Actualmente la Sociedad Española de Oftalmología Veterinaria (Seovet) tiene más de 120 asociados. Pero lo significativo es que muchos de esos profe­sionales se dedican en exclusividad a la especiali­dad, tal y como indica Paco Simó, director del Instituto Veteri­nario Oftalmológico (IVO). El especialista está al frente de una de las clínicas de referencia en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades oculares en animales de compañía, una rama bastante demandada de un tiempo a esta parte. "En los últimos años ha habido en España, y no solamente en oftalmología, sino también en otras especialidades veterinarias, un auge a la hora de decantarse por una de ellas por parte de los profesionales", co­menta. La tendencia es equiparable a otros países de nuestro entorno. "No llegamos al estado de otros países como Francia, Holanda, Inglaterra, Suiza o Alemania, pero sí que es verdad que ha aumentado nuestra presencia, y que los especialistas estamos mucho mejor posicionados", señala el portavoz del IVO.

En su opinión, este apogeo tiene una causa clara: se debe a la mayor demanda de los propietarios, quienes piden una mejor atención o simplemente acuden a un especialista, sobre todo en casos complicados. "Es muy diferente una conjuntivitis leve que una cirugía de una catarata o de una retina. O una patología como un glaucoma. Los dueños de animales de compañía en esto han cambiado bastante su predisposición y quieren tratar a su mascota de la mejor manera posible", apunta Simó.

Sin embargo, paradójicamente, en la mayoría de los hogares todavía no se toman demasiado en serio la salud ocular de sus perros o gatos. "Normalmente, no le dan suficiente importancia a la salud ocular de sus mascotas, exceptuando a los propietarios que han tenido malas experiencias", destaca el especialista. En general, consideran que la mascota ve bien y no tiene problemas de visión, porque es lo habitual, y se obvia que el animal puede tener un problema ocular. "Así como en otras enfermedades más frecuentes están más pendientes de ellos, a la salud ocular los propietarios no le prestan demasiada atención", expone.

Higiene y revisiones para prevenir enfermedades

Por tanto, al contrario de lo que ocurre en la salud humana, tam­poco están concienciados con el tema de la prevención, quitando, como ha comentado anteriormente Paco Simó, "a algunos pro­pietarios que han tenido una mala experiencia con una enfermedad oftalmológica o a los propietarios de perros como los bulldogs, que normalmente tienen más cuidado y hacen más tratamiento preven­tivo a nivel ocular". Esta raza tiene mayor predisposición que otras a problemas oculares, y esto normalmente lo saben sus dueños.

Eso a pesar de que los métodos de prevención más eficaces son fáciles y similares a los que puede hacer una persona en su día a día, tal y como reconoce el veterinario. "En general, pasan por la higiene de las secreciones que puedan crearse en los ojos. Simple­mente se trata de limpiarlos bien con un poco de agua", señala. Y en segundo lugar, añade el director del IVO, también es necesario "realizarles controles de la presión ocular o de afectaciones de la conjuntiva, que no tienen que ser muy frecuentes, es suficiente con hacerlos a partir de los cuatro o cinco años. Esto se debe a que cada vez es más frecuente que nuestras mascotas sufran el síndrome del ojo seco, y esa patología suele aparecer a partir de esa edad". Pese a su nombre, la gravedad de esta patología multifactorial, com­pleja y crónica, va más allá del déficit de lágrima, pues afecta a la superficie ocular y no solo produce molestias y problemas visuales, sino que en algunos casos lleva a complicaciones como lesiones en la córnea y la conjuntiva.

En el Instituto Veterinario Oftalmológico son testigos de hasta qué punto se puede agravar una patología. "Al ser un centro de referencia, lo que más nos encontramos en IVO, en cuanto a en­fermedades por regla general, son problemas graves que afectan a la visión, es decir, cegueras, problemas de visión en la retina o porque se generan cataratas, problemas de visión porque hay una alteración en la superficie de la córnea y se provocan opacidades, etc." Por tanto, "la patología que vemos con más frecuencia es la pérdida de visión, y luego también el ojo seco. Esta patología es muy frecuente y a veces difícil de controlar", asegura Simó.

Aunque las enfermedades con más incidencia en la clínica han variado desde hace unos años, o así lo cree el director del IVO. "Quizás vemos más casos de desprendimiento de retina, que antes no eran tan frecuentes, y más casos de glaucoma". Sobre cómo las abordan en el centro hospitalario, el especialista explica que, en el primer caso, "muchas veces hay que optar por una cirugía, aunque hay desprendimientos de retina que con un tratamiento médico se resuelven. El tratamiento suele ser a base de gotas, pero el quirúrgico es más complicado porque hay que entrar dentro del ojo, recolocar la retina en su sitio y hacer láser para fijarlo". En cuanto al glaucoma, es un poco lo mismo. "Primero hacemos un tratamiento médico a ver si así se controla el aumento de la presión del ojo, y si no, entonces ya decidimos algún tipo de tratamiento quirúrgico".

Tomografía de coherencia óptica, una revolución diagnóstica

Al mejor pronóstico de estas y otras enfermedades oftalmoló­gicas han ayudado muchísimo los avances diagnósticos, sobre todo la aparición de la tomografía de coherencia óptica. "En el mundo de la oftalmología ha sido un avance que nos está ayu­dando mucho en el diagnóstico de patologías tanto de la córnea, como de la retina, como el glaucoma. Es una prueba totalmente incruenta, que te hace un corte histológico de las diferentes partes del ojo y tú lo puedes estudiar y diagnosticar. En cuanto a diagnós­tico es el mayor avance de los últimos años", explica Simó.

En este sentido, el especialista también resalta la existencia de aparatos para el ojo seco que son novedad desde hace apro­ximadamente un año, "que te detectan de las diferentes capas que tiene la lágrima, cuál es la que falla. Con lo cual te ayuda mucho al tratamiento".

Al mismo tiempo, la tecnología y los avances no sirven sin una buena formación, motivo por el cual el Instituto Veterinario Oftal­mológico repite este año la organización de sus cursos prácticos de microcirugía ocular, en esta ocasión, dedicado solamente a la córnea. "Estas jornadas están dirigidas sobre todo a veterinarios que quieran iniciarse en la microcirugía oftalmológica y aprender las diferentes técnicas quirúrgicas más frecuentes de la especialidad", señala el experto. "Se trata sobre todo de que el veterinario tome conciencia de que para operar un ojo se necesita un microscopio quirúrgico, no se pueden hacer las cosas de cualquier manera. Para nuestros pacientes es importante que las cirugías queden bien, y para eso se necesita aprender a hacerlas bien", concluye.

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