomos utilizando mallas mosquiteras muy tupidas en puertas y ventanas de nuestras viviendas y teniendo siempre a mano algún repelente de insectos si vamos a permanecer un tiempo en el exterior de nuestras casas, al anochecer y durante la noche, es en esos momentos cuando estaremos más expuestos a estos insectos".

Un segundo mensaje se refiere a que, si tenemos en nuestra casa un perro con Leishmaniosis, "debemos dejarlo en manos del veterinario para que se haga cargo del adecuado manejo del caso". Advierte de que "un perro enfermo sin tratar transmite el parásito a los flebotomos que se alimenten de él".

Al tratarse la Leishmaniosis de una zoonosis transmitida por un vector, "tanto médicos como veterinarios deberían ir de la mano en esta cuestión, poniendo a disposición de los primeros la información más actualizada de la evolución de la Leishmaniosis canina para estar prevenidos, sobre todo para alertar sobre las zonas donde se produzcan incrementos sustanciales en el número de casos". En paralelo, "también deberían recibir puntual información sobre cualquier alteración que pudiera acontecer entre la fauna silvestre de la zona en relación con esta enfermedad".

En cuanto a los veterinarios, como ya vienen haciendo desde hace años, lo óptimo es que sigan concienciando a los propietarios de mascotas, en particular de perros, sobre la importancia de las medidas preventivas a adoptar en relación con esta enfermedad. Pero no menos importante es que, "ante un caso diagnosticado de leishmaniosis canina, el clínico veterinario explique al propietario la extraordinaria importancia que tiene la adopción de medidas para manejar a su mascota enferma, instaurando lo antes posible el correspondiente tratamiento". Desde el punto de vista epidemiológico, "si un propietario abandona la clínica con su mascota diagnosticada de Leishmaniasis porque rechaza el abordaje del problema, esto representa un gran riesgo, tanto para las demás mascotas de la zona como para las personas que habitan en sus cercanías".

^{Ricardo Molina}

Para fomentar la prevención, el diagnóstico y tratamiento adecuado de esta enfermedad; "hay que desarrollar una mayor labor pedagógica desde las diferentes administraciones, informando a la población que habita en las zonas más expuestas de las medidas de prevención, sobre todo de cómo evitar la exposición al vector, el diagnóstico precoz de la enfermedad y el manejo adecuado de los casos, tanto humanos como de animales domésticos, estos últimos potenciales reservorios, así como en la adopción de medidas de control del vector y del reservorio zoonótico".

¿Existe poca sensibilización en percibir la Leishmaniosis como un problema no sólo de salud animal, sino humana? El Dr. Molina destaca que "el concepto ´One Health´ (Una Sólo Salud), que propone el manejo de la Leishmaniosis desde un enfoque integrado que incluya la salud humana, animal y el cuidado del medio ambiente por igual, es vital para tratar de erradicar esta enfermedad de nuestro entorno".