"Debemos poner en valor nuestro trabajo y luchar por la dignificación de nuestra profesión"

¿Cómo ha evolucionado el papel del veterinario en los últimos años? ¿Cómo ha afectado la crisis a la profesión? ¿Cuáles son los retos de futuro? En A pie de calle nos acercamos a los profesionales del sector para responder éstas y otras preguntas.

14/09/2018

Desde que Diego San Sebastián comenzara en la profesión allá por el año 1991, mucho han cambiado las cosas. Con pocos recursos, pero con muchas ganas de trabajar y con ilusión, decidió abrir su primera clínica junto con otro compañero. Cuatro años más tarde se instauró Clínica Veterinaria Anoeta tal ...

Desde que Diego San Sebastián comenzara en la profesión allá por el año 1991, mucho han cambiado las cosas. Con pocos recursos, pero con muchas ganas de trabajar y con ilusión, decidió abrir su primera clínica junto con otro compañero. Cuatro años más tarde se instauró Clínica Veterinaria Anoeta tal y como la conocemos hoy en día. "Es un proyecto que ha ido creciendo junto con las personas que lo forman. Desde entonces hemos ido preparándonos poco a poco, asistiendo a innumerables cursos y diferentes másteres".

En este transcurso se han realizado importantes inversiones en aparatología e instalaciones que han permitido mejorar la atención. "Hoy disponemos, junto a DONOSTIVET 24, de 260 m2, dos quirófanos completamente equipados, servicio de hospital 24 horas, TAC", nos comenta Diego. "Asimismo, ofrecemos servicios de medicina, cirugía general, hospitalización 24 horas, laboratorio propio y especialidades, como diagnóstico por imagen, traumatología, neurología, cardiología, animales exóticos y endoscopia".

Clínica Anoeta es un ejemplo del avance y la modernización que ha experimentado la profesión. "A día de hoy se realizan tratamientos, procedimientos diagnósticos y cirugías que serían impensables hace unos años. Una de las mayores transformaciones se ha producido en la endoscopia, que nos ha permitido proporcionar mayor bienestar a las mascotas".

La veterinaria también ha avanzado en la gestión, orientándose hacia la optimización de los procesos y la rentabilización de los recursos. En el caso de Clínica Anoeta, Diego nos cuenta su experiencia: "La gestión de la empresa me lleva una gran parte de mi tiempo en el que intento implementar protocolos de trabajo, de diagnósticos, vacunales y de gestión de los clientes". Todo ello sin dejar de realizar las labores diarias, como la vacunación o las consultas.
Una tarea relevante para nuestra sociedad la que realiza el veterinario, pero de la que, sin embargo, no es consciente la opinión pública. "Dos de nuestros mayores retos son poner en valor nuestro trabajo y luchar por la dignificación de nuestra profesión", advierte, y continúa: "Creo que hay grandes veterinarios en España, muchísimos compañeros muy bien preparados, pero no entiendo por qué algunos deciden tirar los precios y nuestra dignidad por la borda. Precisamente, uno de nuestros males es que, aun teniendo centros muy bien equipados y una buena preparación, hacemos pensar a los propietarios que les timamos. Debemos luchar contra esto".

Y al ser preguntado sobre cómo luchar contra estas disfunciones, propone: "Ofreciendo el mejor servicio posible y dignificando nuestra labor como profesionales y personal sanitario. De hecho, creo que la mayoría de nosotros ofrece un gran servicio, pero no lo sabe vender".

Un modelo, pues, susceptible de ser mejorado, siempre y cuando desde las administraciones públicas se implanten medidas que contribuyan al avance de la veterinaria. "Hay que tener en cuenta la incidencia en nuestro día a día de actuaciones como la subida del IVA o el exceso de facultades. Tampoco podemos aceptar que seamos uno de los pocos países de Europa en el que el profesional veterinario no pueda vender medicamentos a sus clientes".

Y en cuanto a los hospitales veterinarios: "No constituyen una sanidad veterinaria pública, y además están mal estructurados. Considero que deberían encaminarse a investigar sobre diferentes patologías, ofrecer técnicas diagnósticas y quirúrgicas que no estén disponibles para la mayoría de los clínicos españoles, etc.", afirma, y se despide: "Los hospitales veterinarios españoles deberían ser el motor de la veterinaria, el espejo en el que mirar y aprender el resto de los veterinarios, y esto dista mucho de ser así".

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