Controlar el entorno o evitar estímulos para mejorar el comportamiento

Los problemas de comportamiento por los que la gente devuelve a los perros adoptados a la perrera: miedo, agresión, los relacionados con la separación, excitabilidad y los que qur tienen que ver con el orden con la casa.

19/10/2018

Una de las conferencias de AVEPA-SEVC 18 versó sobre los problemas comportamentales habituales pueden esperar los nuevos propietarios de perros de protectoras. La doctora Jolanda Pluijmakers, que tiene una clínica de etología, defendió que el papel del veterinario en el comportamiento es fundamental. Ella ha encontrado los cinco problemas más ...

Una de las conferencias de AVEPA-SEVC 18 versó sobre los problemas comportamentales habituales pueden esperar los nuevos propietarios de perros de protectoras. La doctora Jolanda Pluijmakers, que tiene una clínica de etología, defendió que el papel del veterinario en el comportamiento es fundamental. Ella ha encontrado los cinco problemas más comunes, sin dejar de lado los problemas metodológicos: miedo, agresión, problemas relacionados con la separación, excitabilidad y problemas de orden con la casa. "Éstos son los problemas por los que la gente devuelve a los perros a la perrera", advirtió.

Aseguró que se puede hacer algo para mejorar el comportamiento del perro. "Si hablamos de un perro que no está relajado cuando vienen visitas, se le puede poner en otra habitación y una videocámara vigilabebés para ver cómo está. Podemos controlar el entorno. Podemos evitar el estímulo que produce la reacción. Es decir, no tener visitantes", explicó. Añadió que podemos preguntarnos si podemos limitar la intensidad. Por ejemplo, se puede pensar en cambiar los muebles de lugar, como cambiar el sofá de sitio para poner un obstáculo a la ventana para que no pueda ver el exterior, si lo que le excita es el paso de otros perros por delante de la ventana.

Por otro lado, se puede pensar en ayudas para el entrenamiento del animal, que incrementará el poder sobre el animal. "Podemos hacer juegos que le distraigan. El problema del comportamiento se puede reducir. El perro no se está vengando al destruir un sofá, sino que hay otra razón. Lo puede destruir porque tiene miedo, porque está ansioso o porque se siente inseguro cuando está solo", comentó Pluijmakers. Eso hará que el propietario "gestione" el problema de forma diferente. "Puede que haya que pasar a una segunda fase donde hay que modificar el comportamiento, con entrenamiento y fármacos, por ejemplo, tras un diagnóstico de la situación", contó. Acto seguido, compartió ejercicios para la modificación de comportamiento. El objetivo de esos ejercicios es el de convertir la emoción emotiva subyacente en una emoción positiva. En ese sentido, a un perro con miedo a personas desconocidas se le expone a un proceso de desensibilización para que ese estímulo deje de ser negativo. O si tiene miedo a un felpudo, se le puede ir acercando poco a poco, para que le vaya perdiendo el miedo. Hay que combinar la técnica de desensibilización con un contra-acondicionamiento, para llevar al perro a un momento de relajación.

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