La tradición familiar ya le viene de lejos a Marta Martínez, su padre era veterinario, y a día de hoy recuerda como desde muy chica le ayudaba en la peluquería, en cirugía... "Es una cuestión vocacional, lo he vivido desde siempre y siento verdadera pasión por los animales".

Desde que su padre la fundara en 1983, Clínica Veterinaria Bahía ha apostado por la innovación en la práctica veterinaria incorporando planes de salud personalizados y otros servicios como endoscopia, higiene dental o fisioterapia. "La fisioterapia y la rehabilitación es uno de nuestros grandes fuertes, llevamos casi una década ofreciéndolos a nuestros pacientes", nos confiesa satisfecha, pero, ¿cómo contribuyen estos servicios a la salud de la mascota? "Contribuyen a disminuir las dosis de antiinflamatorio cuando hay dolores articulares. También ayudan a la recuperación de los pacientes operados de alguna cirugía de traumatología como es el caso de hernias discales".

Y es que a la hora de invertir en tecnología, Marta no se lo piensa. "Contamos con dispositivos de última generación como por ejemplo un láser terapia, ultrasonidos, electroterapia y terapia manual".

Partiendo de la base de que el lema de la Clínica Veterinaria Bahía es `prestar el mejor servicio veterinario en favor de la salud de las mascotas´, no es de extrañar que uno de sus servicios estrella sean los planes de salud. "En ellos se orienta al propietario sobre qué cuidados tiene que tener con su mascota. Es una herramienta fundamental".

Cuando le preguntamos por los principales cambios de la veterinaria, sin duda, es la tecnología. "Ha supuesto una auténtica revolución para la profesión. Antes, si una persona tenía un perro mayor, apenas se le trataba porque se presuponía que se iba a morir, ahora el concepto ha cambiado: el perro es un miembro más de la familia y trabajamos para alargar al máximo su esperanza de vida".

De ahí la importancia de incorporar la medicina preventiva y los avances tecnológicos a la práctica veterinaria. "El aparataje a nivel de ecografías, la radiología digital o el doppler en ecografía están mejorando nuestro trabajo. La tecnología es esencial para el futuro de la profesión", asegura convencida.

Entre las afecciones más frecuentes hoy en día se encuentran los problemas dermatológicos en verano, las cirugías de esterilizaciones o la traumatología de roturas de ligamentos cruzados, entre otros. Mucho trabajo y esfuerzo por mejorar el que están haciendo los profesionales veterinarios, pero, ¿esto está recompensado? "Sinceramente creo que no. Debemos transmitirle todos estos avances a los propietarios, que lo valoren, porque además están avalados por un aparataje y por profesionales cualificados".

Más comunicación, pero en todos los sentidos. "Los colegios oficiales están haciendo una labor de divulgación importante a favor de nuestra imagen social, no obstante, es necesario seguir trabajando".

Por último, los precios ¿son un hándicap o una ventaja para la clínica de pequeños animales? "Es cierto que las subida del IVA y ciertas medidas nos han repercutido negativamente, pero también lo es que nuestro objetivo como centro veterinario es no bajar los precios, sino dar la máxima calidad en cuanto al servicio ofrecido. En definitiva, luchar por dignificar nuestra profesión".