Un 40% de los gatos no acuden a las clínicas por miedo, estrés y ansiedad

La Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC) organizó una nueva formación telemática, dirigida a propietarios de centros veterinarios. El objetivo fue difundir cómo se puede crear un centro veterinario menos estresante para los gatos.

09/07/2020

Crear centros veterinarios que cumplan con todos los requisitos tanto sanitarios y de confort para los animales, es una tarea complicada. La Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC), conoce dicha situación y para resolver dudas e inquietudes, organizó un webinar, orientado a los profesionales de centros veterinarios, ...

Crear centros veterinarios que cumplan con todos los requisitos tanto sanitarios y de confort para los animales, es una tarea complicada. La Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC), conoce dicha situación y para resolver dudas e inquietudes, organizó un webinar, orientado a los profesionales de centros veterinarios, que quieren construir espacios menos estresantes, en este caso, para los gatos.

AMVAC, junto al patrocinio de Hill´s y Elanco, convocó a medios de comunicación y propietarios de centros veterinarios, a una nueva formación. La instrucción sirvió para aprender, cómo se tiene que distribuir los elementos en las clínicas, con el fin de conseguir una relajación en los gatos. Marta Amat, Responsable del Servicio de Etología Clínica del Hospital Clínico Veterinario de la UAB e investigadora en el Departamento de Ciencia Animal, fue la encargada de dirigir el aprendizaje.

La presentación se dividido en cuatro bloques: ¿Es estresante para los gatos ir a las clínicas veterinarias?, ¿Cómo pueden adaptar las instalaciones las clínicas?, ¿Cómo llevar a cabo las visitas rutinarias para que no supongan una experiencia traumática?, y ¿Cómo manejar gatos que no toleran la exploración?. ¨Los dueños de perros, un 3% consideran que no le gusta ir al veterinario y un 58% de dueños de gatos, opinan lo mismo¨, destacó Amat.

¨Desde el 2009, se empezó a etiquetar a perros y gatos. Un 78% de dueños de perros sabían del miedo de ir a la clínica, pero un 43,7% de los gatos tienen miedo, un 31% tiene ansiedad y un 6,3% son agresivos¨, apuntó y añadió que, ¨los porcentajes de los gatos, suman un 80%. Datos que nos tienen que preocupar.¨.

Los gatos cuando acuden a las visitas de su veterinario, sufren de miedo, estrés o ansiedad, ¨estos factores, tienden a perjudicar al centro, debido a que el animal, será menos cooperativo, que de esta manera implicará más tiempo, más esfuerzo y más riesgos al profesional¨, argumentó Amat y adjuntó que, ¨gatos con estrés, miedo o ansiedad, pueden sufrir catecolaminas y aumento de glucocorticoides, es decir, mayor presión sanguínea y de glucosa¨.

En palabras de Amat, a través de estudios y datos, un gato con estrés, ¨puede sufrir de anorexia y neofobia. Es muy importante para que el gato no tenga estas dos enfermedades, tener que adaptarlos, desde la etapa de socialización, hasta las 7 o 9 semanas, a nuevos alimentos¨. En la misma línea, Amat indicó que, ¨es preocupante el mal y poco uso de los analgesicos en los gatos. Un 58% de profesionales, tienen falta de conocimiento de este medicamento y un 30% piensan que provocan efectos secundarios¨.

Amat pronosticó que las consecuencias que pueden provocar, un gato con miedo, estrés o ansiedad son que, ¨más de un 40% de los gatos no acudan a los centros veterinarios¨, y subrayó que, ¨es necesario una mejor formación de los profesionales para la identificación del dolor, prevención y tratamiento¨.

¨El gato, tiene miedo de acudir a la clínica, tanto por el traslado, el trasportín, el manejo intenso y la exposición de ambientes desconocidos¨, argumentó y señaló los siguientes puntos y consejos, que puede hacer una clínica y los dueños, para que los gatos no tengan miedo.

  • La recepcionista, tiene que estar bien formada y preguntar tanto por email o llamada, qué preguntas tiene el dueño y qué necesidades tienen para el traslado.

  • Revisar el historial de los pacientes, para ver si el gato necesita un ansiolítico previo a la visita.

  • Recomendar a los dueños que usen transportín o bolsa. Nunca en brazos.

  • No forzar al gato a entrar al transportín, hay que incentivar al gato en el transportín con comida o juguetes.

  • Rociar el trasportín con análogo sintético de la fracción F3 feromona facial felina.

  • Tapar el transportín cuando se acude a la clínica.

¨Otros pasos que pueden realizar las clínicas, es explicar a los dueños por qué se hacen dichas acciones y dar valor de vuestro trabajo¨, enfatizó y solicitó que, ¨no hay que dejar poner a los propietarios, el transportín en el suelo y cerca de zonas de perros¨.

Tal como describió Amat, ¨una clínica veterinaria que sea libre de estrés para gatos, es construir una sala de espera exclusiva para estos animales, pero no hay que soltar nunca a los gatos¨, y hizo hincapié que, ¨la liberación de los gatos, puede causar estrés en otros gatos y se debe poner una señalización en toda la sala¨. ¨Si en el caso de que no se puede poner salas aparte, se tiene que reducir el contacto visual entre gatos y perros¨, afirmó y completó diciendo que, ¨el personal de esa sala, tiene que estar pendiente de dirigir y conducir a los dueños¨.

Amat puntualizó que, ¨cuando el gato salga del área de hospitalización, se tiene que establecer un protocolo. Por ejemplo cuando el gato salga del centro con el transportín, anteriormente se tiene que frotar con la toalla que está dentro, de esta manera se consigue devolver al aroma¨, y por lo tanto, ¨se eliminan los olores de hospital¨.

¨Hay que saber explicar o transmitir por parte del profesional al dueño. Es vital para que el animal regrese¨, citó y matizó que es necesario, ¨una buena comunicación. Ayudará que el dueño aplique el tratamiento al gato y eso implica que se tiene que fortalecer la atención veterinaria, seguimiento de pautas e independientemente del coste¨.

¨No se trata de tener una sala exclusiva de gatos¨, replicó y guió a los participantes que, ¨se tiene que mejorar en la formación de los profesionales, adaptar las instalaciones y entender la importancia del bienestar de la clínica¨.

La formación finalizó recordando que, ¨en la consulta se tiene que reducir los estímulos visuales, también hacer una buena limpieza para eliminar olores y algo que no hay que hacer, es ir a buscar los elementos de exploración. Todo esto ayudará a que el gato, este relajado y el trabajo sea productivo¨.

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