"La educación de un cachorro sentará las bases de su conducta y temperamento de adulto"

Con cuatro años al frente de la clínica Pet&Vet, Laura Catalán y Sandra Portals, copropietarias, veterinarias, etólogas y educadoras caninas, se han convertido en un referente para los dueños de las mascotas en Zaragoza. Sobre todo en el momento en el que hay que tratar algún tipo de problema de conducta, tanto en perros como en gatos.

14/01/2020

Especializadas en todo tipo de problemas de conducta presentes en la especie canina y felina, Laura Catalán, veterinaria y miembro de AVEPA y GEMFE, y Sandra Portals, veterinaria, adiestradora y educadora canina, enamoradas de aquello que tenga que ver con el trato y el contacto con animales, decidieron fundar la ...

Especializadas en todo tipo de problemas de conducta presentes en la especie canina y felina, Laura Catalán, veterinaria y miembro de AVEPA y GEMFE, y Sandra Portals, veterinaria, adiestradora y educadora canina, enamoradas de aquello que tenga que ver con el trato y el contacto con animales, decidieron fundar la clínica Pet&Vet, en Zaragoza, a finales de 2015, para dar rienda suelta a su pasión (la etología), y, con ello, poder ayudar a corregir los trastornos de comportamiento de las mascotas. "La etología es una especialidad imprescindible en la sociedad actual, ya que va a sentar las bases del bienestar animal. Cuando un animal es física y psicológicamente equilibrado tenemos un pleno bienestar en nuestra mascota, a todos los niveles", destaca Laura Catalán.

Algunos de los problemas más frecuentes en la consulta son, en la especie canina, los relacionados con la eliminación inadecuada (el animal se orina en lugares que no debe), ladrido excesivo, destrozos en la casa, ansiedad por separación, agresividad hacia personas u otros perros, falta de autocontrol, miedos, comportamientos repetitivos, etc., mientras que en la especie felina se trata de problemas que tienen que ver con los maullidos descontrolados, miedos a diferentes estímulos, agresividad hacia otros gatos o personas, arañar muebles u objetos de manera inadecuada o el síndrome de disfunción cognitiva.

Es, en este momento, cuando la aplicación de la etología clínica entra en escena. Fundamentalmente, porque una mascota no es solo un animal de compañía. Es un compañero de vida, un miembro más de la familia, un amigo leal que convive con los humanos, su familia, creándose importantes lazos de convivencia entre ambas especies. Como fruto de esta convivencia, en ocasiones, pueden aparecer problemas derivados de una falta de comunicación o entendimiento entre humanos y mascotas. "La etología nos ayuda a comprender a nuestra mascota y a entender cuál es el origen de dichos comportamientos, qué causas están detrás de estas situaciones y cómo podemos actuar para solucionarlas. De esta forma podremos disfrutar de la vida junto con nuestro mejor amigo", apunta Laura. Cabe señalar que, en libertad, los animales no tienen problemas de conducta, sino que tienen un comportamiento totalmente normal. Sin embargo, y debido al proceso de domesticación, perros, gatos y otra serie de animales exóticos que están presentes en nuestras vidas deben aprender a adaptarse a nuestro entorno. Un medio que tiene poco que ver con su estado salvaje.

Por ello, y como explica la etóloga, aunque les proporcionamos los recursos básicos, el propio desconocimiento de las necesidades reales de nuestras mascotas puede ocasionarles problemas a consecuencia de esa convivencia. "Los etólogos somos profesionales veterinarios que ayudamos a inculcar a los propietarios de mascotas el arte de comprender y escuchar a los animales. En este sentido, la etología no solo se encamina a interpretar y gestionar un comportamiento en la mascota sino también a `educar´ al propietario, para que sea capaz de entender las necesidades reales, físicas y psicológicas de su mascota. Así podremos conseguir un correcto desarrollo comportamental en el animal adulto", concluye Catalán. Para llevar a cabo estos tratamientos conductuales también ofrecen otras terapias alternativas; entre ellas, las flores de Bach, masaje emocional y, en ocasiones, homeopatía, siempre en combinación con la medicina tradicional. "Hemos comprobado que, en muchos casos, se observan buenos resultados con este tipo de terapias e incluso pueden contribuir a que el propietario se involucre más en el tratamiento etológico del paciente. Al sentirse más familiarizado con estas terapias que con la medicina tradicional suele haber un mayor cumplimiento de los objetivos por parte del propietario", afirma.

Veterinarios en positivo

Todo ello bajo el eslogan de "veterinarios en positivo" con el que utilizan un manejo de las mascotas libres de estrés, miedo o métodos coercitivos. ¿Cómo se hace eso?, preguntamos a Laura Catalán. "Muchas mascotas tienen pánico al veterinario, reúsan entrar en las clínicas o incluso aparecen comportamientos agresivos cuando el veterinario intenta explorarles. Esto supone un estrés añadido para el animal y para el propietario, que ve como su mascota sufre y lo pasa mal en estas situaciones. Por eso, un gesto tan sencillo como ofrecer un plato de comida o un poco de juego a la vez que vacunamos, realizamos una extracción de sangre o una manipulación molesta marca la diferencia y consigue que el estrés se reduzca o incluso desaparezca totalmente", aclara. Se trata de un refuerzo positivo gracias al cual el animal ni siquiera es consciente de que se le ha vacunado o realizado una manipulación.

De ahí que, como nos indica la especialista, "podemos decir que la gran mayoría de nuestros pacientes no tienen miedo de acudir a nuestras consultas; al contrario, acuden contentos, al igual que sus propietarios", aunque matiza que "en casos necesarios, empleamos bozales, pero incluso éstos deben ser positivizados previamente en casa para que no sean asociados con un castigo. Pero la clave está en tratar a nuestros pacientes con respeto, con tiempo, sin prisas, sin estrés y poniéndonos en su lugar". Por su parte, los felinos necesitan otro tipo de manejo. "Con nuestros pacientes felinos es especialmente importante trabajar con este tipo de técnicas positivas y las técnicas de "low stress handling" (manejo de bajo estrés), así como las técnicas "towel wrap", clipnosis o terapias con feromonas felinas, que empleamos activamente". Además, al estresarse con mayor facilidad requieren de consultas más largas, sin prisas, sin estrés, de ahí que la clínica Pet&Vet cuente con el distintivo "Cat Friendly Clinic" (clínica amable con los gatos) otorgado por la ISFM (International Society Of Feline Medicine).

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