Pedro Estévez Vila, veterinario encargado del área de comportamiento canino y felino en la clínica Ars Canis, reconoce que existen "muy pocos veterinarios que se dediquen exclusivamente a la etología" en su día a día y lo que hacen es combinar las labores de "consultas de com­portamiento" con las de la "actividad normal de una clínica de pequeños animales". La especialidad de etología va ganando cada vez más adeptos y "tiene más peso" entre la sociedad y los profesionales. Por este motivo, el etólogo "debería ser la prime­ra referencia ante cualquier problema de conducta", tal y como expone Estévez.

Para desempeñar sus tareas en su día a día, en la consulta cuenta con "la mejor herramienta" posible: "Una formación científica que permita abordar de una manera protocolizada y en muchas ocasiones multidisciplinar" las cuestiones relacionadas con la conducta del animal.

Si como usuarios no estamos seguros de cuándo deberíamos llamar a su puerta, el veterinario acreditado por la Asociación Española de Veterinarios de Pequeños Animales en medicina del comportamiento propone que los propietarios de las mascotas acudan a su "veterinario de cabecera, que remitirá al especialista los casos que considere necesarios. El veterinario generalista es la puerta para la consulta de la especialidad".

Analizando la conducta

En cuanto a los beneficios que aporta la etología clínica para los felinos: "Los gatos, como cualquier otro animal, tienen sus patrones de comportamiento. Conocerlos y satisfacer sus necesidades eto­lógicas es esencial para su bienestar. Cuando surge un problema, esta especialidad intenta resolverlos", explica el profesional.

Como principales problemas a los que se enfrentan en el día a día en su consulta apunta "la eliminación inadecuada y la agresividad". Para tratar ambos se establecen dos tipos de tratamientos, como es el caso de las terapias "biológicas" y las de "modificación de conducta". Las primeras tienen que ver con las "moléculas que interaccionan con el individuo y pueden modificar su conducta" y las segundas están relacionadas con el comportamiento de un individuo a través del "aprendizaje o la modificación de su entorno".

Aunque todas estas terapias no saldrían adelante sin la impli­cación de sus propietarios: "La mayoría de los problemas no se resuelven sólo con aplicar una pastilla, sino que requieren una interacción con la mascota para que la terapia sea efectiva. Jue­gos, ejercicios de modificación de conducta, cambios de hábitos..."

La punta del iceberg

¿Los gatos sufren estrés? ¿Qué podemos hacer para evitar o para minimizar el riesgo en la medida de lo posible? "Los gatos son esencialmente cazadores. Imaginemos lo que pueden sufrir ciertos individuos dentro de una casa o de un piso. Habrá que suminis­trarles un entorno y unos juegos que puedan suplir esas carencias de sus necesidades de comportamiento. Desde una bandeja de arena adecuada en un lugar adecuado, pasando por un espacio tridimensional en el que puedan subir y bajar, esconderse y vigilar. Mangas o túneles y, por supuesto, la interacción con sus propie­tarios son solo algunos ejemplos", argumenta el encargado del área de comportamiento canino y felino en la clínica Ars Canis.

Otra de las causas que puede afectar a la conducta felina es la llegada de un recién nacido al hogar. Para tratar estos casos, al igual que ocurría con los episodios de estrés, el etólogo felino entra también en juego para establecer "protocolos que ayudan a superar estas situaciones". Sin embargo, el experto plantea que "si la llegada de un nuevo miembro no hace que disminuyamos el tiempo dedicado a nuestra mascota ni las rutinas básicas, será más difícil que haya problemas".

¿Puede un felino mostrar conductas agresivas? ¿Cuándo debemos preocuparnos? "Evidentemente los felinos pueden ser agresivos. Cuando no controlan sus uñas o sus dientes debemos pedir ayuda. A veces los justificamos y después es más difícil de solucionar el problema".

