Antonio Guerra decidió abrir su propio centro tras una extensa trayectoria profesional en ciudades como Londres o Madrid. Fue en 2015 cuando inauguró Clínica Veterinaria Guerra en su tierra natal, Ceuta: "Me dedico a la medicina interna y de urgencia de pequeños animales y exóticos. Siempre he estado formándome mediante ...
Antonio Guerra decidió abrir su propio centro tras una extensa trayectoria profesional en ciudades como Londres o Madrid. Fue en 2015 cuando inauguró Clínica Veterinaria Guerra en su tierra natal, Ceuta: "Me dedico a la medicina interna y de urgencia de pequeños animales y exóticos. Siempre he estado formándome mediante cursos de traumatología, oftalmología, ecografía, cirugía de tejidos blandos, animales exóticos, etc."
Y es que este amante de los animales no concibe la profesión sin un aprendizaje constante. Formación y especialización son la clave para garantizar una atención integral del paciente. "En nuestro día a día, realizamos vacunaciones y desparasitaciones, consultas básicas y castraciones, análisis y pruebas de radiodiagnóstico. En el caso de que el paciente lo necesite, contamos con una amplia gama de cirugías: traumatología en fracturas y luxaciones, esplenectomías, gastrotomía, enterotomía, hernia diafragmática, enucleación, entre otras".
El futuro es preparación, conocimientos en avances y técnicas, pero también contar con la aparatología y tecnología necesarias. "En mi opinión, la traumatología es una de las especialidades que más han ido evolucionado,como por ejemplo, TPLO vs. TTA, tornillos y placas de osteosíntesis, o la técnica I-Loc".
También los equipos de diagnóstico por imagen experimentan constantes mejoras, tanto en sus funcionalidades como en la calidad de las imágenes. Junto a ello son de gran utilidad los análisis tanto de orina como sanguíneos: la SDMA de Idexx o el Sedivue.
Todo con el fin de ofrecer un servicio profesional que se ocupa no sólo de la salud animal, sino también de la salud pública, como es el caso de la zoonosis. "Esta acción no se nos suele reconocer, y es que mediante las vacunas y desparasitaciones de los animales también protegemos a la población. Y esto lo hacemos diariamente todos los clínicos".
Sin duda, un reconocimiento más que merecido a los veterinarios. "Apenas se nos valora como sanitarios. Y es una pena porque tenemos mucha experiencia en control de enfermedades que podría ser utilizado para optimizar los recursos".
Esto se une a otras demandas que vienen siendo habituales en el colectivo, como la necesidad de un IVA reducido. "Es una cuestión que no nos afecta solo a nosotros, sino también a los clientes, ya que acaba aumentado el costo que tienen que afrontar y en muchas ocasiones no pueden costearlo". Al final, el mayor perjudicado es el animal.
Como consejo de futuro, Antonio Guerra apuesta por la comunicación con el cliente. "Hay que tener un trato cercano con ellos, asegurarnos de que comprenden lo que les queremos transmitir y que tanto ellos como sus mascotas se sientan cómodos durante la visita. Hacerles saber que nos importan y nos preocupamos por sus animales, a quienes quieren como a uno más de la familia".
Y esto ¿cómo se hace? "Llamándoles por teléfono para ver cómo se encuentra la mascota, incluyendo avisos de recordatorios de las profilaxis que les tocan, e implantando programas de salud, entre otras medidas".