"El prurito canino es una de las consultas más frecuentes en la clínica veterinaria"

¿Cómo ha evolucionado el papel del veterinario en los últimos años? ¿Cómo ha afectado la crisis a la profesión? ¿Cuáles son los retos de futuro? En A pie de calle nos acercamos a los profesionales del sector para responder éstas y otras preguntas.

01/10/2020

Desde que Isabel Reyes inaugurara su clínica junto con otro socio en 1993, Orotavet ha pasado a estar formado actual­mente por un equipo de 14 profesionales. "Muchos de nuestros clientes son veterinarios por lo que tenemos un protocolo de tra­bajo específico para pacientes remitidos", asegura Isabel Reyes, y continúa: "Tenemos ...

Desde que Isabel Reyes inaugurara su clínica junto con otro socio en 1993, Orotavet ha pasado a estar formado actual­mente por un equipo de 14 profesionales. "Muchos de nuestros clientes son veterinarios por lo que tenemos un protocolo de tra­bajo específico para pacientes remitidos", asegura Isabel Reyes, y continúa: "Tenemos también el trabajo con clientes propios, con los que además de realizar la labor asistencial clínica de cualquier centro veterinario, promocionamos la medicina preventiva con chequeos y planes de salud".

Su principal dedicación a título individual, además de la ges­tión del equipo de trabajo, es la dermatología, así como la ci­rugía de tejidos blandos, anestesia y medicina general. "Debi­do al clima y a la alta densidad de alérgenos presentes en la isla durante todo el año, el prurito canino es una de las consultas más frecuentes en la clínica diaria".

Para esta veterinaria enamorada de su trabajo es esencial que "se nos reconozcan como lo que somos: sanitarios de alto nivel". Precisamente a raíz de crisis como la pandemia del Covid-19 "se ha puesto de manifiesto lo poco valorados que estamos los veterinarios en este país. Somos una profesión con grandes ex­pertos en epidemiología e inmunología y con experiencia prác­tica en el control de enfermedades infectocontagiosas", advierte Isabel Reyes, y prosigue: "A diferencia de otros países, en España la aportación del sector veterinario no interesa".

Esta falta de reconocimiento conlleva también que "tengamos que cobrar el IVA (IGIC en Canarias), lo cual es un auténtico des­propósito, aunque el IGIG sea más bajo que el IVA peninsular". Y es que, asegura, en España estamos aún muy lejos del concep­to "one-health" que promueve la OMS, lo cual no ocurre en los países de nuestro entorno.

Y mientras tanto, los profesionales de la veterinaria siguen formándose, aprendiendo y renovándose. "En Orotavet nos es­forzamos por trabajar y por dar lo mejor en cada caso dentro de un equipo humano que está orientado a empatizar con el cliente, ofreciéndole la mejor información y un servicio integral. Estamos focalizados en la calidad y la excelencia mucho más que en el pre­cio".

Pero esto no es suficiente. El reconocimiento de la ciudadanía y la puesta en valor del bienestar animal son elementos esen­ciales para seguir avanzando. "En España hemos evolucionado, pero queda mucho por hacer. Por ejemplo, la media de gasto en veterinario por animal de compañía en nuestro país ha experi­mentado un claro incremento, aunque si nos comparamos con las economías más desarrolladas de Europa aún estamos a la cola".

Isabel Reyes ve el futuro lleno de oportunidades que no se deben desaprovechar "si queremos asegurar nuestra sostenibi­lidad como clínicas". Habrá que hacer frente a la cuestión del exceso de centros veterinarios, "un problema en el que creo que es fundamental trabajar con conciencia colectiva; con los cole­gios, las asociaciones científicas, asociaciones empresariales, co­laborar también con otras clínicas veterinarias. En definitiva, de­bemos realizar un trabajo conjunto. Debemos colaborar y buscar sinergias para crecer y dignificar nuestra profesión".

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