"La etología continúa sufriendo intrusismo profesional en nuestro país"

Los veterinarios cada vez son más conscientes de la importancia que tiene que un perro con problemas de conducta sea atendido por un especialista en Etología Clínica. Pese a ello, la experta Ángela González recuerda que esta rama no es asignatura obligatoria en la mayoría de los planes de estudio e incluso hay intrusismo en su práctica.

24/01/2019

Actualmente los problemas de comportamiento más comunes que presentan los perros se relacionan con la separación de su propietario. Para la responsable del Servicio de Etología Clínica del Hospital Veterinario Universiario Rof Codina, Ángela González, "estos problemas pueden cursar con ladridos excesivos que llegan a ser causa de denuncia por ...

Actualmente los problemas de comportamiento más comunes que presentan los perros se relacionan con la separación de su propietario. Para la responsable del Servicio de Etología Clínica del Hospital Veterinario Universiario Rof Codina, Ángela González, "estos problemas pueden cursar con ladridos excesivos que llegan a ser causa de denuncia por parte de los vecinos, y junto con las eliminaciones inadecuadas y los destrozos, pueden motivar el abandono del animal". De hecho, considera las manifestaciones de agresividad algo "tremendamente importante", dado que suponen "un problema de salud pública y una causa de abandono y hasta de eutanasia del animal".

Cría responsable

Pese a ello, con el tratamiento adecuado, la inmensa mayoría de los casos de problemas de comportamiento mejoran en gran medida. Incluso, según confirma, se pueden prevenir. En relación con ello, recuerda que el comportamiento "es el resultado de una serie de caracteres heredados y de la influencia que ha tenido el ambiente sobre el animal". De esa forma, es posible aplicar diversas medidas preventivas, entre las que destaca "realizar una cría responsable en la que no se crucen animales con problemas de conducta; adoptar a la edad adecuada, dejando que pasen el tiempo suficiente con su madre y hermanos; realizar una socialización adecuada; utilizar técnicas de educación basadas en el refuerzo positivo; ser consistentes en el trato del animal en casa, y ofrecerle un enriquecimiento ambiental".

Lo primero, anamnesis

Cuando un perro presenta algún problema de comportamiento, el primer paso en la consulta del experto es realizarle una anamnesis exhaustiva. González explica que normalmente se sigue un cuestionario y se observa el comportamiento del animal en consulta o en su ambiente, muchas veces mediante vídeos. "Además, se le explora y se realizan una serie de pruebas complementarias para descartar patologías orgánicas, que pueden variar según el caso: hemograma, perfil bioquímico, pruebas hormonales, ecografía, radiografía, TAC, RM", puntualiza.

Para el abordaje clínico se suele trabajar con una serie de herramientas básicas que esta experta en Medicina del Comportamiento Animal resume en "modificación del ambiente en el que vive el animal, modificación de la conducta del animal, psicofármacos, nutracéuticos, feromonas y, en algunos casos, castración".

En su opinión, cada problema de comportamiento tiene un tratamiento específico, que consiste en combinar algunas o todas esas herramientas y que se debe adaptar al ambiente y al animal en concreto. Recalca que "cuando tratamos individuos con agresividad es esencial modificar el ambiente y la conducta del animal para con- seguir evitar los riesgos".

Por otra parte, estima que el papel que desempeña el propietario en estos casos es esencial, dado que "probablemente tenga que hacer modificaciones en su ambiente, y ha de estar de acuerdo con ellas, y ha de participar en la modificación de conducta del animal".

Especialidad en auge

En otro orden de cosas, preguntada sobre la especialidad de la Etología y Medicina del Comportamiento dentro del ámbito de la Veterinaria, la doctora cree que es una rama muy importante "que nos permite diferenciar, por ejemplo, si un animal está enfermo o sano por su comportamiento, prevenir que un animal con conductas agresivas haga daño a personas o a otros animales o mejorar el bienestar de muchos de nuestros pacientes". Asimismo la valora como una especialidad en auge: "Cada vez hay más formación y los veterinarios somos más conscientes de que los animales con problemas de conducta deben ser atendidos por un compañero con conocimientos en Etología Clínica". A pesar de ello, la Etología Clínica o Medicina del Comportamiento aún no es una asignatura obligatoria en la mayoría de los planes de estudio de las facultades de Veterinaria españolas, a lo que González añade que "nuestra especialidad continúa sufriendo cierto intrusismo profesional por parte de algunos colectivos".

Manejo con poco estrés

Entre los grandes progresos experimentados en los últimos años en este ámbito destaca los estudios que han desarrollado distintas escalas para medir el comportamiento, los trabajos sobre el vínculo mascota-propietario, "que permiten comprender mejor cómo enfrentarse a estos problemas", y los avances en el manejo con poco estrés (Low Stress Handling), "que suponen la implementación en la clínica veterinaria y en casa de medidas beneficiosas tanto para el animal como para el veterinario". Sin embargo, cree necesario seguir avanzando e investigando sobre el diagnóstico y tratamiento de los distintos problemas de comportamiento. En su opinión, "nos queda mucho por saber, por ejemplo, en el campo de la psicofarmacología aún estamos algo limitados; necesitamos más estudios sobre distintos fármacos".

Reconoce que en España contamos con importantes grupos de investigación en Etología desde hace tiempo. Al respecto, comenta que haciendo una pequeña búsqueda se pueden encontrar artículos muy interesantes sobre el vínculo humano-animal, agresividad canina y felina, ansiedad por separación, síndrome de disfunción cognitiva, comportamiento de cachorros, bienestar animal, emotional eating, entre otros. "En ese sentido, debemos estar orgullosos de la calidad con la que se trabaja en nuestro país, pero probablemente aumentaría si las ayudas para la investigación también lo hicieran", incide.

Asimismo asegura que tenemos muy buenos especialistas, a quienes reconoce como cualidades fundamentales para una buena práctica profesional el "estar siempre actualizados, tener empatía tanto con el animal como con el propietario, y tener paciencia, ya que tratamos con problemas crónicos y con planes de trabajo a largo plazo, por lo que hay que ser pacientes para ver los resultados".

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