Cataluña

En Cataluña hay censadas casi 1,5 millones de mascotas, de las que un 85% son perros, un 13% gatos y un 0,36% animales exóticos como tortugas y hurones. Al respecto, uno de los datos más significativos de los últimos años es el aumento del número de gatos, que se ha duplicado desde 2010 en la ciudad de Barcelona, triplicándose en Girona y Tarragona y septuplicándose en Lleida; mientras que el incremento de canes ha sido más moderado a pesar de que éstos aún son mayoría en comparación con los gatos.

Abandono animal

El abandono animal es un problema endémico que se agrava en hogares en situación de necesidad. Así, por ejemplo, en algunas regiones de Cataluña las protectoras de animales han visto triplicar el número de animales que acogen de familias vulnerables por decomisos y asuntos sociales entre 2019 y 2020. Es el caso de la Fundación Daina, que atiende animales perdidos o abandonados de 27 municipios catalanes y que, tras el repunte experimentado, insta a reforzar el acompañamiento y la atención a las familias con mascotas que se quedan sin hogar.

Sin embargo, en términos generales, durante 2020 ha bajado el número de animales abandonados recogidos por la fundación. También se han reducido los animales adoptados que son devueltos porque las familias han tenido más tiempo durante el confinamiento para estar con sus mascotas.

Acompañamiento

Una de las posibles causas por las que ha disminuido el número de abandonos de animales durante la pandemia puede ser precisamente el acompañamiento que éstas ofrecen y la posibilidad de pasear a las mascotas en un radio cercano al hogar del propietario.

Por ejemplo, la perrera municipal de la ciudad condal recogió en abril de 2019 a 93 perros y 41 gatos en las calles de la capital catalana. En cambio, el pasado abril solo se registraron 33 perros y 19 gatos.

No es casualidad que una de las líneas rojas del ejecutivo catalán en materia de salud animal sea alcanzar el abandono cero. Para ello es preciso generar una conciencia ciudadana en torno a la tenencia responsable de los animales de compañía y garantizar el bienestar de los animales.

Infracciones graves

Precisamente, dentro del capítulo de infracciones la actual ley de protección de los animales en la región tipifica como muy graves el abandono animal si se ha realizado en unas circunstancias que le puedan conllevar daños graves. Otra de las novedades que incorpora la norma autonómica es considerar multa muy grave el hecho de reincidir en la comisión de infracciones graves durante el último año.

La cuantía que corresponde a este tipo de infracciones graves varía de entre 9.001 euros y 45.000 euros, y depende de una serie de criterios como son: la trascendencia social y el perjuicio causado por la infracción cometida; el ánimo de lucro ilícito y la cuantía del beneficio obtenido en la comisión de la infracción; la reiteración o la reincidencia en la comisión de infracciones la irreparabilidad de los daños causados al medio ambiente o el elevado coste de reparación; el volumen de negocio del establecimiento; la capacidad económica de la persona infractora; el grado de intencionalidad en la comisión de la infracción, y el hecho de que exista requerimiento previo.

Vacunación antirrábica

La rabia representa un problema de salud pública en España. El riesgo de importar casos de rabia canina desde zonas endémicas como el norte de África es real, y, a pesar de ello, la vacunación contra la enfermedad aún no es obligatoria en algunas regiones de España como Galicia, Cataluña y País Vasco. En el caso de Asturias es obligatoria solo en perros potencialmente peligrosos.

Todo lo cual hace que la vigilancia sea necesaria especialmente en los puntos de entrada a la Península Ibérica, ya que los vehículos de motor que entran pueden transportar ilegalmente animales enfermos o en periodo de incubación desde zonas endémicas. Asimismo, la falta de medidas específicas y cierta relajación de los controles sobre las poblaciones vulpinas pueden facilitar brotes en países declarados libres de este tipo de rabia.

Por tanto, urge una protección colectiva frente a la rabia en nuestro país que establezca como obligatoria la vacunación antirrábica en todas las CCAA. Sólo así se podrá evitar, por ejemplo, que un perro no vacunado en una región ponga en riesgo tanto a animales como a personas en todo el país.

Baleares

Con una normativa que data de 1992, la aprobación de la nueva ley de protección animal del gobierno balear se prevé inminente. Entre las novedades que pretende incorporar, la ley autonómica aboga por medidas que generen mayor concienciación de la sociedad y el endurecimiento de las sanciones contra el maltrato. Es el caso, por ejemplo, de la consideración de nuevos delitos como la obligatoriedad del chip de identificación o la asignación a los policías locales del papel de colaboradores para recoger animales y llevarlos a centros de atención.

Leishmaniosis

La leishmaniosis es una de las enfermedades que en la actualidad está cada vez más presente, junto con la problemática de la rabia. Especialmente grave es la situación de la enfermedad en las Islas Baleares, considerada como la región en España con la mayor seroprevalencia en perros. Y es que las cifras demuestran que más de la mitad de los cánidos en Baleares están afectados por la enfermedad, con una diferencia de más de 20 puntos porcentuales respecto al resto de provincias.

Dado que los canes agrupan el mayor reservorio de ese parásito y, por tanto, el consecuente riesgo que ello implica para las personas, se hace preciso un control exhaustivo de canes y medidas con productos eficaces que les protejan de la picadura del flebotomo durante los 12 meses del año. Junto a ello, es esencial la consulta habitual a la clínica veterinaria para que tras un análisis y un chequeo se pueda descartar la infección.

Además de estas medidas, existen factores intrínsecos al propio perro que explican la presencia de una mayor seroprevalencia. De manera que los perros potencialmente más afectados por la leishmaniosis son aquellos de razas de mayor tamaño. Asimismo, la edad es otro de los motivos de mayor incidencia incrementándose en canes más jóvenes y que están más tiempo al aire libre sin ningún tipo de protección.

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