Juan Francisco Sánchez nos recibe en su clínica de La Carlota, a 10 km de la capital cordobesa. Amante de los animales ha dedicado toda su vida al bienestar del mejor amigo del hombre. "Me licencié en 1994 por la UCO y empecé a trabajar en grandes animales, fundamentalmente vacuno de leche, vacuno de carne, ovino, caprino y cerdos, pero sin dejar de hacer pequeñas cosas con animales de compañía. Ya en 2001 decidí abrir la Clínica Veterinaria Mascotas, y allí trabajamos a diario cuatro veterinarios y una auxiliar, yo estoy especializado en dermatología".

Precisamente la dermatología es un área de especialización al alza. "Las afecciones de la piel más habituales son las causadas por enfermedades bacterianas, dermatofitosis, alergias, enfermedades parasitarias, leishmaniosis, enfermedades sistémicas y endocrinas con manifestaciones cutáneas, enfermedades autoinmunes, tumores cutáneos y problemas de oídos". Sin olvidar la dermatitis atópica, tan frecuente en mascotas. "Entre ellas están los corticoides -utilizados tradicionalmente para el control del prurito- y la ciclosporina, así como moléculas de reciente aparición como el oclacitinib los anticuerpos monoclonales, los cuales tienen un futuro muy prometedor", asegura Juan Francisco Sánchez.

Experimentado y preparado para los retos a los que se enfrenta la veterinaria del futuro. "El cliente demanda más profesionalización del sector, y debemos estar preparados para este cambio de escenario". Más profesionalización sí, pero, ¿cómo mejorar? "Debemos huir de hacer siempre lo mismo en nuestros centros, hay que apostar por la especialización y mejorar diariamente".

Y, entre los retos, uno de los más importantes: la fidelización del cliente. Para Juan Francisco Sánchez es fundamental ofrecer un servicio de calidad. "Hoy día existen distintos modelos y formas para conseguirlo, desde los planes de salud hasta los protocolos y formas de trabajo eficientes". El objetivo es "trasladar una imagen sobre nuestra actividad que esté cercana a la medicina humana". Sin duda, calidad frente a precios low cost, pero también una atención profesional frente a un trato estándar. "Otro de los elementos fundamentales es la atención personalizada. Los clientes actuales están cada vez más informados y son más exigentes con la medicina que se le aplica a sus mascotas, por lo que debemos facilitar información fundamentada en la evidencia científica".

Evidencia científica y formación especializada que requiere un esfuerzo y una inversión por parte del profesional veterinario que no siempre son reconocidas. "Deberíamos estar considerados como personal sanitario para obtener los mismos beneficios que otras profesiones, y que pasan por tener un IVA más reducido y una legislación que impida la proliferación de centros veterinarios que no cumplen con un mínimo exigible en cuanto a instalaciones o en equipamiento, así como en la formación de sus trabajadores".

Reivindicaciones que afectan al colectivo en un mercado dinámico y cambiante. "Una de las mayores transformaciones es la aparición de los grupos de inversión que van a aglutinar a muchos centros y hospitales bajo una misma marca, lo cual cambiará considerablemente nuestro escenario", asegura el propietario de Clínica Veterinaria Mascotas, y concluye: "Debemos adaptarnos y saber cómo contrarrestar el asentamiento en nuestro sector de estas empresas, ya sea para incorporarnos a ellas o para cambiar nuestros centros y adaptarnos a los nuevos tiempos que se avecinan".