"La guerra de precios está fomentada por empresas que ofrecen servicios veterinarios por debajo de los costes mínimos"

Luchar contra la liberalización de la dispensación de medicamentos de uso veterinario, la subida del IVA o la precariedad laboral son algunas de las prioridades del Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios. Frente a ello plantean medidas específicas para la Administración, promueven más unión dentro el colectivo y potencian actividades de visibilización social del veterinario en pro del bienestar animal.

30/04/2019

Con más de 13 años trabajando para la profesión veterinaria, primero como secretaria de la junta de gobierno del Colegio de Veterinarios de Valencia, después como vocal de la sección Económica y actualmente como presidenta del Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia (ICOVV) y del Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios ...

Con más de 13 años trabajando para la profesión veterinaria, primero como secretaria de la junta de gobierno del Colegio de Veterinarios de Valencia, después como vocal de la sección Económica y actualmente como presidenta del Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia (ICOVV) y del Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios (CVCV), Inmaculada Ibor conoce de cerca la realidad de la profesión veterinaria en la Comunidad Valenciana. "El CVCV nació en 1999 como la mejor manera de responder a la realidad autonómica. Está integrado por las entidades colegiales provinciales de Alicante, Valencia y Castellón. Somos, en consecuencia, la voz autorizada de todos los colegiados valencianos". Un total de 2.552 colegiados integraban este Consejo en 2016, más otros 95 que están jubilados. "En el sector clínico hay preocupantes síntomas de precarización laboral y de saturación, agravados por la crisis y por la subida del IVA en el caso de los servicios veterinarios", apunta Inmaculada Ibor. El problema no es sólo la cantidad de profesionales en ejercicio, sino que a ello se suma la excesiva concentración en la atención a los pequeños animales.

Principales problemas

Más allá de la creciente precarización del sector clínico, la veterinaria se ha visto afectada por la subida del IVA del 8% al 21%. "Si bien se presentó como una medida coyuntural en 2012, casi cinco años después, y tras haber reducido este impuesto indirecto a otras actividades, no se sostiene", demanda la presidenta del Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios (CVCV), y añade: "Es injusto, penaliza a los propietarios de mascotas porque con- vierte su cuidado y atención sanitaria en un producto de lujo y con ello incrementa el riesgo potencial de transmisión de enfermedades zoonóticas".

Junto a ello, otra de las principales preocupaciones es la aplicación de la Ley del Medicamento. "No se entiende que en cualquier establecimiento donde no hay personal cualificado se puedan comercializar medicamentos veterinarios sin prescripción, y que los profesionales veterinarios -incluso cumpliendo las mismas condiciones de registros y licencias que los citados establecimientos- tengan prohibido hacerlo".

No obstante, y a pesar de las dificultades, la evolución de la profesión en los últimos años ha sido positiva. "Hemos avanzando de forma favorable hacia un mayor grado de especialización, aunque este hecho no haya tenido su reflejo a nivel de un mayor reconocimiento social de los facultativos veterinarios". Y esto es, según Inmaculada Ibor, tarea esencial de los colegios profesionales.

Intrusismo

El creciente intrusismo y la competencia desleal son otros de los principales enemigos de la profesión. "A la saturación en el campo de la clínica hay que añadir la guerra de precios fomentada por empresas no estrictamente ligadas a la profesión, que aumentan sus beneficios con las ventas de otros productos -como piensos o accesorios para mascotas- a costa de ofrecer servicios veterinarios por debajo incluso de los mínimos costes", asegura la presidenta del Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios.

La puesta en valor del trabajo desarrollado por los profesionales sanitarios es todavía una asignatura pendiente, a pesar de que "somos profesionales que tenemos formación y vocación en materia de seguridad alimentaria y de Salud Pública, y seguimos siendo punteros en estos campos, además de estar comprometidos con el bienestar animal y con el medio ambiente".

Ventajas

A pesar de los retos que plantea el futuro de la profesión, las ventajas que ofrece la incorporación de las nuevas tecnologías, junto a la progresiva recuperación económica, están impulsan- do el avance del sector. "Hemos observado una mejoría significativa en los últimos años, la rentabilidad y los problemas de liquidez y tesorería de muchas clínicas se han aliviado. También se ha modernizado nuestra labor diaria con la inclusión de las redes sociales y el mundo online, lo cual representa una oportunidad para crecer". De ahí que los organismos colegiales ofrezcan cada vez más formación especializada en herramientas de marketing y de fidelización de sus clientes. "Es fundamental que estemos al día para saber dar respuesta a las exigencias que nos plantea tanto el mercado como nuestra sociedad".

Queda pendiente aún por resolver los problemas que plantea la liberalización de la dispensación de medicamentos de uso veterinario puesto que representa "una cuestión vital para el colectivo". En palabras de Inmaculada Ibor, "esta liberalización ha sido un auténtico desatino, ya que permite que muchos establecimientos sin personal para asesorar al cliente sobre el uso de estos medicamentos tengan autorización para venderlos, lo cual puede derivar en un uso indebido de los mismos y, en definitiva, en graves consecuencias para la salud de los animales".

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