La veterinaria, una profesión cada vez más feminizada

En las últimas décadas se está produciendo una progresiva feminización de algunas profesiones. Es el caso, por ejemplo, de la veterinaria, donde, a día de hoy, el 48,7% de los profesionales son mujeres. Cifra que sigue creciendo año tras año. Sin embargo, la precarización se instala en la profesión, y no conoce de género.

21/05/2020

De siete veterinarias en 1953 a 168 en 1980; de 2.790 en 1990 a 15.877 en 2017. El camino no ha sido fácil para las mujeres y en el campo de la veterinaria no ha sido una excepción. Sin embargo, poco a poco, las mujeres van haciéndose hueco en una ...

De siete veterinarias en 1953 a 168 en 1980; de 2.790 en 1990 a 15.877 en 2017. El camino no ha sido fácil para las mujeres y en el campo de la veterinaria no ha sido una excepción. Sin embargo, poco a poco, las mujeres van haciéndose hueco en una profesión históricamente marcada por su carácter masculino. De hecho, podríamos decir que, a día de hoy, la balanza está bastante igualada y que es cuestión de tiempo que haya más mujeres veterinarias que hombres. La feminización de la profesión es uno de los aspectos clave que analiza Óscar Gutiérrez Aragón, director del Departamento de Empresa de la Escola Universitària Mediterrani de Barcelona (centro adscrito a la Universitat de Girona) y autor del "Informe sobre la situación socioeconómica y laboral del sector veterinario de animales de compañía en España. Año 2018", en el cual se valora muy positivamente este aspecto: "La progresiva feminización de la profesión veterinaria puede ser uno de los valores del sector que resulte oportuno proteger, ya que no suelen ser muchos los sectores que ofrecen de forma tan notoria tantos puestos de trabajo de alta cualificación a mujeres trabajadoras con formación superior".

La mitad

Las cifras rescatadas del Instituto Nacional de Estadística (INE) son claras: a partir de la década de los 80 del siglo XX las mujeres comenzaron a llegar al sector y, a finales del 2017, la cifra de colegiadas veterinarias ha alcanzado las 15.877 o lo que es lo mismo, el 48,77% del total. De hecho, cada año, se está más cerca de que haya más féminas que varones.

Estas cifras son fiel reflejo de lo que está pasando en la universidad. En 1990 el ratio de matriculados en las facultades de veterinaria era de seis hombres por cada cuatro mujeres, en 2017 la balanza ha dado un vuelco y estamos hablando de 7,5 mujeres por cada 2,5 hombres. Como es de esperar, la feminización de la carrera veterinaria también se ha trasladado al número de egresadas. Así, mientras que en 1990 el 57,58% de los egresados eran hombres y el 42,42% eran mujeres, en 2017 estamos hablando del 29,83% de hombres y 70,17% de mujeres. En el caso de que se mantengan estas cifras, y todo apunta a que será así, en unas décadas podríamos estar hablando de que, finalmente, vez hay más trabajos no remunerados y salarios más bajos. Sin embargo, tal y como se desprende de las estadísticas, como cuanto menor es la edad de los profesionales veterinarios, mayor es la presencia femenina, las mujeres son las que se ven afectadas más por esta precarización, teniendo que trabajar en un peor contexto laboral y con unas peores condiciones. Además, si todo continúa igual, en un futuro, las mujeres seguirán siendo las principales damnificadas por esta situación.

En cuanto al salario, en el informe se menciona el estudio de la Federation of Veterinarians in Europe (2015).A través de él se demuestra que, al igual que en la mayoría de profesionales, el salario anual medio de los veterinarios españoles crece progresivamente con la edad, siendo el de los menores de 40 años en menos de la mitad del mayor rango salarial en el mejor de los casos (28,57% los menores de 30 años, 34,22% entre 30 y 34 años y 48,98% entre 35 y 39 años). "Puede afirmarse, pues, que existe una brecha salarial en el sector que afecta principalmente a las trabajadoras femeninas, aunque no por el hecho de ser mujeres, sino por ser más numerosas las más jóvenes (las cuales además han accedido a la profesión en peores condiciones laborales y salariales)".

Y a todo ello hay que añadirle el elevado ratio de veterinarios por millón de habitantes, que en España es el más alto de todos los países europeos. Asimismo, el indicador de ingreso de nuevos estudiantes también es el más alto. Ambos factores demuestran el excesivo número de veterinarios que no pueden ser absorbidos por un mercado que sigue aumentando sus niveles de precarización.

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