El coronavirus muta de forma lenta y no más virulenta

La vacuna que se está desarrollando podría servir para personas y, también, potencialmente para animales, explica el veterinario Joaquim Segalés.

01/12/2020

En los últimos meses se han detectado mutaciones en el coronavirus SARS-CoV-2 como, por ejemplo, los cambios observados en los visones. Es una realidad que los virus mutan, es su forma de evolucionar. Sin embargo, las variantes no son siempre sinónimo de más capacidad de transmisión o de mayor virulencia ...

En los últimos meses se han detectado mutaciones en el coronavirus SARS-CoV-2 como, por ejemplo, los cambios observados en los visones. Es una realidad que los virus mutan, es su forma de evolucionar. Sin embargo, las variantes no son siempre sinónimo de más capacidad de transmisión o de mayor virulencia (capacidad de causar enfermedad más grave).

Por otra parte, se han publicado varias informaciones a los medios de comunicación, en referencia a algunas investigaciones científicas, que pueden desencadenar que alguien piense que los cerdos pueden infectar a las personas. Y no, con los datos que tenemos, los cerdos no son susceptibles al SARS-CoV-2 y, por tanto, no podrían transmitir el virus a las personas.

"Es indudable que estamos viviendo una situación inédita y totalmente desconocida, y poco a poco se van obteniendo más evidencias científicas. Sin embargo, hay que mantener la calma y queremos recordar que esta pandemia de COVID-19 afecta a los humanos: los animales son una víctima colateral de la situación", observa el presidente del Consell de Col·legis Veterinaris de Catalunya (CCVC), Ricard Parés.

"Con el fin de proporcionar la información precisa, hemos hablado con Joaquim Segalés, un veterinario experto en coronavirus, investigador del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) y catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Él nos ha respondido a nuestras preguntas", explican desde el Consell de Col·legis Veterinaris de Catalunya.

¿Las mutaciones de SARS-CoV-2 incrementan la virulencia?

Se piensa que las nuevas variantes no afectarían más la salud de las personas de lo que hemos visto hasta ahora y, por tanto, no son más virulentas. La mayor parte de las mutaciones del SARS-CoV-2 tienden a ser prácticamente insignificantes y raramente afectan las proteínas del virus. Cuando hay una variación en los aminoácidos que afecta a la proteína, pueden pasar dos cosas: que haya un cambio en el comportamiento biológico del virus o que no lo haya. Sabemos que hay una variación en el aminoácido 614 que hace que el virus se pueda transmitir más fácilmente ya que se replica mejor, pero su virulencia no ha cambiado. Aún así, los coronavirus no se caracterizan por ser especialmente rápidos a la hora de mutar, si se comparan con otros virus.

Los visones de Dinamarca

Se han detectado cuatro mutaciones dentro de lo que sería el gen que codifica para la proteína S, que es la de la espícula. Hay que recordar que se está utilizando justamente la proteína S para generar inmunidad frente al virus, es decir, es la proteína en la que se basan los productos vacunales y, lógicamente, preocupa más que haya mutaciones en esta parte del virus que no en otra.

¿Los visones se contagiaron de personas?

Sí, se sabe que los visones se contagiaron de personas, se infectaron entre ellos y podrían convertirse en un reservorio del virus que podría infectar a las personas. Por ello, a nivel epidemiológico, es importante hacer un seguimiento de los virus y las diferentes mutaciones que se puedan dar en esta especie. Hoy, y a la espera de más datos, la inmunidad frente las variantes mayoritarias que circulan en personas también sería capaz de neutralizar, en diferentes grados, las variantes de SARS-CoV-2 de visones

¿Dónde se ha originado esta mutación?

Esta mutación se encontró primero en visones y luego en personas, de ahí se deduce que fueron los visones quienes contagiaron las personas. Sin embargo, es difícil tener la certeza absoluta de que fue así, porque el contagio es de difícil seguimiento.


¿La vacuna serviría para humanos y para animales?

De entrada, las vacunas que se están desarrollando para aplicar a las personas deberían ser suficientes, a priori, para ser utilizadas también en animales. Cuando hablamos de animales, estaríamos hablando de todas aquellas especies susceptibles al SARS-CoV-2.

¿Los cerdos pueden contagiar las personas de SARS-CoV-2?

Dado que el SARS-CoV-2 no puede infectar a los cerdos, éstos no pueden transmitir la infección a las personas. Los cerdos pueden infectarse de hasta seis especies de coronavirus diferentes, pero ninguna de estas es zoonótica, es decir, no se puede transmitir a las personas. De entre estas seis especies, el SADS-CoV (coronavirus de la diarrea aguda grave), descrito hasta ahora sólo en el sureste asiático, es el único que podría llegar a tener potencial zoonótico, ya que en estudios en laboratorio se ha visto que puede replicarse en cultivos primarios derivados de células humanas. En un experimento se utiliza una dosis vírica infectiva muy elevada que habitualmente no se correspondería con una situación de exposición natural.

Condiciones en el laboratorio versus realidad

En una inoculación en el laboratorio quiere asegurarse de que, si la especie animal es susceptible, esta infecte inequívocamente. En casos de infección natural se presupone que la dosis infectiva a la que se podría ver expuesto el animal por parte de las personas es mucho menor.

¿Hay que tomar precauciones adicionales con los animales?

Las mismas que se han dicho desde un inicio: medidas básicas de higiene y de un cierto distanciamiento. Estas serían más que suficientes. Si hay personas con sintomatología clínica de tipo respiratoria, lo ideal es que no tenga contacto con su mascota; y si se trata de una persona que trabaja en una granja, debería tomar las mismas precauciones y procurar no ir al trabajo. Así se evita la potencial eventualidad de exponer el animal al virus.