Artículo de AffinityPetcare Aunque el manejo del dolor es un tema emergente en medicina veterinaria, el uso de analgésicos para el tratamiento del dolor en felinos ha recibido poca atención en comparación con el tratamiento analgésico a perros. Esto se basa, en parte, a la dificultad para detectar el dolor en ...
Aunque el manejo del dolor es un tema emergente en medicina veterinaria, el uso de analgésicos para el tratamiento del dolor en felinos ha recibido poca atención en comparación con el tratamiento analgésico a perros. Esto se basa, en parte, a la dificultad para detectar el dolor en el gato.
Concretamente, el dolor postoperatorio puede ser aún más difícil de identificar dado que los signos que nos indicarían dolor se mezclan con aquellos cambios fisiológicos tras un procedimiento quirúrgico.
Se han desarrollado múltiples escalas para el diagnóstico del dolor en el gato, pero muchas de ellas se basan en que el gato ya se encuentre padeciendo dolor previamente, lo que nos impide ir en contra del principio que queremos mediante el uso de analgesia: evitar que el gato en el periodo postquirúrgico tenga dolor. Así pues, dado que sabemos que la presencia de dolor se relaciona con peores resultados, el tratamiento preventivo del dolor en función del procedimiento a realizar es una aproximación correcta que permite evitar el estado de dolor postquirúrgico. Hay que conocer además que el dolor postquirúrgico se relaciona también con una serie de factores de riesgo. Por ejemplo, en gatos obesos la identificación del dolor puede ser más complicada, al igual que su manejo.
¿Qué técnicas y medicamentos tenemos a nuestra disposición para poder llevar a cabo nuestro objetivo?
A nivel farmacológico, en el gato disponemos de varias familias de fármacos: opioides, analgésicos no esteroideos (AINE) y alfa-2-agonistas:
Además de los fármacos expuestos anteriormente, para el uso en analgesia postoperatoria, tenemos que tener en cuenta el posible uso de medicación adyuvante (ansiolíticos como la ketamina) y las técnicas de bloqueo anestésico local (dependiendo del acceso quirúrgico y la cirugía) que permitirán un mejor control del dolor.