José Luis Vérez es ya un veterano en la profesión, en él se aúnan experiencia y sabiduría. Y es que, si bien es cierto que su actividad es eminentemente clínica, también lo es que ha desempeñado labores en el campo de la docencia universitaria y de la investigación científica de la mano del profesor Usón en España y del Profesor Koestlin en Alemania. "Para hablar de lo que ocurre en la actualidad es necesario no perder la perspectiva del pasado, observar como la cirugía, tal y como la conocemos ahora, data tan solo de principios del siglo XX. Se trata tan sólo de apenas 70 años, los avances son notables, pero el trabajo que queda es inabarcable".

Y es que la veterinaria es una disciplina viva que avanza hacia el progreso de forma constante. "Siempre hay cambios, un ejemplo que ilustra este punto está en que pensábamos que el xenotrasplante era la panacea de los trasplantes, para inmediatamente descubrir la clonación y el papel de las células madre", advierte, y añade: "La medicina clínica ha pasado de tratar las fracturas con el entablillado y la escayola a las prótesis, las placas, el titanio y las placas de osteosíntesis reabsorbibles, entre algunos de los avances". Transformaciones clave para el sector que el Hospital Clínico Veterinario Ultramar ha sabido incorporar, pero también hay retos importantes para la profesión veterinaria. "Las necesidades son obvias y se resumen en una sola palabra: calidad. Calidad docente, profesional, dotacional, etc., calidad en todos los aspectos que incumben a la veterinaria".

José Luis apuesta por el desempeño de la actividad veterinaria desde criterios cien tíficos. "Mi mayor aportación es mi trabajo y la determinación para tratar de hacer las cosas bien". Pero esto choca en ocasiones con el número excesivo de facultades que hay en España y con la falta de una educación veterinaria necesaria para el reconocimiento social de la profesión. "La saturación del mercado no mejora la calidad del servicio, al contrario, encarece la formación".

Cuando le preguntamos sobre cómo afecta a la práctica diaria la avalancha de información que cualquier usuario puede encontrar por internet, nos responde: "El cliente nunca estará más informado que el veterinario, sin embargo, es necesario que sepamos transmitir confianza a la hora de hablar, ésta es nuestra mayor baza", advierte, y sigue: "La fidelización viene de la formación que trae consigo el éxito en el diagnóstico y en el tratamiento y, por ende, la curación del paciente. Eso es lo que más fideliza".

Mientras esto ocurre, un consejo para los colegas de profesión. "Muchos animales llegan a tener ciertas patologías toda la vida y sin diagnosticar, por tanto, el veterinario debe formarse cada vez más para poder identificar tales patologías. La clave está en la formación". Formación y preparación, claves para seguir avanzando en un futuro que José Luis observa con incertidumbre: "Los principales problemas son la saturación y la falta de profesionalidad. Hay que volver a la primera lección de la patología, primero la anamnesis, luego la exploración clínica, de ahí a establecer el juicio clínico, y, sólo después de este, indicar y hacer las pruebas complementarias necesarias para convertir aquel juicio clínico en diagnóstico de ciencia".