Dice que los casos que más le han marcado en su experiencia como veterinario dermatólogo son aquellos en los que sus pacientes tuvieron que ser eutanasiados. "No es frecuente en dermatología veterinaria que no haya nada más que hacer y, por fortuna, me sobran dedos de mis manos a la hora de contarlos, pero me acuerdo de todos ellos", asegura el veterinario Iván Ravera, que es responsable del Servicio de Dermatología del Hospital Veterinario de la Universidad Católica de Valencia y que considera muy importante que los propietarios sean conscientes de que cuando sus animales sufren de alguna enfermedad de la piel pueden acudir a dermatólogos veterinarios que han dedicado toda su carrera profesional a esta especialidad.

"Siempre existe una manera inteligente de prevenir la aparición de enfermedades, por ejemplo, una medida muy fácil es realizar un control estricto de ectoparásitos. Haciendo esto estamos previniendo la aparición de sarnas, dermatitis alérgica a la picadura de las pulgas, anafilaxis, angioedema, Ehrlichiosis, entre otras más", explica, haciendo hincapié también en que las pipetas deben aplicarse todos los meses y durante todo el año ya que, en ciertas zonas geográficas como la mediterránea, las pulgas están presentes durante casi todo el año y no solo en verano. "Además, hoy en día contamos con pastillas, más fáciles de ad- ministrar y con un gran potencial para eliminar pulgas y garrapatas", señala, poniendo también el ejemplo de la dermatitis atópica. "Es una enfermedad con predisposición genética y, de momento, prevenir su aparición es imposible. Sin embargo, es nuestro deber como veterinarios instruir a los propietarios de animales acerca de esta enfermedad, para que ellos mismos puedan prever la aparición de brotes alérgicos en sus mascotas y el empeoramiento de las lesiones, y de esta manera brindarles una gran calidad de vida", dice.

Mayor prevalencia

La enfermedad dermatológica más frecuente, según indica, depende de la región geográfica, la especie, la raza y la edad del paciente. "Las enfermedades dermatológicas que frecuentemente afectan a cachorros y gatitos menores de seis meses son la dermatofitosis, mal llamada tiña, y la otocariasis", dice Ravera, que explica que "las dermatitis alérgicas son las enfermedades dermatológicas con mayor prevalencia a nivel mundial en perros y gatos". En algunos pacientes, añade, es cierto que las enfermedades dermatológicas tienen una mayor presentación en un determinado momento del año, como puede ser el caso de la dermatitis atópica estacional o la alérgica a la picadura de las pulgas, pero no es lo más frecuente.

"El entorno en el que vive el paciente puede llegar a influir en la aparición de determinadas enfermedades: si un paciente vive en el campo, estará más expuesto a ectoparásitos, mosquitos o a determinados alérgenos ambientales. Por otro lado, los pacientes que viven exclusivamente en entornos urbanos y la mayor parte del tiempo dentro de casa (indoor), estarán más expuestos a alérgenos del interior, como ácaros del polvo y del almacenamiento", matiza, recordando en cualquier caso que la información científica que asocie directamente el entorno del paciente con algunas enfermedades cutáneas es escasa.

Diagnóstico

En su opinión, las citologías cutáneas, como pueden ser celos, raspados con suero salino o improntas directas o indirectas, "son las herramientas diagnósticas de mayor utilidad" en su especialidad y, por ello, considera que está al alcance de todas las clínicas, "y de una manera muy sencilla", realizar un buen diagnóstico frente a una enfermedad dermatológica. "La mejor inversión para una clínica veterinaria es la interconsulta con un dermatólogo o dermatóloga titulados. Las enfermedades cutáneas son diagnosticadas y tratadas con mayor celeridad si el paciente es explorado por dermatólogas y dermatólogos que solo nos dedicamos al diagnóstico de enfermedades de la piel y casi todos nuestros estudios, actualizaciones y experiencia están enfocados a la dermatología veterinaria", considera.

En este sentido, insiste en que "tenemos que asumir, como han hecho los médicos en medicina humana, que un veterinario no puede ser especialista en absolutamente todo" y en que, en medicina veterinaria, "afortunadamente contamos con veterinarios especializados en casi todas las áreas".

Eso permite, según señala, que el diagnóstico "se determine antes, los propietarios estén satisfechos y agradezcan enormemente que su veterinaria o veterinario de cabecera haya recurrido al especialista y, desde el punto de vista económico, todos ganan: si el paciente cura antes, los propietarios gastan menos en pruebas o tratamientos que no aportan ayuda al diagnóstico o a la resolución y, por lo tanto, están mucho más satisfechos y confían mucho más en su veterinario de cabecera, al cual, seguirán acudiendo con mayor confianza".

Experiencia

Los grandes centros, en este punto, marcan la diferencia. Por ejemplo, Ravera explica que cada servicio que ofrece el Hospital Veterinario de la Universidad Católica de Valencia en el que trabaja, que cuenta con diplomados europeos en todas las especialidades, está compuesto por veterinarios que solo se dedican a una especialidad en concreto. "Esto no quiere decir que el personal del hospital trabaje de manera segregada; todo lo contrario, el hospital es un equipo del que todos formamos parte y me siento muy afortunado al saber que, ante cualquier duda que tenga con un paciente, en la consulta de al lado tengo a un compañero o compañera que se especializa en ese tema en concreto y, además, posee el título más alto en ello".

Eso sí, reconoce que no todo son los títulos: "A nuestros pacientes eso les da igual, pero no les da igual que su veterinario carezca de experiencia. Todos los servicios que ofrece el hospital están compuestos por personal de una enorme experiencia en cada especialidad y eso implica que probablemente la enfermedad que tenga un paciente en concreto, para nosotros no sea rara y estemos muy acostumbrados a diagnosticarla y tratarla".

El veterinario también menciona el gran avance logrado en los últimos años en cuanto al tratamiento y la evolución de los pacientes. "No solo se ha conseguido que nuestros pacientes vivan más, sino que los años que vivan lo hagan con una gran calidad. Cada vez tenemos tratamientos más específicos, con menos efectos secundarios y para nada prohibitivos económicamente. Cosas que antes en medicina veterinaria parecían imposibles, ahora están a la orden del día".

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