El Proyecto Guau convierte a Moka y a Tana en perros de terapia

La iniciativa, en el que han participado 16 voluntarios de Purina, ha finalizado con la entrega de los animales en la Fundació Finestrelles, donde participarán en programas destinados a personas con discapacidad intelectual, mejorando así su inclusión social y laboral.

31/07/2018

El Proyecto Guau, un programa de voluntariado con trabajadores de Purina para participar en la formación de perros de terapia, ha finalizado su tercera edición con el acto de entrega de los dos perros en la Fundació Finestrelles. La iniciativa cuenta con la colaboración de CTAC (Centro de Terapias Asistidas con ...

El Proyecto Guau, un programa de voluntariado con trabajadores de Purina para participar en la formación de perros de terapia, ha finalizado su tercera edición con el acto de entrega de los dos perros en la Fundació Finestrelles.

La iniciativa cuenta con la colaboración de CTAC (Centro de Terapias Asistidas con Canes) y la Fundación Adecco, y tiene como objetivo "socializar y educar" a cachorros para que se conviertan en perros de terapia que participarán en programas destinados a personas con discapacidad intelectual, mejorando así su inclusión social y laboral.

En esta edición, 16 voluntarios de Purina han convivido por turnos de dos semanas durante diez meses con Moka y Tana para favorecer que éstos aprendan a relacionarse en diversos entornos y situaciones cotidianas. Además, en horario laboral, los perros han compartido espacio con los trabajadores, asistiendo a las reuniones y formaciones en el marco de Pets at Work, una iniciativa de la compañía que permite a los empleados llevar a sus mascotas al trabajo. Para ello, Purina ha instalado una zona de juegos para los canes dentro de sus instalaciones, así como bebederos y un pipi can en el exterior.

Purina ha editado un vídeo donde se muestran los primeros días de Tana y Moka en las oficinas de Castellbisbal y cómo ha sido el día a día junto a los voluntarios. El pasado lunes, un grupo de cinco participantes del programa acompañaron a los canes a su primera sesión de terapia asistida con animales en la Fundació Finestrelles, donde se despidieron de ellos tras casi un año de convivencia.

Según Xavier Pérez, director de Comunicación y Marketing de Purina España y voluntario del Proyecto Guau, "esta experiencia es dura y gratificante a partes iguales. Durante diez meses vives con ellos y los tratas como si fueran un miembro más de la familia. Cuesta mucho despedirse de Tana y Moka, pero ver el trabajo que hacen compensa la pena. Los beneficiados de estas terapias -en esta edición, personas con discapacidad intelectual- agradecen muchísimo este tipo de actividades y les ayuda mucho a nivel emocional".

Por su parte, Francisco Javier Pérez, coordinador de la Fundación Adecco en Cataluña, "apoyamos este proyecto porque hemos constatado el gran impacto que tienen los perros de terapia en las personas con discapacidad intelectual, pues mejoran su autonomía y competencias, repercutiendo directamente en sus oportunidades profesionales".

Como novedad respecto a ediciones anteriores, este año los voluntarios han recibido formación específica que les capacita como Auxiliares Técnicos en Intervenciones Asistidas con Animales. Purina es pionera en colaborar como empresa en este tipo de proyectos que hasta ahora realizaban voluntarios o familias.

En la primera edición de la iniciativa, en 2014, el Proyecto Guau colaboró en el adiestramiento de tres perros de asistencia y contribuyó en la mejora de la vida de tres niños con TEA (trastorno del espectro autista). En la segunda, gracias a la colaboración de más de 25 voluntarios de Purina y otros tres perros de asistencia, se ayudó a mejorar el día a día de seis niños también con TEA en aspectos clave como: el sueño, en la interacción con otras personas o la estimulación en la comunicación verbal. En esta última edición, el proyecto se diferenciaba en que el destino final de los perros era conseguir entrenarse como perros de terapia.

La labor de los voluntarios del Proyecto Guau resulta crucial y, sin duda, ellos son responsables de gran parte del éxito de las dos ediciones anteriores. La formación de los perros, en ocasiones, y sobre todo en la primera etapa de su vida, supone un gran esfuerzo por parte de los voluntarios que se traduce en una alta dedicación de tiempo y constancia en la corrección de comportamientos del perro.

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