"La profesión veterinaria se halla regulada por una directiva europea. Ello es así no solo por la importancia que tienen los veterinarios en la salud y bienestar de los animales, sino por el papel fundamental que desempeñan en ámbitos tan importantes como son la sa- lud pública y la seguridad alimentaria". Así arranca la exposición de Mª Teresa Martín, decana de la Facultad de Veterinaria de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Esta directiva marca las competencias que debe tener un veterinario y por tanto son los ejes en los que se fundamentan los estudios en Veterinaria de todos los países miembros de la Comunidad Europea, que, en palabras de la decana, "se pueden resumir en el conocimiento de todo lo que hace referencia a los ámbitos de la clínica (medicina preventiva, diagnóstico y tratamiento de enfermedades de los animales individuales o considerados como colectivos, etc.), la producción animal (cría, manejo, bienestar animal, alimentación, etc.) y la higiene, tecnología e inspección de los alimentos de origen animal (inspección antemortem, inspección en mataderos y fábricas transformadoras de productos de origen animal, etc.)".

Para Martín, otro rasgo importante que diferencia los estudios en veterinaria versus otro tipo de estudios "es el elevado contenido práctico que deben tener, ya que los estudiantes no solo deben adquirir los conocimientos teóricos, sino que deben tener las habilidades necesarias para ejercer la profesión veterinaria". "Así pues -prosigue-, no son tanto los contenidos o la carga práctica los que diferencian los planes de estudio de los grados en veterinaria que se imparten, sino más bien el enfoque conceptual que se les da".

Perfil vocacional

La mayor parte de los estudiantes que acceden a los estudios de Veterinaria de la UAB tienen un perfil muy similar. Por un lado, el hecho de que el número de plazas disponibles para estudiantes de nuevo ingreso sea reducido con respecto a la demanda hace que la nota de corte que se establece para poder acceder a estos estudios sea elevada, hecho que según la decana favorece que, en general, cuenten con muy buenos estudiantes y muy motivados.

"Por otra parte -añade Martín-, son estudiantes con un claro perfil vocacional, si bien con una visión un poco sesgada de lo que es realmente la profesión". Y se explica: "Cuando deciden estudiar veterinaria, la mayoría desconoce cuáles son realmente todas las funciones del veterinario y su interés se centra en el bienestar y salud de los animales de compañía". En su defensa, aduce que los medios de comunicación "contribuyen significativamente a que la sociedad tenga esta percepción de la profesión, ya que todos los programas que versan sobre veterinarios muestran exclusivamente esta faceta", algo que a su parecer "es un error, ya que el veterinario juega un papel fundamental en la seguridad alimentaria y la salud pública y se debería incentivar el interés de los futuros estudiantes en este sentido". Para contribuir a la causa, la facultad ha intensificado su colaboración con la Agència de Salut Pública de Catalunya y actualmente se organizan sesiones dirigidas a los estudiantes en las que veterinarios de dicha agencia van a explicarles de primera mano en qué consiste su trabajo y cómo lo desempeñan. Para Martín ello es "especialmente relevante en el caso de los alumnos de primer curso, ya que así esperamos poder despertar su interés desde el inicio de sus estudios".

Competencias y valores

A la hora de preparar a los nuevos profesionales que nutrirán el sector, Martín afirma que lo hacen mediante "el uso de metodologías docentes que fomenten la medicina basada en la evidencia y el sentido crítico, y poniendo énfasis en la adquisición de las competencias transversales". Las asignaturas de carácter integrador son "otro de los pilares, puesto que se están produciendo grandes cambios en la profesión". Así, en palabras de la decana, "lo que se espera de un veterinario actualmente es que sepa cómo aumentar el rendimiento de la explotación, más que atender a animales de forma individual", de ahí que asignaturas como Producción y Sanidad de Bovinos permitan que el estudiante adquiera "una visión global e integradora de lo que significa llevar una explotación de ganado bovino y no solo focalizarse en el ámbito de la producción o en el de la clínica como si ello fuesen ámbitos independientes, cuando en realidad están íntimamente relacionados".

Con respecto a los valores, Martín cita como "fundamental la ética profesional en un sentido amplio de la palabra". Para la decana, "la ética lo abarca todo: la clínica, la producción y la inspección", de ahí que en el plan de estudios del grado no solo se trate en la clásica asignatura de Ética y Legislación, "sino que se imparten contenidos de ética en otras asignaturas en las que, ya desde primero, se tratan temas relacionados con la ética, como la utilización de animales para la docencia y la investigación, el Derecho Animal o la explotación y exhibición de los animales".

Movilidad y profesorado

La Facultad de Veterinaria de la UAB cuenta con los típicos programas de intercambio, como el programa SICUE, que fomenta la movilidad de estudiantes entre universidades españolas, o el ERASMUS que lo hace entre universidades de la Comunidad Europea. Además, Martín apunta que la UAB tiene un programa dirigido al intercambio con universidades no europeas, gracias al que los alumnos tienen la posibilidad de realizar estancias de prácticas en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Pretoria o en el College of Veterinary Medicine and Biomedical Sciences de la Texas A&M University, por poner un par de ejemplos. No obstante, la decana apunta que cada año reciben de media unos 20 estudiantes extranjeros por cada 15 que cursan parte de sus estudios fuera.

Lo primero que llama la atención del panel docente al frente del grado de Veterinaria de la Universitat Autònoma de Barcelona es la presencia de 36 diplomados europeos en especializaciones veterinarias. Para Martín, sin embargo, "la calidad de la plantilla no se refleja exclusivamente en la cantidad de diplomados, sino también en la elevada actividad investigadora y de transferencia desarrollada por los profesores". En la facultad existen actualmente 41 grupos de investigación, 16 de los cuales están reconocidos por la Generalitat de Catalunya como grupos consolidados de investigación y 18 laboratorios de prestación de servicios. "Esta plantilla es sin duda el gran valor que tenemos y son los que han logrado que la facultad se sitúe actualmente en posiciones destacadas en los diferentes ránquines de universidades", añade.

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