"Acavall es un homenaje a nuestros inicios, pero queremos convivir con todas las especies susceptibles de ayudar"

Con el objetivo de hacer más accesible la Terapia Asistida con Animales (TAA) a familias con menos recursos económicos, la Fundación Acavall inició su actividad hace 11 años para mejorar la calidad de vida y la inclusión social de personas con diversidad funcional. Hoy en día, la ONG desarrolla todo tipo de programas de educación y ocio en los que el papel fundamental lo ejercen los animales.

15/11/2018

"Las dificultades económicas no deberían ser nunca una barrera para que una persona que quisiera beneficiarse de la terapia realizada con animales pudiera acceder a ella". Así de contundente se muestra Nazaret Hernández, terapeuta ocupacional y presidenta de la Fundación Acavall, una ONG valenciana que, desde hace más de una ...

"Las dificultades económicas no deberían ser nunca una barrera para que una persona que quisiera beneficiarse de la terapia realizada con animales pudiera acceder a ella". Así de contundente se muestra Nazaret Hernández, terapeuta ocupacional y presidenta de la Fundación Acavall, una ONG valenciana que, desde hace más de una década, vela por mejorar el desarrollo personal y la inclusión social de personas con diversidad funcional y en situación de vulnerabilidad social. Aunque el nombre de la fundación nos brinde una idea de con qué tipo de animales trabajan (los caballos), al equipo humano de la organización también le acompañan otras especies. "Las cinco mujeres que fundaron el proyecto se conocieron en el ámbito de las terapias ecuestres, de ahí que los caballos fueran los primeros compañeros animales con los que se inició este camino. Acavall es un homenaje a esos principios, aunque, actualmente, en el proyecto también se convive con otras especies como perros, conejos, tortugas, peque- ñas aves o ratas domésticas", apunta Nazaret. En la actualidad, el equipo está formado por 13 personas, todas ellas profesionales de la salud (terapeutas ocupacionales o fisioterapeutas), y de la educación (educadores sociales, maestros en educación especial, etc.), aunque también cuentan con profesionales del mundo animal, entre ellos, educadores caninos, técnicos en equitación deportiva, etc. "Todos ellos han tenido que especializarse en el uso de actividades con animales como medio para la intervención terapéutica o educativa, además de recibir formación específica en este ámbito", apunta Hernández.

El máximo apoyo

La Fundación no cuenta con ninguna ayuda gubernamental ni de ningún organismo oficial, si bien eso no es óbice para que puedan desempeñar su labor, gracias, sobre todo, al apoyo del gran número de personas que participan en el proyecto. Y que creen en la tarea que se lleva a cabo. "El equipo de profesionales, los voluntarios y voluntarias, las personas protagonistas de los programas y sus familias, los seguidores en redes sociales, los colaboradores y patrocinadores, las empresas que se "mojan" y deciden destinar su responsabilidad social corporativa a hacer realidad proyectos como el nuestro. Gracias a todos estos apoyos podemos salir adelante", afirma la presidenta de la Fundación Acavall. "Porque la financiación nunca es sencilla para una ONG, pero intentamos poner en marcha todas las iniciativas posibles para conseguir los recursos económicos que permitan a la entidad conseguir sus fines. El apoyo de particulares y empresas, así como las iniciativas solidarias y las actividades formativas que se realizan desde la entidad son las principales fuentes de financiación". Un apoyo que, en este caso concreto, brindan empresas como Bayer, Terranova CNC, Ceva, W&H, Nielsen, Totpercons y Still, entre otras.

Gracias a esto, la Fundación Acavall puede realizar y desarrollar programas de terapia asistida con caballos y con perros, tanto de forma individual como grupal. "También tenemos programas de educación y ocio asistido con animales, como Leer es Muy Guau, una campaña de animación a la lectura a través de las actividades asistidas con perros; escoletas de ocio inclusivo Qué Animalada; experiencias de interacción con animales, MascotAmics; actividades extraescolares de ocio educativo y muchas otras", concluye orgullosa Nazaret Hernández.

Los animales como apoyo

La intervención asistida con animales, que abarca tanto la terapia asistida como la educación, son modalidades que implican el desarrollo de programas de intervención. Unos programas cuyo objetivo es el cumplimiento de una serie de metas terapéuticas o educativas y que son diseñados e implementados por profesionales de la salud o de la educación. Posteriormente, es el técnico en intervención asistida con animales quien se encarga de guiar y asegurar el bienestar del animal, a la vez que propone determinadas actividades para favorecer aquellos aspectos del individuo previamente acordados. La TAA llevada a cabo desde la Fundación Acavall trata de buscar un "factor motivacional" que determine el mayor o menor impacto en la salud o en el desarrollo de la persona. "Es erróneo pensar que la Terapia Asistida con Animales (TAA) es más beneficiosa para unos diagnósticos u otros. En realidad, es aplicable a personas con muy diferentes circunstancias y edades, aunque siempre se ha de tener en cuenta que la persona muestre interés y deseo de interaccionar con el animal y participar activamente en las actividades".

Las personas pueden acceder a estas terapias de forma particular o a través de los centros a los que acudan. La idea es proponer desarrollar un proyecto común que, tras la búsqueda de financiación, permita que muchas personas del centro puedan participar en el programa. En cuanto a la duración, la presidenta explica que "los programas de terapia tienen una duración muy variable. Desde unos cuantos meses hasta varios años". Porque esta modalidad busca que el proyecto sea "motivador para la persona y que impulse cambios en ella. Se trata de adaptar los objetivos del tratamiento al momento actual del individuo, ofreciéndole apoyo con la intervención para que consiga alcanzar las metas que se haya propuesto". De esta forma, si el proyecto dejara de ser transformador o los objetivos planteados no se pudieran alcanzar a través de la TAA sería posible finalizar el proceso.

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