Artículo de AffinityPetcare

Los parásitos son muy comunes. Los gatos obtienen los parásitos externos porque estos organismos son parte del medio ambiente. El primer paso de cara a evitar que los gatos obtengan parásitos es vigilar las zonas donde viven los gatos. Sin embargo, esta tarea puede ser muy difícil en caso de que el gato tenga acceso al exterior. Así pues, dado la dificultad de realizar un tratamiento preventivo únicamente vigilando la zona donde vive el gato, la desparasitación es un proceso necesario de cara a mejorar la salud del gato.

Los parásitos en el gato pueden detectarse mediante una exploración física realizada por el veterinario. Sin embargo, cuando los parásitos son internos pueden ser difíciles de detectar. A veces, se pueden observar larvas o gusanos en las heces. Otras veces, mediante la sintomatología general del gato (decaimiento, lamerse más de lo habitual…) debemos investigar la causa de la misma y se detecta la posible presencia de parásitos mediante alteraciones analíticas.

¿Cómo desparasitar al gato?

Existen múltiples formas de desparasitación, las cuales tienen que ser consensuadas siempre con el veterinario. Existen pipetas, spray… pero tenemos que diferenciar métodos de desparasitación externos, los cuales pueden ser preventivos y como tratamiento. Los métodos externos incluyen los spray, pipetas, champúes especiales, collares antiparasitarios y las pastillas. En cuanto a los métodos de desparasitación interna, tenemos líquidos administrados vía oral, inyecciones y pastillas.

Como podemos ver, tanto para desparasitación externa o interna, con amplia facilidad de uso y una vía de administración cómoda para el animal, solo tenemos las pastillas de desparasitación.

Las pastillas de desparasitación de gatos son eficaces y con un efecto rápido. Mediante su administración vía oral tendremos dos efectos: El primero, gracias a que se distribuyen por todo el organismo mediante el transporte sanguíneo, pueden eliminar parásitos internos y a la vez externos, dado que los parásitos que se alimenten de sangre desde la piel del animal ingerirán el producto desparasitario, matando los parásitos. El segundo, dado que el antiparasitario también queda una parte en las heces del animal, permite que las larvas o huevos de los parásitos que se eliminen por vía digestiva mueran y no permitan una nueva contaminación del animal.

Respecto a la frecuencia en la que desparasitar a un gato a partir de los 3 meses, depende de varios factores: el lugar en el que viva, el tipo de vida y su edad determinarán cada cuánto hay que desparasitarlo.

La recomendación más generalizada es que se desparasite cada 3 meses, porque es lo que suele tardar un parásito en hacerse gusano.

Ahora bien, no tiene el mismo riesgo de contraer parásitos un gato doméstico que no tiene contacto con otros animales que un gato que tiene acceso al exterior, por ejemplo. Si bien un gato doméstico no está exento de contraer parásitos (a través del contacto con otros animales, alimentos, que nosotros mismos los traigamos en los zapatos, etc.) el riesgo es menor. En esos casos también hay veterinarios que aconsejan que la desparasitación se haga cada 6 meses.