Tales intervenciones se realizaron en dos perros de deporte a cargo del responsable del Servicio de Cirugía, Iván Serra, y su equipo del Hospital Veterinario UCV, y son las primeras descritas en el ámbito clínico veterinario. Este avance abre una nueva opción terapéutica para el tratamiento de estas patologías en pequeños animales.

Se sustituyó un tendón calcáneo común en un perro de raza Braco, y un tendón rotuliano en un Galgo Español, que habían sufrido por causas traumáticas unas lesiones de dichas estructuras. El resultado de las intervenciones fue todo un éxito, y lograron una recuperación funcional completa de los pacientes, así como una total integración de los injertos. Actualmente se han realizado nuevas intervenciones, también con resultado exitoso.

"Las intervenciones consisten en sustituir un tendón, o parte de él, que ha sido seccionado y posteriormente retraído por el tiempo de evolución, por otro tendón similar que proviene de un banco de tejidos. Para ello, en primer lugar se debe extraer este material bajo un procedimiento muy estricto de asepsia, realizar un tratamiento de preparación del tejido muy concreto en laboratorio, y finalmente conservarlo de modo adecuado hasta que sea necesario su uso", señala Iván Serra.

Una vez en quirófano, y tras evaluar correctamente qué tipo de tendón y qué tamaño se precisa, "se debe eliminar el tejido tendinoso necrótico y fibrosado, para generar un lecho adecuado para el injerto". El experto prosigue que, tras ello, se coloca el injerto generando los anclajes en los extremos del lecho creado, para finalmente proteger mecánicamente la cicatrización y la integración del mismo.

"En los casos que hemos intervenido hasta ahora, nos apoyamos en terapias regenerativas, como es el plasma rico en plaquetas autólogo (PRP) que nos ayuda a acelerar estos procesos de integración y cicatrización".

Reconocimiento

Para los veterinarios, la publicación de un trabajo de estas características supone en primer lugar un reconocimiento internacional al trabajo realizado en un área de gran exigencia como es la Traumatología y Ortopedia Veterinaria. "Esto nos genera una gran ilusión a todo el equipo de Cirugía del Hospital Veterinario UCV, y es una forma de sentir recompensado el trabajo que realizamos día a día".

Reconocen que, a nivel profesional, les permite valorar cómo, desde un hospital veterinario universitario español, se pueden intervenir en la evolución del ámbito profesional, generando nuevas alternativas terapéuticas para sus pacientes y ayudando a consolidar el crecimiento existente de la medicina veterinaria en España.

El trabajo se pudo realizar gracias a la labor multidisciplinar de diferentes servicios del Hospital Veterinario UCV como anestesia, imagen y UCI entre otros; y con el apoyo de la Facultad de Veterinaria y Ciencias Experimentales de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir. Además de la colaboración de la Universidad con Tisulab, una empresa biotecnológica de la Comunidad Valenciana, que apostó en su día por poner en marcha este tipo de iniciativas en la veterinaria clínica.

Además de los dos casos publicados en el JAAHA, "hemos tenido la oportunidad de realizar alguna intervención más con éxito, y estaríamos en disposición de valorar nuevos casos, pero no son casos frecuentes ni que puedan ser programados por su etiología traumática", señala Iván Serra.

En lo que sí trabajan es en desarrollar un banco de tejidos en el Hospital Veterinario UCV, que sirva como fuente de injertos no sólo de tendones, sino de otros tipos de tejidos. De este modo, podrían ser utilizados tanto por las diferentes especialidades del hospital, como por aquellos centros especializados que pudieran precisarlo en un momento determinado.

Causas de lesiones tendinosas

Las lesiones tendinosas, por lo general, se producen por origen traumático, ya sea por un trauma agudo o por múltiples micro-traumas repetidos, estos últimos muy frecuentes en animales de trabajo y deporte. Así lo especifica el responsable del Servicio de Cirugía del Hospital Veterinario UCV: "En el caso de los pacientes que hemos operado hasta ahora, ha sido por traumas agudos que no se trataron inmediatamente o su tratamiento inicial fracasó, lo que ocasionó la cronicidad y la pérdida de calidad del tejido, teniendo que optar por un injerto de tejido tendinoso, en estos casos de un banco de tejidos".

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