Como tantas profesiones, en sus inicios la veterinaria era una profesión meramente masculina. Sin embargo, con los años, las mujeres se abrieron paso en el sector. Finalmente se demostró lo que era ya una realidad a gritos: las mujeres apostaban por la veterinaria, y en 2019, por primera vez, en nuestro país había más mujeres colegiadas (50,07%) que hombres (49,93%). Pese a que el porcentaje es mínimo, lo cierto es que la progresiva feminización de la profesión veterinaria es un hecho. Y no solo eso. "Debería ser uno de los valores del sector que resulte oportuno proteger, ya que no suelen ser muchos los sectores que ofrecen de forma tan notoria tantos puestos de trabajo de alta cualificación a mujeres trabajadoras con formación superior", tal y como indican en el Informe 2020 sobre la situación socioeconómica y laboral del sector veterinario en España, llevado a cabo por la Dra. Ariadna Gassiot Melian, profesora del Área de Estadística del Departamento de Empresa de la Escola Universitària Mediterrani de Barcelona (Universitat de Girona), y el Dr. Óscar Gutiérrez Aragón, director y profesor de dicho departamento, y presentado por la Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE).

Asimismo, un 66,75% de las personas colegiadas menores de 45 años son mujeres al final del año 2019. De hecho, se espera que este porcentaje siga en aumento, pues continúan matriculándose y egresando de las facultades de veterinaria muchas más mujeres que hombres. Por lo que, se calcula que en pocas décadas el predominio de las mujeres en el sector "sea otro de los grandes méritos estimables del mismo". De hecho, hoy en día, las mujeres suponen el 75% de los estudiantes de veterinaria y el 72% de los que finalizan sus estudios universitarios.

Estos recién egresados, tanto mujeres como hombres, se encuentran ante una situación laboral precaria. "Puesto que la precarización laboral, tanto en este sector como en muchos otros, afecta en mayor medida a los trabajadores más jóvenes, parece claro que, en este sector concreto, debido a su particular composición demográfica son las veterinarias las que en mayor número han de sufrir trabajar en un peor contexto laboral y con menores salarios". Asimismo, las perspectivas de futuro siguen esta tendencia.

Además de una situación económica complicada, en el informe recuerdan que el elevado número de veterinarios egresados también favorece la precarización del sector. No obstante, es[1]tamos hablando de que la ratio de veterinarios por millón de habitantes de España es el más alto de toda la Unión Europea, más del doble que Francia o Suecia. Además, el indicador de ingreso de nuevos estudiantes en las facultades de también es el más alto, sextuplicando a Francia o cuadruplicando a Alemania o Suecia.

Brecha salarial

En el informe también se presentan los resultados de un trabajo académico realizado por el mismo grupo de investigación que busca determinar si la posible existencia de una brecha salarial generacional ha podido influir en una brecha salarial de género. Con los datos estudiados, no se parece demostrar "con rotundidad la existencia de una brecha salarial de género en el sector". "Lo más probable es que la brecha salarial existente no se origina precisamente por ser mujeres, sino más bien porque el mayor número de ellas son jóvenes y han accedido más recientemente a la profesión, con peores condiciones laborales y salariales".

Así, se debería de hablar más de brecha generacional (peores trabajos y peores condiciones que los trabajadores de mayor edad, afectando por igual a hombres y mujeres) que de brecha salarial de género (que significaría pagar menos salario a las mujeres por un mismo trabajo). Con el objetivo de ahondar en la brecha salarial, los analistas del grupo de investigación elaboraron un estudio estadístico, consultando directamente a los profesionales del sector veterinario español. Los participantes en el estudio (75,5% mujeres) tenían una media de 34,76 años, demostrando las tendencias del sector.

En el grupo de más de 40 años, el porcentaje de mujeres descendía hasta el 60,3%, mientras que en los menores de 30 años era de hasta el 85,5%. El nivel de estudios de los participantes es elevado: 64,9% tienen una licenciatura o grado, y un 31,7% un máster o posgrado relacionado con la veterinaria En cuanto al salario, se cumple lo que se esperaba: de media, los encuestados de más de 40 años cobran un 55,1% más que los menores de 30 años, "hecho que apunta a la existencia de sustanciales diferencias salariales relacionadas con la edad".

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