Tomojo, la primera marca de piensos para animales con insectos hecho en Francia fundada por Madeleine Morley y Paola Teulières en 2017, llega a los comederos de los perros y gatos de España y Portugal. Una receta innovadora desarrollada junto con veterinarios, diseñada para minimizar su impacto ambiental a la vez que proporciona a los animales alimentos saludables, naturales y trazables.

Tomojo, a la conquista de los mercados español y portugués

La marca Tomojo reúne diferentes gamas de productos de alimentación animal: las croquetas de insectos de Tomojo, las golosinas educativas de Moush así como la gama Entovet disponible exclusivamente para veterinarios.

En Francia, los productos están disponibles principalmente en supermercados como Carrefour y cadenas especializadas como Truffaut, así como online en la e-shop de la marca www.tomojo.co. Para la exportación, están disponibles en 6 países, incluido Reino Unido, Corea del Sur y Suiza.

Con sus 60 toneladas de croquetas vendidas en 2020, la empresa emergente anuncia ahora la llegada de sus diferentes gamas de croquetas y golosinas hechas con insectos a la página web de la mayor cadena española y europea de grandes almacenes, El Corte Ingles.

Tomojo ofrece a los propietarios españoles y portugueses de los cerca de 13,5 millones de gatos y perros de una alimentación sana, ecológica, mejor para el planeta y para la salud de su mascota.

Croquetas y golosinas ecoresponsables

La receta de Tomojo reemplaza la carne convencional con harina de insectos, Hermetia Illucens (mosca soldado negra) y el gusano de harina criado en Europa, una fuente de proteína de alta calidad rica en aminoácidos y ácidos grasos. Las croquetas se elaboran en Mayenne (Francia), y el 85% de sus ingredientes (linaza, garbanzos y remolacha por nombrar algunos) son de origen francés.

Antes de Tomojo, la alternativa para la alimentación de los animales de compañía era pobre: o bien carne premium que agota los recursos naturales, o bien comida industrial que limita la esperanza de vida de los animales de compañía. En efecto, la harina de insectos necesita 100 veces menos CO2 emitido que para producir 1 kg de carne de vacuno y 200 veces menos agua que para producir 1 kg de ave.

¿Algo más? Para ser verde hasta las puntas de las garras, el envase es biodegradable.