La depresión postvacacional también puede afectar a los perros

El Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña (CCVC) ha elaborado una serie de recomendaciones con el objetivo de facilitar el retorno de las vacaciones a los animales de compañía y sus propietarios.

04/09/2018

Los perros no comprenden como las personas las diferencias entre tiempo de vacaciones y tiempo de rutina y obligaciones. No asimilan ni entienden por qué, de repente, desaparece el ocio de las vacaciones, los largos paseos y el tiempo extra que comparten con sus propietarios. El retorno a la rutina ...

Los perros no comprenden como las personas las diferencias entre tiempo de vacaciones y tiempo de rutina y obligaciones. No asimilan ni entienden por qué, de repente, desaparece el ocio de las vacaciones, los largos paseos y el tiempo extra que comparten con sus propietarios. El retorno a la rutina después de unas vacaciones puede resultar también muy duro para los animales de compañía, lo que puede conllevar, como ocurre con algunas personas, una depresión postvacacional.

En situaciones normales, en pocos días o semanas, el perro se adapta a la nueva situación y horarios, aunque hay casos en que esto se complica, debido a algún tipo de problema psicológico o físico. Si el perro presenta cambios en el comportamiento, tales como la pérdida del apetito, conductas destructivas o movimientos repetitivos, hay que acudir lo antes posible al veterinario para obtener un diagnóstico que determine un tratamiento lo más adecuado posible.

El control de esfínteres de las mascotas también se puede ver afectado tras el relajamiento de las vacaciones. Si no se trata de un problema físico, como diarrea o ansiedad psicológica, en unos días la situación se normaliza. Por ello, hay que tener paciencia para conseguir que el perro se readapte a los nuevos horarios, así como para corregir rutinas adquiridas durante las vacaciones y que ya no sirven para la nueva situación postvacacional.

El perro también puede tender a escaparse de casa en busca de las añoradas excursiones por la playa, el campo o la montaña con su propietario. Las fugas de los perros son peligrosas, pueden provocar accidentes y atropellos, así que hay que procurar por todos los medios que el perro no se escape.

Las causas de que un perro se escape de casa pueden ser diversas: aburrimiento, necesidad de más actividad física, miedo a determinados ruidos o ansiedad por la separación. La visita al veterinario puede servir para averiguar por qué lo hace y asegurar que ya sea un perro o un gato estén correctamente identificados, por lo que si huyen puedan ser devueltos a sus propietarios y no se queden en un refugio esperando una adopción.

Estas serían las principales recomendaciones a tener en cuenta para el regreso de las vacaciones con mascotas:

1. Volver gradualmente a las rutinas. En general, el retorno a la rutina de las mascotas se debe hacer de manera gradual, pero con firmeza, teniendo en cuenta los buenos hábitos.

2. Sistematizar la alimentación. Hay que vigilar la manera de alimentar nuestras mascotas, volver establecer las horas más adecuadas y en las cantidades acostumbradas.

3. Dar importancia a la higiene. La higiene y limpieza es uno de los factores que más influye en el comportamiento de los animales de compañía: baño, corte de uñas y cepillado de los dientes son tareas fundamentales para una buena salud.

4. Lavar los juguetes y accesorios. Hay que lavar o cambiar los juguetes, las camas, la ropa y cualquier otro elemento que la mascota haya utilizado durante las vacaciones fuera de casa.

5. Volver a la actividad física habitual. Ya sea perros o gatos, los horarios establecidos para las diferentes actividades diarias deben ser una prioridad para evitar el estrés o la depresión.

6. Observar atentamente el estado de ánimo. Lo que para las personas supone una vuelta a la rutina, para las mascotas supone volver a pasar más horas solos en casa. La ansiedad por separación es un problema que se puede tratar con buenos resultados en la mayoría de los casos.

7. Mantener la alerta ante posibles enfermedades. Lo más recomendable es empezar con una revisión veterinaria completa, especialmente después de un periodo vocacional. Esta es la única manera de descartar cualquier afección contraída en un ambiente diferente.

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