A veces podemos sentir la tentación de darle de comer a nues­tros animales de compañía las sobras de la comida y no sabemos si realmente les estamos haciendo bien o no: "No estoy en contra de darle de comer alimentos que no sean especializados, aunque debemos preguntar al veterinario qué cosas se pueden dar y cuáles no. De la misma manera, debemos decir que no todos los alimentos `especializados´ son idóneos para nuestras mascotas", advierte.

Con la llegada de las redes sociales, cada vez más son las personas que se animan a presumir de mascotas y de su evolución creando cuentas propias en Instagram o a través de YouTube. En estos casos, ¿podrían llegar a presentar signos de depresión? "Siempre que ante un reto, prueba o truco tengan la libertad para elegir hacerla o no ha­cerla no habrá problema. Dicho de otro modo, debemos plantearnos estas actividades como un juego sin forzar nunca a nuestra mascota".

La III Edición del Estudio Anual sobre Mascotas en España, llevado a cabo por Tienda Animal, revela que el presupuesto destinado a ellas asciende a 1.282,18 euros al año. De esa cifra, 839,76 euros pertenecen a alimentación, 90 euros a accesorios y a juguetes y los 352,42 euros restantes a servicios veterinarios. ¿Los estamos mimando demasiado? "Mimar creo que nunca es malo ni demasiado. Otra cosa es malcriar y permitir comportamientos que atentan contra nuestra convivencia", asegura Estévez.

Sin embargo, disminuye el gasto y las visitas a las consultas con respecto a 2018. Según el estudio, en 2019 los dueños de los ani­males de compañía invirtieron de media 334 euros al año, mientras que en el año anterior invirtieron 340 euros. Se destina más pre­supuesto para ellos, pero en temas de salud se gasta menos, ¿no es algo contradictorio? "Habría que estudiar con más detenimiento esas cifras. Las mascotas cada vez viven más tiempo y por lógica se debería invertir más en servicios veterinarios que garanticen su calidad de vida".

Compañero fiel

Existen gatos que están más acostumbrados a estar dentro de casa y otros más habituados al ambiente exterior y, en muchos casos, podemos preguntarnos si estamos educando como debiéramos a nuestros felinos en un espacio de liber­tad. Si observamos las cifras de mascotas que conviven en los hogares, podremos comprobar que en la Unión Europea hay contabilizados 140.833.000 millones de perros y gatos, tal y como refleja el último informe `EuropeanFacts& Figures 2018´ de la Federación Europea de Alimentos para Animales de Compañía (FEDIAF). De esa cantidad, 75.324.000 corresponden a felinos. Pedro Estévez confiesa que "la libertad es algo muy relativo. Si por privar libertad se entienden los gatos indoor (que viven sólo dentro de las casas o pisos), debo decir que, si se les permite satisfacer sus necesidades de comportamiento, su vida será muy plena".

En cuanto a la adopción y su abandono, según el último informe de la Fundación Affinity revela que el 11% de los abandonos registrados tienen que ver con no saber gestionar adecuadamente su comportamiento. ¿No somos capaces de convivir con ellos? ¿Qué es lo que falla? "Es, sin duda, una pre­gunta compleja que no admite respuestas sencillas. Simplemente diré que el mayor conocimiento del comportamiento normal de una mascota y de sus necesidades comportamentales serán un buen antídoto contra los problemas de comportamiento. El desconocimiento es, muchas veces, el origen de los problemas", indica el profesional.

No hay mejor manera de averiguar los beneficios que nos aportan que seguir el consejo que nos plantea Estévez: "Sién­tate en un sillón cómodo, ponte un gato en el regazo y acarícialo suavemente. Déjate llevar y en unos minutos me responderás tú mismo con una sonrisa sincera".

Metas futuras

La especialidad de etología felina está irrumpiendo con fuerza, pero siguen existiendo elementos por pulir de cara al futuro. Así, a nivel científico es vital "comprender mejor determinados comportamientos para poder encontrar tratamientos más efecti­vos" y, en el plano social, se debería "lograr mayor penetración y consideración por parte de los propietarios de mascotas"

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