Los veterinarios españoles están insatisfechos con la profesión

Los veterinarios que trabajan en Letonia, Rusia y Dinamarca son los que se sienten más satisfechos con su trabajo. En nuestro país, los veterinarios se sitúan en la parte baja de la tabla, tanto en la elección de la carrera como en la del sueldo o la calidad de vida.

28/01/2020

El estudio elaborado por la Federación Veterinaria Europea (FVE) VetSurvey 2018 analiza, entre otros temas, cómo se sienten los veterinarios que trabajan en Europa. Además de estar por debajo de la media europea en cuanto a la satisfacción en la educación recibida y en la elección de la carrera, los ...

El estudio elaborado por la Federación Veterinaria Europea (FVE) VetSurvey 2018 analiza, entre otros temas, cómo se sienten los veterinarios que trabajan en Europa. Además de estar por debajo de la media europea en cuanto a la satisfacción en la educación recibida y en la elección de la carrera, los veterinarios españoles también se encuentran en la parte baja de la tabla en la valoración del salario que perciben, la calidad de vida y el ambiente de trabajo. En definitiva, en la mayoría de indicadores que analiza la encuesta que desgranamos a continuación.

Desarrollo continuo

Los veterinarios, como la mayoría de las profesiones relacionadas con la salud, necesita de estar en constante actualización de sus conocimientos, debido a la aparición de nuevas técnicas y al desarrollo del conocimiento de las enfermedades. En promedio, en Europa los veterinarios dedican unas 40 horas al año al Desarrollo Profesional Continuo (CPD, por sus siglas en inglés), una cifra muy similar a la de 2015, y que es la recomendada por la UEVP-FVE. Asimismo, el 70% de los encuestados europeos considera que el CPD es obligatorio para mantener sus trabajos. Sin embargo, esta tasa varía mucho de un país a otro. En Letonia e Irlanda, se cree que es obligatorio para casi todos (el 95% deben completar algún tipo de capacitación en CPD), mientras que en Suecia solo para menos de un tercio de los veterinarios. En España nos situamos en la parte baja de la tabla, pues solo el 48% considera que es obligatorio el CPD. A pesar de ello, España es el tercer país en el que se dedican más ahora al CPD por ahora. En total, una media de 60.

En cuanto a la educación de posgrado, el 16% de los veterinarios europeos tiene un máster y también otro 16% tiene una especialización nacional. Por otra parte, el 15% tiene un doctorado y el 7% tiene un EBVS (European Board of Veterinary Specialization). Sin embargo, los veterinarios encuestados resaltan que el principal desafío para poder llevar a cabo la CPD es el tiempo (58%), seguidos de la ubicación (46%) y la tarifa (37%). De hecho, en nuestro país, hasta el 71% de los veterinarios considera que la falta de tiempo es el principal problema, y el 42% considera que son las tasas.

Asimismo, en 2018 el 73% de los participantes en la encuesta VetSurvey consideraban que la mejor manera de realizar el CPD era a través de reuniones o conferencias (en 2015 el porcentaje era del 86%). En España, este porcentaje se reduce al 61%, mientras que un 56% valora los wetlabs/practicals como la mejor forma.

En cuanto a la educación que han recibido, los veterinarios europeos que han trabajado menos de diez años valoraron con un cinco (sobre 10) la educación recibida. Finlandia es el país que se siente más satisfecho (7,2) seguido de Letonia (6,6) y Suecia (6,5). Por otro lado, Rusia es el país más insatisfecho con su educación para el mercado laboral (3,4), seguido de cerca por España (3,9) y Polonia (4,2).

A nivel europeo, lleva un promedio de dos años desde la graduación encontrar un trabajo que les permita la independencia económica. Tarda más en Turquía, Hungría y Macedonia del Norte (2,9 a 3,5 años) mientras que lleva mucho menos tiempo en Suecia, Dinamarca y Finlandia (0,5 a 0,7 años). En España se tarda algo menos que la media, en total 1,5 años.

Jubilación

En cuanto al futuro, más de la mitad de los veterinarios planea retirarse cuando tengan entre 65 y 69 años. Al observar cada país, los resultados muestran que en Dinamarca, Islandia, Italia e Irlanda más del 20% de los veterinarios desearían jubilarse cuando tengan entre de 70 a 74 años. Por el contrario, menos del 8% de los que están en Luxemburgo, Turquía, Alemania y los Países Bajos estarían dispuestos a esperar hasta esta edad para jubilarse. El porcentaje entre los veterinarios españoles que desean jubilarse entre los 65 y los 69 años es del 68%, mientras que a un considerable 11% les gustaría hacerlo entre los 70 y los 74 años.

Así, el 72% de los veterinarios europeos planea continuar trabajando como veterinario hasta que se jubilen. Las cifras más altas, con más del 80%, se registran en Hungría, Irlanda, Turquía, Eslovaquia y Letonia. Por el contrario, más del 50% de los veterinarios en Portugal dice que, probablemente o sin demora, no continuará trabajando como veterinario hasta la jubilación. El 40% de los veterinarios en España asegura que seguirá trabajando como veterinario hasta la jubilación; el 22% seguramente sí; el 24% no está seguro y el 14% final asegura que no lo hará.

Por lo que al desplazamiento se refiere, el 7% ha trabajado en otro país europeo en los últimos tres años. Sin embargo, esta tasa varía sustancialmente de un país a otro. Así, destaca el 32% de los veterinarios suizos que se han mudado de país, o el 22% de los del reino unido. En España, la cifra se queda en un 5%. Los principales motivos que se dan para mudarse y trabajar en otro país, a nivel estatal, son: mejores oportunidades de trabajo (45,4%), mayor salario (40%) y otras razones (38,5%). A nivel europeo, las razones son: encontrar mejores oportunidades de empleo (44%), mayor remuneración (36%) y desempleo en su país de origen (20%).

Sin embargo, en el último año el 26% asegura haber considerado seriamente trabajar en otro país europeo, y en España el porcentaje es muy similar, con un 28%. Existe una gran diferencia entre países económicamente más pobres (Rumania, Rusia e Islandia) y los del norte de Europa (Noruega, Francia, Suecia y Luxemburgo). Las principales preocupaciones de los veterinarios cuando piensan trabajar en otro país europeo son cuestiones logísticas o personales (47%) seguidas de los problemas derivados del idioma (41%). Asimismo, un 9% se preocupa por el Brexit o la falta de empleo (8%).

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