"Cada año se diagnostican dos nuevos patógenos en seres humanos"

La OCV recoge el resumen de una ponencia de Javier Lucientes sobre artrópodos y patógenos.

12/04/2016

Javier Lucientes, investigador y profesor de Parasitología y Enfermedades Parasitarias de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, ofreció una charla en el Colegio de Veterinarios de Las Palmas sobre “Los artrópodos y su importancia como vectores de enfermedades. Factores que influyen en su papel como transmisores de ...

Javier Lucientes, investigador y profesor de Parasitología y Enfermedades Parasitarias de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, ofreció una charla en el Colegio de Veterinarios de Las Palmas sobre “Los artrópodos y su importancia como vectores de enfermedades. Factores que influyen en su papel como transmisores de patógenos”, dentro del Programa de Formación Continua del Consejo General de Colegios Veterinarios de España.

Lucientes señaló que desde 1980 se han descubierto 87 enfermedades emergentes y de ellas 58 son virales y 49 producidas por el virus ARN, con capacidad de mutación. “Para este año se prevén entre 8 y 43 enfermedades nuevas. Cada año se diagnostican como mínimo dos nuevos patógenos en seres humanos. El 40 por ciento de la población mundial corre el riesgo de contraer dengue. Cada año se producen 1,3 millones de casos nuevos de Leishmaniosis. 3.300 millones de personas están expuestas al paludismo. Se estima que en 2010 hubo 219 millones de casos de enfermedad”, dijo.

El vector es un artrópodo hematófago responsable de la transmisión activa de un agente patógeno, señaló el profesor. Existe el vector mecánico, que es un artrópodo que transporta físicamente un agente infeccioso a un hospedador y en el que no se multiplica ni desarrolla el agente patógeno y un vector biológico, que es un artrópodo en el cual el agente infeccioso o parasitario va a realizar una parte necesaria de su ciclo biológico, o multiplicación, antes de la transmisión a un hospedador.

Javier Lucientes habló de los factores que están modificando las condiciones de transmisión de estas enfermedades: los naturales (modificaciones del clima, diseminación natural de vectores, introducción natural de reservorios) y los antropógenos (modificación del medio, introducción de vectores, desplazamiento de reservorios). Todo esto produce un efecto sobre el vector: aumenta el área de distribución, el periodo de actividad, las poblaciones y su metabolismo, a la vez que disminuye la mortalidad invernal. El efecto sobre el agente patógeno es la multiplicación adelantada y más rápida.

El investigador hizo un relato histórico de los mosquitos invasores en Europa: Aedes albopictus (Albania 1979, Italia 1990), Aedes aegyp (Rusia 2001, Portugal 2004, Georgia 2007, Holanda 2010), Aedes japonicus (Suiza y Alemania 2008, Austria y Slovenia 2011), Aedes atropalpus (Holanda 2009), Aedes koreicus (Belgica 2008, Italia 2011), Aedes triseriatus (Francia 2004) y hasta el mosquito tigre (Aedes albopictus).

El ponente habló luego de “Los flebótomos (Diptera: Psychodidae: Phlebotominae), vectores de la Leishmaniosis canina” y se preguntó si estamos ante una enfermedad emergente. Los flebótomos son de pequeño tamaño, tienen dos alas lanceoladas, patas largas, color marrón claro, cuerpo velloso y aspecto giboso. La Leishmaniosis visceral zoonótica está producida por Leishmania infantum y afecta a cánidos, gatos, roedores y a personas. Es transmitida por dípteros del género Phlebotomus, que son vectores biológicos obligados.

Los lugares de cría de los flebótomos son jardines, cobertizos y leñeras, madrigueras, mechinales de muros, alcantarillas, basureros, sótanos y ruinas. Sólo las hembras chupan sangre, aunque machos y hembras necesitan azúcares. Pican a mamíferos y aves, son atraídas por la luz y pican igual dentro como fuera de las construcciones.

 Son difíciles de detectar porque realizan vuelos cortos, como a saltitos, en la dirección del viento. Vuelan bajo a unos 30 centímetros pero pueden subir hasta un cuarto piso o incluso más. Su dispersión oscila de 100 a 200 metros hasta 2,5 kilómetros.

Lucientes también habló de “Mosquitos verdaderos (Diptera: Culicidae) y Jejenes (Diptera: Ceratopogonidae). Actualización de los conocimientos de su biología aplicados a las enfermedades que transmiten. Bases para su control'. Informó de la encefalitis del Oeste del Nilo, producida por un virus ARN de la familia Flaviviridae del género Flavivirus. Es miembro del Complejo de la Encefalitis Japonesa y está emparentado con los virus de las encefalitis de Sant Louis, Murray, Usutu, etcétera.

Según el ponente, guardar los animales por la noche en los establos no garantiza que estén protegidos de las picaduras. “Si se ponen mallas en todas las entradas, si no son muy finas, del orden de 1,9 milímetros de malla, entran incluso si son tratadas con insecticidas. Tratar las paredes con productos autorizados y de alta persistencia como la Cipermetrina parece que puede disminuir las densidades dentro de las construcciones”.

El ponente dio un último consejo en su charla: “La mejor herramienta es combinar la vacunación con el uso de insecticidas/repelentes para proteger a los animales de las picaduras de los culicoides infectivos”.

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