El Hospital Veterinario Puchol ha superado las expectativas iniciales, según nos cuenta José Luis Puchol, su director general. Destaca que lo que pensaban alcanzar en tres años lo han logrado en año y medio. Están teniendo una media de más de 60 pacientes al día. Como centro de referencia, más de 400 centros veterinarios, "al menos la mitad de los que hay en la Comunidad de Madrid", les han mandado ya algún paciente.

"Nos hemos abierto hueco rápidamente. Las instalaciones y equipos de diagnóstico son punteros y el equipo profesional espectacular", celebra. Asegura que éste es un proyecto que seduce a diplomados europeos que estaban fuera de España y que han decidido volver.

"Tenemos en marcha tres estudios diferentes en colaboración con empresas privadas, en el rango de las células madre, algo que tiene muchísimo desarrollo y mucha vigencia", indica. Están colaborando en el desarrollo de tres fases dentro de la Unión Europea, para presentar un nuevo tipo de medicamento: en un estudio de seguridad, en un estudio exploratorio y en un estudio confirmatorio. El objetivo es convertir a las células madre en medicamento. "Consistirá en utilizar células que no son del propio paciente y que incluso no son de la propia especie. Esto permitiría tener un stock suficiente en el almacén para inyectar. Actualmente, de acuerdo con la reglamentación actual, tenemos que llevar al perro al quirófano, sacarle una bolita de grasa, mandarla al laboratorio, tienen que aislar las células madre, cultivarlas, reproducirlas y, cuando ya las tienen, te las suministran para inyectarlas. Este proceso supone paso por el quirófano, tres semanas como mínimo y es mucho dinero", explica. Es un estudio a doble ciego que ya ha pasado por dos fases. Se emplea una placa de fuerza donde los perros van caminando y comprueban qué cantidad de carga hacen con cada una de las extremidades.

¿Cuáles son las especialidades que más carga de trabajo están teniendo en el Hospital Veterinario Puchol? Su director general, que es especialista en cirugía avanzada y oncológica, en traumatología, en ortopedia y en neurocirugía, responde que partían principalmente de la cirugía. En ese sentido, este centro continúa con la trayectoria y prestigio que en los últimos 40 años ha disfrutado la Clínica Veterinaria Puerta de Hierro entre los veterinarios y el público en general en el área de traumatología y ortopedia. "Eso ha sido el motor que ha hecho arrancar el hospital. Fuera de eso, la especialidad más demandada es la imagen", dice. Añade que no hay ningún centro en Madrid que tenga un TAC de alta velocidad y una resonancia de alto campo. Además, avala la profesionalidad de la responsable de diagnóstico por imagen, Raquel Salgüero, que es diplomada europea especializada.

Por otro lado, destaca el notable crecimiento experimentado por medicina interna, de la mano de la especialista europea Isabel Rodríguez Piñeiro. Éstos son los tres ejes principales. Pero, cada vez los conocen más por el gran equipo que lidera especialidades como oftalmología, neurología, cardiología o patología clínica. El motor inicial fue la cirugía y la traumatología, pero cuentan con muchas especialidades.

Preguntado por si se nota el tener más recursos a la hora de los tratamientos, Puchol contesta afirmativamente, que lo más importante es el trabajar en un equipo multidisciplinar. "Si tienes un problema, consultas con compañeros. Tienes profesionales altamente cualificados que te apoyan en tantas disciplinas que cambia el concepto del trabajo. Aquí no hace falta ser Leonardo da Vinci", manifiesta. El trabajar en un equipo como el suyo hace que el resultado final sea un "trabajo que podría haber hecho Leonardo da Vinci".

Considera que este concepto es el futuro. Cree que el sector va a cambiar absolutamente en los próximos años. "Habrá algunos centros grandes donde remitir, de equipos multidisciplinares con grandes personas y grandes medios. Eso es el futuro. Habrá más de dos o tres hospitales, incluso cinco, en Madrid, de aquí a cinco años", señala. A su juicio, a la gran cantidad de clínicas pequeñas que tratan de tener de todo les va a resultar difícil rentabilizar la inversión desde un punto de vista económico. Una clínica con una o dos personas que tenga equipo de anestesia, quirófano, equipo de análisis, equipo de radiografías, necesita un volumen importante de visitas que actualmente no es fácil de obtener. Piensa que en el futuro habrá clínicas pequeñas donde se hagan una serie de trabajos de medicina general y poco especializados y clínicas más grandes, u hospitales, donde se haga el trabajo especializado.

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