"La traumatología veterinaria se encuentra en un momento histórico con las nuevas tecnologías"

Formación con una alta especialización, implantes a la carta y desarrollo de técnicas mínimamente invasoras que no solo sean diagnósticas también marcarán el futuro inmediato de la especialidad.

10/12/2019

Dice Antonio Jiménez Socorro, vicepresidente de la Sociedad Española de Traumatología y Ortopedia Veterinaria (SETOV) desde 2016, que ejerce como veterinario desde 1988, que la situación actual de la traumatología veterinaria no puede ser mejor: "Con la llegada de las nuevas tecnologías al sector veterinario, podemos decir que hoy la ...

Dice Antonio Jiménez Socorro, vicepresidente de la Sociedad Española de Traumatología y Ortopedia Veterinaria (SETOV) desde 2016, que ejerce como veterinario desde 1988, que la situación actual de la traumatología veterinaria no puede ser mejor: "Con la llegada de las nuevas tecnologías al sector veterinario, podemos decir que hoy la traumatología veterinaria se encuentra en un momento histórico de gran desarrollo". Tanto a nivel mundial como en concreto en España.

"Los nuevos y más baratos equipos de diagnóstico, los nuevos materiales y la fabricación de implantes en 3D a medida, junto con la gran oferta formativa, han hecho posible que la traumatología veterinaria en España hoy no tenga mucho que envidiar a la traumatología que se practica en los hospitales de medicina humana", asegura Jiménez, que también afirma que, desde un punto de vista formativo, "en España existe una gran oferta por parte de las sociedades científicas y por parte de las universidades públicas y privadas, desde las que se ofrecen diferentes estudios de postgrado de esta especialidad".

Pone como ejemplo que en la Universidad Complutense de Madrid se oferta el título propio de Especialista Universitario en Traumatología y Cirugía Ortopédica en pequeños animales o que, por parte de la SETOV, todos los años se realizan varios cursos de especialización en traumatología veterinaria.

Patologías

En el repaso de las patologías traumatológicas de las mascotas, recuerda que las más frecuentes son las ortopédicas, en especial las de rodilla y que las que mayor prevalencia tienen son las roturas del ligamento cruzado anterior (RLCA), seguidas por las luxaciones rotulianas. "Estas últimas son más frecuentes en perros pequeños y pueden presentarse en combinación con las RLCA", indica, explicando que la RLCA en el perro es la causa principal de cojeras de la extremidad posterior y la principal causa de osteoartrosis en la rodilla.

"En el caso de las patologías puramente traumatológicas, las fracturas más frecuentes son las de los huesos largos menos cubiertos por masas musculares o más desprotegidos, como son radio/cubito o tibia/peroné. Y, si tenemos en cuenta la causa del traumatismo, por ejemplo cuando se trata de caídas desde altura, son frecuentes las luxaciones coxofemorales o las fracturas o luxaciones vertebrales", añade, mencionando también que, en el caso de atropellos, son frecuentes las fracturas de cadera. "Además, existen patologías con un alto componente genético y, por este motivo, nos encontramos una mayor prevalencia de displasia de codo o caderas en determinadas razas, como por ejemplo en los labradores", explica.

Síntomas

Los síntomas específicos de cada patología son variables, pero Jiménez recuerda que, como norma general, "podemos decir que cuando un perro no se mueve o no juega como cualquier otro animal de la misma raza y/o edad, entonces deberíamos pensar que puede existir alguna patología, como por ejemplo una displasia de cadera". En otros casos, como en la RLCA, "puede existir una cojera de la extremidad posterior afectada, cargando menos peso sobre la misma y presentando la extremidad una postura antiálgida en el momento de sentarse".

Y, en algunas patologías, también explica que se pueden encontrar signos muy específicos o patognomónicos "que nos hacen pensar rápidamente de qué patología se trata, por ejemplo: en el caso de una contractura del infraespinoso observaremos al animal con el miembro anterior flexionado y rotado externamente con una postura muy característica".

Técnicas

Todas estas dolencias, según asegura Jiménez, deberían poder tratarse. "Es cierto que muchas veces existen dudas sobre cómo afrontar una patología determinada. Por ejemplo, en el caso de la RLCA, hay más de 400 técnicas quirúrgicas descritas y, en la actualidad, son de elección las osteotomías correctoras que modifican la biomecánica de la rodilla para neutralizar la inestabilidad que produce la lesión del ligamento cruzado, pero existen debates acerca de cuál de ellas es mejor y en qué pacientes sería preferible usar una u otra técnica", explica el veterinario, "como por ejemplo si es mejor realizar un avance de la tuberosidad tibial (TTA) o una nivelación de la meseta tibial (TPLO)".

También considera que la forma más útil y practica de diagnóstico es la exploración clínica del animal: "De esta forma sencilla y práctica podemos diagnosticar desde una RLCA mediante la prueba directa de cajón o la indirecta de compresión tibial o una luxación rotuliana por palpación, pudiendo diagnosticar además qué grado de luxación padece el paciente sin necesidad de ningún equipo o instrumento". En un segundo lugar, Jiménez dice que el equipo de rayos X es indispensable, seguido del ecógrafo, del TAC o de la resonancia.

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